Oppa... Oh, Oppa!... Extra 06

No sé porque me siento como si estuviera sentado frente a la directora de mi escuela cuando tenía nueve años. No es que yo frecuentara muy seguido la dirección de mi escuela, es solo que los profesores no tenían paciencia conmigo.

¿Cómo iba a saber un niño de mi edad que esos botones rojos junto a los extintores no debían oprimirse?

Tampoco era mi culpa que ese día la cajita, que por lo regular mantenían seguros los dichosos botones rojos, se hubiera roto debido a un balonazo y me hubiera dado la oportunidad de oprimirlo solo por curiosidad.

¡Dios! Tengan por seguro que jamás volví a oprimirlos. El pobre Wookie tuvo que interceder por mí para que no llamaran a nuestros padres. Obviamente pasé el resto de la semana castigado sin recreo.

Aunque es más o menos la misma tensión hoy que en aquel entonces, debo decir que hoy me siento además completamente ridículo. Es decir, no estoy frente a la directora de mi escuela, sino frente a mi hija, Ji Hae.

— Bien, entonces, ¿pueden decirme porque no siguieron las instrucciones que les di?

— ¿Qué instrucciones?- pregunto nervioso

— Shhh, tranquilo pececito, yo arreglo esto- Eun toma mi mano, la aprieta y luego voltea a ver a nuestra hija

De pronto suelta mi mano y me señala con un dedo.

— Yo hice lo que dijiste, fue tu appá el que no supo cómo- abro los ojos muy grandes

— ¡¿Qué rayos?!- frunzo el ceño

— ¡Fue él!- Eun termina por decir sin dejar de apuntarme

Aprieto los labios furioso. ¿Cómo es posible que mi propio marido me señale como el culpable de…? Espera… ¿de qué somos culpables?

Me giro para ver a Ji Hae.

— Dejando de lado a tu papá, quien por cierto hoy duerme en la tina, ¿Por qué estamos aquí?

— ¿Huh? Pececito…- Eun se queja por mi declaración

Ji Hae suspira hondo. Pone sus codos sobre el escritorio, su rostro sobre sus manos sin quitarnos la mirada de encima. A veces creo que Ji Hae se parece demasiado a su tío Wookie, es temible cuando se pone seria.

Paso saliva nervioso. Tengo el corazón acelerado. Hago una mueca cuando las ganas de vomitar regresan. Estoy demasiado nervioso y ni siquiera sé que rayos hice mal.

— Dios… no entiendo como no han llenado el planeta de puros “Lee”…- Ji Hae murmura

Se pone de pie, camina hacia una vitrina de la cual saca algo antes de girarse hacia nosotros.

— ¡¿Qué es eso?!- Eun pregunta evidentemente muy nervioso

Sonrío. En realidad tengo ganas de reírme de él, sobre todo después de haberme acusado con nuestra hija. Y ver que está nervioso porque Ji Hae sostiene en sus manos una jeringa, está cumpliendo con mi pequeña venganza y sin hacer nada.

— Una jeringa papa- Ji Hae le contesta

— ¡No te me acerques!- Eun grita poniéndose de pie

Yo apenas puedo contener mi risa. Llevo una mano a mi boca para no carcajearme cuando veo lo pálido que se ha puesto.

— No te preocupes, no voy contigo… - Ji Hae dice

¿Eh? Volteo cuando la escucho decir eso, justo en el momento en que toma mi brazo y clava la aguja.

— ¡AAAAAAH!- grito por la sorpresa

Aprieto los labios. Ji Hae saca sangre de mi vena, retira la jeringa y pone un algodón para cubrir el pinchazo.

— ¡¿Por qué haces eso?!

Hago un puchero mientras sostengo el algodón en mi brazo. Ji Hae camina hacia una mesita, etiqueta la muestra de sangre y sale un momento.

