Tenías que ser Tú... Capitulo 03

El mejor amigo de mi appá, Hong Ki, al cual conoce desde que estudiaban el bachillerato, y quien por supuesto se convirtió en mi padrino. Llego a casa ese día tal y como lo prometió. Por supuesto, appá no tardó en contarle todo lo que había ocurrido ese día.

Kiki, mi padrino, sabe todo de mi appá, no tienen secretos entre ellos…

Hyung Joon (POV)

-¿Estás seguro que es él?- Kiki me pregunta aún sin creerme

-Estoy seguro, ¡lo tuve a menos de un metro de distancia!- Hong Ki abre los ojos sorprendido

-¿A menos de un metro?- entrecierra los ojos- ¿Qué estaban haciendo?- ruedo los ojos

-Ya te dije, es el abogado de la contraparte en el caso que me asignaron hoy- le reitero

Pero conozco bien a Hong Ki, no se ha quedado conforme con mi respuesta, y la verdad es que no esperaba que lo hiciera, estoy esperando el momento de decirle todo. Especialmente lo de las voces que escucho.

-Oh…- mueve la cabeza como entendiendo- sí, entiendo, cuando lo saludaste…- sonrío

-No exactamente…- murmuro

Suspiro hondo.

Camino por la cocina terminando de preparar la comida para Aron y nosotros. Kiki solamente ayuda a cortar algo de lechuga para una ensalada.

Dejo caer trozos de carne en un sartén con aceite caliente, el ruido llena la cocina, es el momento oportuno para decirle todo.

-En realidad tuve un pequeño accidente, me tropecé con la mesita del café, caí al piso con todo y cafetera, recibí una descarga eléctrica que casi me deja “knock out”, él me ayudó a levantarme y desde entonces escucho voces en mi cabeza- digo lo más rápido que puedo, tanto que se me ha terminado el aire de los pulmones

Me quedo viendo fijamente el sartén esperando alguna respuesta de Hong Ki, los segundos pasan y no escucho absolutamente. Lentamente volteo mi cabeza para verlo. Kiki me ve fijamente con la boca abierta.

Ladea un poco su cabeza, ¡genial debe estar pensando que estoy loco!

-¿Kiki?- intento obtener alguna palabra de él, Kiki parpadea

-¿Tropezaste y te caíste?- entrecierro los ojos

-Si…- sigo esperando su reacción

-¡Eso fue demasiado torpe! ¡¿En verdad hiciste eso el día en que volviste a toparte con él?! Es decir, es el pa…- abro los ojos sorprendido y cubro su boca antes de que termine

-Shhh… Aron puede escucharte…-

Hong Ki respira hondo varias veces hasta que logra tranquilizarse. Quito lentamente mi mano de su boca, y es entonces cuando puedo sorprenderme yo ante su reacción.

-¿Es en serio?- le pregunto- ¡te estoy diciendo que escucho voces en mi cabeza y tu estas más preocupado por mi torpeza!- doy un paso hacia atrás

Comienzo a remover la carne del sartén que comenzaba a pegarse por el momento de descuido. Respiro hondo sin creer la reacción de Kiki.

-¿Huh? ¿Escuchas voces en tu cabeza?- finalmente Hong Ki ladea a cabeza y me pregunta

-Sí…- hago una mueca preocupado- no sé qué es lo que pasa, comenzó justo después del accidente- le explico- empecé a escuchar su voz en mi cabeza, al principio pensé que en realidad lo estaba diciendo, pero entonces me di cuenta de que en realidad lo estaba pesando…-

Hong Ki de pronto se queda callado, me ve fijamente, entrecierra los ojos muy concentrado como si estuviera intentando hacer explotar mi cabeza.