— ¿Tu sabes que está pasando monito? – Volteo a preguntarle a Eun— ¿Eun? – no lo veo parado en donde lo vi la última vez

Bajo la mirada para descubrirlo tirado en el piso, demasiado pálido. Rápido me pongo de pie y me pongo de rodillas junto a él. Sostengo su cabeza en mis piernas y le doy unos golpecitos en sus mejillas.

— Eun… Eun, reacciona…

— No… no, una jeringa no… no te acerques…- balbucea

— ¿Cuál jeringa Eun? Ji Hae ya se la llevó

— ¿Huh? – Abre un ojo — ¿En serio? – se sienta en el piso

— Sí. – Frunzo el ceño—  la condenada me pinchó, tomo mi sangre y se fue- hago un puchero

— ¡Oh! ¡Qué alivio! Pensé que iba a pincharme a mí…

De nuevo frunzo el ceño, le doy un golpe en el hombro y me siento de nuevo en mi silla frente al escritorio.

— Lo siento pececito, lo siento, es solo que le tengo pavor, tú lo sabes…- le volteo la cara

— Aun así, estoy molesto contigo por delatarme- me cruzo de brazos

— Si bueno… eso… veras…- Eun se pasa una mano por el cabello sin saber que decir

Justo en ese momento, Ji Hae regresa, puedo escuchar claramente cuando Eun suspira aliviado y regresa a sentarse en la silla junto a la mía. Intenta tomar mi mano, pero simplemente la quito, aún estoy molesto.

— Mientras esperamos los resultados, quiero saber que ocurrió…- Ji Hae nos dice

— Sí, de acuerdo – Eun contesta- pero… ¿de qué estamos hablando exactamente?- pregunta

— Sí, ¿de qué?- lo secundo

Ji Hae rueda los ojos. Se sienta en su silla, de nuevo pone sus brazos sobre el escritorio y se nos queda viendo fijamente.

— ¿En verdad no tienen idea?

Eun y yo negamos al mismo tiempo. Ji Hae suspira hondo, como si se estuviera dando por vencida, aunque no estoy seguro de qué.

— Hace unos meses ustedes y yo tuvimos una plática muy seria- comienza a decirnos—  les expliqué los diferentes métodos anticonceptivos, hasta tuvimos una clase especial de cómo usar un condón y…

— Si, lo sé… pero sigo sin entender que tiene que ver eso con…- me quedo callado cuando un foquito se enciende en mi cabeza

Volteo a ver a Eun. Estoy muy sorprendido. Bajo la mirada a su entrepierna, luego volteo a ver mi abdomen. Llevo una mano ahí mientras intento recordar lo que he estado sintiendo desde hace unas semanas a la fecha.

— ¡Oh diablos!- digo cuando caigo en cuenta

— Oh sí… diablos…- Ji Hae sonríe

— ¿Qué? ¿De qué hablan?- Eun ve de un lado a otro intentando entendernos

— De que es posible… no, no es posible, estoy segura de que appá está de nuevo embarazado- Ji Hae le contesta

— Oh…- Eun no parece muy sorprendido

Y la verdad es que tal vez no debería estarlo, es decir, no después de lo que pasó aquella vez…

Flashback

— Estoy tan avergonzado- le digo a Eun mientras me pongo la pijama— ¿cómo es posible que nuestra propia hija tenga que explicarnos esas cosas?

— Pero no puedes negar que aprendimos cosas que no sabíamos- Eun contesta mientras se encoje de hombros

— Sí… pero aun así, es vergonzoso…

Eunhyuk está en la cama leyendo un libro con la luz de la lámpara en la mesita de noche. Yo termino de ponerme mi pijama y entro en la cama para acostarme a su lado. Me acerco a él y le planto un beso en la mejilla.

Eun se gira, con una de esas sonrisas que me encantan, pone sus labios para recibir otro beso, y yo no me hago del rogar, simplemente le doy un beso en los labios.

— Te amo pececito

— Y yo a ti monito

Suspiro hondo y me acomodo en la cama para dormir. Hoy ha sido un día agotador, los niños ya no necesitan tanto de nuestra atención con cosas como el cambio de pañal o darles el biberón, pero siguen necesitando de nosotros para otras, que siguen ocasionándonos cansancio y estrés.

Sobre todo Hyukie, ese chico sí que es todo un caso, pero creo que es quien más se parece a mí Eun…

Sonrío cuando siento una mano colarse por debajo de la camisa de mi pijama. Se desliza con suavidad hasta uno de mis pezones.

— Eun…

— Oye pececito… “el monito quiere bailar”…- siento su aliento en mi oído

— Estoy cansando…

— Anda, prometo que solo será una vez ésta noche- hago una mueca— además, podemos aprovechar para practicar un poco, ¿no crees? Es decir, ¿no quieres practicar lo del condón con la “banana” real?

Sonrío.

— Eres un bobo Eun- me río por lo que ha dicho, y porque su mano ha comenzado a hacerme cosquillas— Espera… espera…

— Vamos pececito, solo un poquito, anda…

Eunhyuk comienza a besuquearme el cuello mientras sus manos se vuelven más traviesas. Intento defenderme, detener sus manos, pero es imposible, las cosquillas hacen que me doble de la risa, pataleo para intentar alejarlo, pero Eun se coloca entre mis piernas para controlarme.

Estoy riéndome a carcajadas hasta que suspiro hondo y muerdo mi labio al sentir la mano de Eun tocar la punta de mi pene.

— Eun…- suspiro

— Dime pececito…- contesta sobre mis labios antes de darme un beso

Su mano aprieta mi pene y comienza a moverse arriba y abajo para masturbarme. No me resisto más. Es decir, dejo de fingir que lo hago, en realidad no me estaba resistiendo, solo estaba jugando con él.

Enredo mis brazos alrededor de su cuello para jalarlo hacia abajo, más cerca de mí, para profundizar el beso.

Muevo mis caderas al ritmo de la mano de Eun, quien a su vez se frota contra una de mis piernas sin dejar de atenderme. Estoy comenzando a excitarme demasiado, pero aun así, estoy seguro que no lo estoy tanto como él, puedo sentir su pene duro frotarse contra mí.

— Eun… - gimo

— Sshh…- tapa mi boca con un dedo— los niños están en casa, no hagas mucho ruido- aprieto mis labios

— Quisiera que ya se casaran…- hago un puchero

— Pececito bobo- Eun se ríe— Eso dices ahora, pero ya te veré llorando cuando eso pase- acentúo mi puchero

— Tienes razón…

Eun se ríe y regresa a lo que estaba haciendo, desabrocha mi pijama y descubre mi pecho. Sus labios besan mi clavícula y con su lengua recorre el camino hacia uno de mis pezones. Se detiene ahí para juguetear un poco y provocarme.

Su mano deja de masturbarme y se cuela por debajo, por entre mis glúteos hasta mi agujero. Muerdo mi labio al sentir uno de sus dedos presionar. Respiro hondo cuando siento que entra en mí.

Extiendo mi mano hasta tocar su pene, sigue duro, sonrío satisfecho de encontrarlo así, mi monito nunca me decepciona, siempre está listo para mí. Aun así, comienzo a masajearlo para darle un poco de atención también.

En realidad no necesitamos muchos juegos previos cuando estamos muy calientes, así que no espero más, le doy unas palmaditas en el hombro para que levante la mirada.

— Ya Eun… suficiente

— ¡Gracias Dios! No sabía cuánto tiempo iba a aguantar- me dice al tiempo que saca sus dedos mi de entrada

Lo veo tomar el frasco del lubricante y poner un poco en su pene, y otro poco en mi entrada. Sujeta su pene y se acerca. Abro los ojos muy grandes al mismo tiempo que lo detengo.

— ¡Espera!

— ¿Qué? ¿Qué pasa?