-¿Qué haces?- frunzo el ceño

-Pensando…- no puedo evitar sonreír ante su respuesta

-Sí, eso debe ser difícil para ti- Kiki rueda los ojos y me da un golpe en el brazo

-No bobo, estoy pensando en algo para que tú lo escuches, ¿dio resultado?- me pregunta

-Si hubiera dado resultado no te habría preguntado qué haces…- demasiado obvio…- además, ya lo he intentado con otros jovencitos y nada, solo puedo escuchar lo que los hombres piensan-

De nuevo se me queda viendo fijamente. Me encojo de hombros, parece que no ha servido de mucho habérselo dicho, así que continúo guisando la carne, para cuando vuelvo a voltear, Kiki se ha ido.

Frunzo el ceño buscándolo, tal vez se asustó de que en verdad estoy volviéndome loco. Pero entonces lo veo entrar arrastrando a Aron con él a la cocina. Lo pone frente a mí. Sonríe amplio.

-Anda…- le empuja un poco a Aron- piensa lo que te dije- le dice

*¿Que rayos sucede con mi padrino? No es que sea raro que actúe extraño, pero aun así, hoy está más loco que otros días*

Aprieto los labios para no reírme. Hong Ki está viendo a Aron, pero cuando me ve y se da cuenta de que estoy conteniendo mi risa se gira de nuevo hacia mi hijo con el ceño fruncido.

-¡Hey! Piensa lo que te dije!- le insiste, mi hijo suspira dándose por vencido

-Está bien…- contesta sin ganas

*¿Para qué demonios quiere mi padrino que piense que es un jovencito muy lino?*

Esta vez ruedo los ojos, volteo a ver a Kiki, evidentemente se da cuenta de que lo he escuchado, abre los ojos muy grande, está sorprendido.

-Ya…- dice Aron de nuevo su voz suena fastidiado, es un adolescente, es común en él

Hong Ki voltea a verle, parpadea para recuperar la compostura.

-Gracias…- lo sujeta y lo encamina fuera de la cocina- ahora ve a jugar con tu Nintendo- le dice

*¿Nintendo? ¿En qué año vive?*

Aron sale, de inmediato Kiki se dirige a mí.

-¿Qué fue lo que pensó?-

-Además de que cree que eres un jovencito muy extraño- frunce el ceño- pensó que no entendía porque querías que pensara que eres un jovencito muy lindo- termino de decirle, Kiki abre la boca sin saber que decir, suspiro- te lo dije, no estoy mintiendo… esto es muy extraño…-

Estoy preocupado, tal vez en verdad estoy perdiendo la cabeza. La comida está lista así que apago la estufa y me dispongo a poner la mesa y servir los platos, Kiki sigue detrás de mí, seguramente aún sin creerme.

Camino hasta el comedor con los vasos, dejo uno en el lugar de Aron, otro en el lugar de Kiki y cuando estoy a punto de poner el último en mi lugar…

-¡WOW! ¡Yo también quiero escuchar los pensamientos de los hombres! Quiero saber que piensan de mí, ¿crees que me ven el trasero cuando camino por la calle?-

Estoy tan sorprendido que dejo caer el vaso al piso. ¡Dios!

Sí, mi padrino es un jovencito muy especial, un poco extraño, tal vez por eso aún no se ha casado. Ha tenido algunos novios, igual de extraños que él debo decir, una vez llegó con un tipo que solo comía vegetales. Otra vez, llegó con un novio que sobrevivía de pintar retratos en el parque y se la pasaba hablando todo en rima, era desesperante!

En fin, yo ese día quedé más convencido de que mi padrino era un caso especial, no entendí porque me había ido a buscar hasta mi habitación solo para decirme: entra a la cocina, y piensa “Mi Padrino es un jovencito muy lindo”, pero no lo digas en voz alta.

A veces me pregunto cómo es que fui un niño normal con dos jovencitos como appá y mi padrino rodeándome. Tal vez se lo debo al tío Ki Bum.

Los días pasaron, appá seguía actuando extraño, pero tenía que seguir trabajando, así que preparó el caso en el que estaba trabando, su gran oportunidad de sobresalir en el despacho de abogados.

Era la primera vez que se podía codear con los bufetes más importantes de Corea. Es por eso que nunca se había topado con papá, evidentemente papá se movía en las grandes ligas, no en casos pequeños.

Jung Min (POV)

Conduzco tranquilamente m automóvil por la calles de la ciudad. Tengo el auricular de mi celular en mi oído mientras hablo por teléfono.

-Señor Kim, tranquilícese voy en camino- le digo a mi cliente

Volteo hacia la derecha, a mi lado se ha detenido en el alto otro automóvil de lujo, un jovencito demasiado lindo al volante que voltea a verme. Sonrío amplio. El jovencito corresponde mi sonrisa y me guiña el ojo, así que yo inclino mi cabeza para hacerle ver que me agrada.

-Dese prisa, está comenzando a tirar cosas por la ventana!- sonrío amplio, suspiro hondo

-Estoy casi llegando…- le confirmo cuando el semáforo se pone en verde

El jovencito avanza, pensando en que voy a seguirlo me señala con la cabeza hacia la derecha antes de que gire el volante para ir hacia ese rumbo. Suspiro resignado. No puedo seguirlo, debo ir con mi cliente, y mi cliente está hacia la izquierda, así que giro el volante al lado contrario.

Unas cuantas cuadras más y estaciono mi auto frente a la mansión del señor Kim. Aún no bajo de mi automóvil y ya puedo escuchar los gritos.

-¡Llevate todo! Es tu traje Armani, ¿no es así? ¡Pues ve por él!- escucho gritar a su esposo justo cuando entro a la propiedad y veo como un saco sale por la venta y va a parar justo en medio de la alberca

Me quedo unos momentos observando como prenda tras prenda siguen saliendo por la ventana del segundo piso, su habitación puedo estar seguro. Los gritos no cesan por parte del joven Heo Young Saeng.

Comienzo a tomar nota de todo lo que ha tirado y evidentemente se ha estropeado, esto puede servir para usarlo de prueba en caso de necesitarlo. Así que saco también mi celular y comienzo a tomar fotos.

-¿Qué hace?- volteo cuando escucho a alguien a mis espaldas

Sonrío amplio.

Es el abogado cosita sexy.

Hyung Joon abre los ojos como si estuviera sorprendido por algo, pero de inmediato desvía la mirada hacia unos papeles en su mano los cuales extiende y me los entrega.

-¿Qué es esto?- le pregunto

-Lo que mi cliente demanda del suyo señor Park- me contesta

¡Puf! Que tierno, en verdad cree que va a obtener algo de esta inmensa lista que me ha entregado.

Comienzo a revisar las diez hojas que me ha entregado. Vienen especificados autos con su modelo y año, diversas propiedades, y sobre todo un porcentaje de la cervecera propiedad de mi cliente. Niego con la cabeza.

-Por supuesto que mi cliente va a obtener lo que merece- me dice

Frunzo el ceño, es extraño, es como si hubiera contestado la pregunta que pensé. En fin, es algo sin importancia, es abogado, así que me imagino debe saber que voy a pelear para que mi cliente no tenga que entregar nada.

-Jovencito…- me acerco a él

Oh! No me había dado cuenta de lo bien que le sienta ese peinado. Sofisticado, pero sobre todo lo hace ver más “sexy” de lo que ya es.

Bajo la mirada para revisar su cuerpo completo.

Mmmm… esos pantalones quedan realmente justos del tiro.

Una mano bloquea mi visión, truena los dedos y cuando se asegura de que estoy viendo su mano la sube, haciéndome subir la mirada hasta ver su rostro. Me observa fijamente con el ceño fruncido.