— En primera- le digo- no te has puesto condón- frunzo el ceño molesto

— Oh… sí, es cierto- sonríe

— Y en segunda, dijiste que podría practicar ponértelo yo

— Ah, si… eso dije…- Eun no parece muy convencido— ¿Y si lo dejamos para otra vez?

Frunzo el ceño. Fuerzo mis piernas, haciendo que se haga hacia atrás y las cierro.

— Entonces hoy no hacemos nada- le digo amenazante

— ¿Qué? Pero pececito, no seas así, mira como estoy- me dice señalando su pene

Humedezco mis labios al ver lo duro y grueso que se ha puesto. Por un momento dudo en si debo seguir rehusándome. Es decir, sería un desperdicio no aprovechar todo eso. Extiendo mi mano para tocarlo, pero me detengo antes. Escucho a Eun chasquear cuando lo hago.

— No, ya dije que no haremos nada sino me dejas ponerte el condón

— Está bien- suspira resignado- entonces hazlo tú

Sonrío satisfecho. Me siento en la cama y doy unas palmadas en el colchón para que se recueste él.

— Bien… entonces veamos- digo mientras tomo otro condón de la mesita de noche— primero debo abrirlo

— Apúrate pececito

— No me presiones

Llevo el sobre a mi boca y lo abro con los dientes. Eun tiene la intención de decirme algo, pero no lo hace, así que continúo con lo que estoy haciendo.

Escucho el pedazo de sobre aun lado, meto un dedo al mismo y saco el condón. La verdad tiene una textura chistosa, nunca había sentido uno con mis dedos antes. Es decir, sé que Eun los usa, pero como siempre se los pone él, yo no los había tocado.

Me detengo a observarlo detenidamente mientras lo toco y analizo la textura.

— Hae…- Eun llama mi atención

— Ya voy, ya voy…

Regreso mi atención a él. Frunzo el ceño cuando veo su pene y el tamaño del condón. ¿En serio su pene cabe aquí? Bueno, siempre ha usado de esta marca y este tamaño, así que debe ser la indicada, sin decir más continúo con lo que estaba haciendo.

Me concentro. Saco la lengua por un lado de mi boca y la muerdo, demasiado concentrado en esto.

Pongo el condón, tal y como me enseñó Ji  Hae, en la punta del pene para comenzar a deslizarlo. Pero algo sale mal, cuando intento bajarlo, éste no lo hace, así que tiro con más fuerza y de pronto sale volando hasta caer al piso.

— ¡Oh diablos! – Digo cuando lo veo caer al piso—  Voy a tener que empezar desde el inicio- frunzo el ceño

— ¿Eh? ¡No!- Eun suelta— Solo levántalo y continúa- hago una mueca

— ¿Crees que sea correcto? – ladeo la cabeza

— Sí, sí… no te preocupes, yo sé lo que te digo- me encojo de hombros antes de bajar de la cama

— Está bien

Levanto el condón del piso, lo limpio con mi mano y regreso a la cama para seguir poniéndoselo. Observo bien de nuevo el preservativo, y entiendo cuál fue mi error, lo estaba poniendo al revés. Niego con la cabeza. ¡Dios! Si Ji Hae me viera, estaría riéndose de mí.

Pongo el condón en la posición correcta y lo deslizo hacia abajo. Sonrío cuando ésta vez el condón cubre el pene de Eunhyuk.

— Lo hic…

No termino de decirlo porque Eun de pronto me ha empujado hacia abajo, rápido abre mis piernas y pone su pene en mi entrada.

— Listo pececito, ahora sí- sonrío

— Si monito, listo…- jalo de él para un beso

Eunhyuk se empuja dentro de mí, y sin más juegos previos, simplemente comienza a moverse, nos conocemos tan bien, que rápido da con mi punto dulce llenándome de placer. Pronto nuestras respiraciones se agitan, nuestros cuerpos se complementan y nos hace llegar al clímax de la excitación.