-Si no le importa Señor Park, tenemos a dos clientes que están peleando.- me dice señalando hacia la ventana, me encojo de hombros

-Su cliente es quien está arrojando las cosas de mi cliente por la ventana- le digo- el joven Heo está dañando las posesiones de mi cliente- de nuevo me ve molesto

-Idiota…- murmura antes de caminar al interior de la casa

De nuevo me encojo de hombros, continúo revisando los papeles. Vaya, sí que ha sido exhaustivo en cada una de las propiedades. Levanto las cejas sorprendido cuando veo que hasta el auto del señor Kim incluyó.

Sonrío, el abogado cosita sexy va por todo. Tal vez pueda dejar que se quede con un auto, o una casa.

Continúo leyendo los papeles, llego a las cuentas bancarias. Todas son cuentas mancomunadas, eso me hace pensar que entonces desconocen aún de la existencia de la cuenta en Suiza. Sonrío. Bien, eso es bueno, esa cuenta es importante para el señor Kim, ni siquiera su esposo sabe de su existencia.

-¿Qué?- volteo de nuevo cuando escucho al abogado cosita sexy

-¿Huh?- ladeo la cabeza

Se me queda viendo fijamente con los ojos muy abiertos.

-¡Es él quien tiene que irse!- el joven Heo sale de la casa, sigue molesto- ¡él puso ésta casa a mi nombre, es mía!-

-¡Pero yo la pague!- mi cliente sale detrás de él- ¡tengo tanto derecho como tú a estar aquí!- empieza a recoger todas las cosas que su aún esposo tiro por la ventana

-¡Claro! ¡Quieres ésta casa para traer aquí a tus amantes!- el joven Heo sigue gritando

-¡Ya te he dicho miles de veces que no tengo ningún amante!- mi cliente no se queda atrás

-¡Si claro!- el joven Heo agita sus manos y vuelve a entrar a la casa cerrando la puerta detrás de él

-¡Oye!- mi cliente correo pero la puerta está cerrada con seguro-¡Abre! ¡Déjame entrar a mi casa!-

Cierro los ojos unos momentos, respiro hondo. Por eso no me gustan los casos de divorcios, los jovencitos suelen ser muy problemáticos.

Niego con la cabeza, volteo a ver a Hyung Joon que ahora me ve, de nuevo enojado. Aunque empieza a frustrarme que siempre esté enojado, debo reconocer que se ve encantador.

¿Huh? ¿Eso es un sonrojo? ¿Por qué?

Se gira para ir a la puerta, hasta mi cliente.

-Señor Kim, le sugiero que busque otro lugar en donde vivir, como bien lo dijo mi cliente, la casa está a su nombre, sino se va, llamaré a la policía para que lo saque de aquí- wow! Ahora sí parece un abogado, de nuevo voltea a verme, pero ahora con una sonrisa socarrona- le recomiendo que se lleve a su cliente señor Park, es posible que esté poniendo en peligro sus planes- me dice

No puedo evitarlo, sonrío ampliamente.

-De acuerdo…- el señor Kim comienza a meter alguna de las prendas en dos velices que el joven Heo acaba de aventar por la ventana, yo me inclino sobre el abogado sexy-  ¿sabes? Muero de ganas de ver cómo te desenvuelves en la corte…- le susurro

Y es verdad, debe ser realmente excitante. Si ahora no soy capaz de contener mi erección, no quiero saber lo que será de mí cuando lo vea moverse en la corte.

Hyung Joon abre los ojos muy grande, y por unos segundos baja su mirada hacia mi entrepierna, de nuevo, esto es extraño… se da la vuelta y toca la puerta para entrar y hablar con su cliente. Suspiro hondo antes de darme la vuelta y ayudar a mi cliente a recoger sus cosas.

Puedo entender un poco a mi appá, papá es un poco… ¿Cómo puedo decirlo? ¿Imaginativo? ¿Fantasioso? ¿Pervertido? En fin, lo más importante es que en verdad es muy coqueto y seguro de sí mismo. Papá estaba muy seguro de que podría conquistar al ¿cómo lo llama? “abogado cosita sexy”.