— Eun…- gimo cuando termino derramando el semen entre nuestros cuerpos

— Oh Dios… Sí…- Eun murmura al tiempo que se tensa y termina también

Mi corazón late muy rápido, mi respiración está demasiado agitada, pero aun así, logro notar que algo caliente recorre mi interior. Abro los ojos muy grandes. Me congelo sin decir o hacer nada hasta que Eun baja del clímax.

— Eun…- éste se ha derrumbado sobre mí, con su respiración agitada

— Mmm…

— ¿No se supone que el condón debe contener el semen?- le pregunto

— Sí, así es…- contesta

— Entonces… ¿por qué lo he sentido? – Eun levanta la cabeza

— Oh… si…- sale de mi interior — Tal vez…- lo veo quitarse lo que queda del condón— tal vez es porque se rompió por como lo manipulaste cuando lo estabas colocando…

— ¿Qué? ¿Se pueden romper así de fácil?- me siento en la cama

— Bueno, realidad no fue tan fácil, pero es que lo tiraste al piso, luego lo estuviste tocando demasiado y…

— ¡Eun! ¡¿Por qué no me dijiste?!- golpeo su hombro

— Es que estabas tardando mucho- hace una mueca—  lo siento pececito- sonríe— pero si quieres lo volvemos a intentar- mueve sus cejas de manera sugestiva

Ruedo los ojos, lo empujo a un lado y me levanto de la cama para ir al baño a limpiarme.

— No, hoy no, dijiste que solo sería una vez  y ya estoy cansado

— Oh, vamos pececito, no te enojes, fue un accidente

— No, no lo fue- hago un puchero— Ji Hae tiene razón, no es posible que no pueda poner un condón de la forma correcta, quiero llorar…

— No pececito, no llores…

Eunhyuk se levanta de la cama y me abraza. Me besuquea el rostro, y poco a poco, sin darme cuenta, de nuevo me tiene en la cama. ¡Dios! ¡Siempre consigue lo que quiere!

Fin flashback

Me dejo caer en el respaldo de la silla, resignado a lo que ha pasado. Hago una mueca, demasiado avergonzado para aceptar frente a mi hija que he fallado en la prevención de embarazos. ¿Con que cara podría yo estar enojado con Hyukie o Min Ki? Yo soy el peor ejemplo.

Volteo a ver a Eun. No, él es el peor… porque él sabe que está mal y aun así continúa. Suspiro hondo. Pero aun así lo amo, y si él sigue haciendo esas locuras, yo seguiré a su lado, y haré las mismas locuras.

— ¿Entonces? – Ji Hae pregunta, volteo a verla

— Lo siento- le digo— simplemente ocurrió…- me encojo de hombros

— ¡Dios! ¿Un bebé a su edad?- nos dice

— ¿Qué? ¿Qué tiene de malo? – Eun contesta de inmediato— Aún somos jóvenes, podemos hacerlo, ustedes pronto se irán de casa, tenemos derecho a querer otro bebé, ¿no? Es decir, alguien que aún nos necesite…

Abro la boca sorprendido al mismo tiempo que volteo a verlo. ¿Es eso? ¿Realmente fue un accidente esto?

— ¿Eun…?- voltea a verme, hace una mueca y se encoje de hombros

— Lo siento pececito…- murmura

— Oh Eun… - sonrío, me inclino hacia él y le doy un beso—  te amo.

Alguien toca a la puerta, Ji Hae se pone de pie y abre. Regresa al escritorio con un sobre el cual abre de inmediato. Lo lee rápido, voltea a vernos de nuevo.

— Felicidades appá- sonríe- estás embarazado.

— Gracias- sonrío, volteo a ver a Eun— vamos a tener un bebé monito

Eun se pone de pie, jala de mi mano para hacerme levantarme, me abraza fuerte. Puedo sentir los latidos de su corazón. Sonrío feliz. Sí, nunca voy a dejar de amar a éste hombre…