Manzana... Oneshot (Sichul)


 Título del Songfic: Manzana

Parejas: SiChul

Songfic

Tipo: Yaoi

Género: slash, lemon, drama, romance, OTP, POV, AU

Clasificación: +18



— No sé porqué acepté venir contigo. — le digo a Youngwoon apenas entramos a la casa de Yoon Ji, la chica que le gusta. 


El asunto es que ambos somos ya dos hombres trabajadores, entrando a una fiesta de universitarios. Puedo ver en cada rincón a jóvenes bebiendo sin medida, y una que otra parejita besándose sin pudor frente a todos, aunque nadie parece prestarles atención. 


— No te quejes. - Youngwoon, mi mejor amigo desde el bachillerato, me dice. — Ya te dije que Yoon Ji tiene amigas muy lindas. 


Ruedo los ojos. 


— Primero logra que ella te acepte y ya después puedes prometerme a cualquiera de sus amigas. — me quejo. 

— No te preocupes, que hoy mismo salgo con novia de aquí. - Youngwoon se acomoda la camisa y peina su cabello, preparándose para acercarse a Yoon Ji. 


De nuevo ruedo los ojos. ¡Dios! No sé por qué me dejé arrastrar. Caminamos entre los jóvenes que bailan y conversan por toda la casa, hasta llegar a un grupo de chicas en donde se encuentra el objetivo de mi amigo. 


Yoon Ji nos ve y desde su lugar levanta una mano para saludarnos, junto a ella, hay dos amigas: una rubia que de inmediato voltea a ver a quien saluda, y otra castaña que permanece de espaldas a nosotros y simplemente se inclina para comentarle algo al oído. 


— Yoon Ji. - mi amigo saluda mientras se acerca y le da un beso en la mejilla, yo voy detrás de él. 

— Voy a sentarme un rato. - la chica que se encuentra de espaldas dice de pronto, y gira bruscamente sin percatarse que estoy detrás de ella. 

— ¡Cuidado! - la otra amiga advierte, pero demasiado tarde. 


Ambos hemos caído al piso. Cierro los ojos al sentir el golpe de mi espalda contra el piso y de ella sobre mi pecho. 


— Au, au au… - la escucho quejarse, aunque su voz suena un poco extraña. 

— Aush…- me quejo mientras llevo una mano a mi nuca. 


Abro los ojos cuando siento que empieza a tratar de incorporarse. 


— Lo siento…- murmura. 


Pero me he quedado sin habla. Su rostro está muy cerca del mío. Es hermosa, y tiene unos ojos hermosos. 


— ¿Estás… ¿Estás bien? - salgo de mi estupor. 

— Sí. Lo siento. - dice mientras se pone de pie. Y es entonces que lo noto. 


No es una chica. ¡Es un chico!


— Hey, ¿estás bien? - Youngwoon se acerca y extiende su mano para ayudarme a ponerme de pie. 


Quiero decirle que no. No estoy bien. De reojo veo el motivo de mi mal, que conversa con sus amigas mientras reacomoda su ropa que se ha arrugado. 


— Sí. No hay problema. - contesto. 

— Siwon, lo siento. — Yoon Ji se acerca. — Te presento a Heechul. - me dice. — Ha perdido el equilibrio, una de sus piernas…

— Lo siento. — Heechul la interrumpe. — Fue mi culpa. Me tropecé. 

— No te preocupes. - le digo sin poder dejar de observarlo. 

— Bueno, yo iré a…- señala una silla. - sentarme. 


Su rostro luce un poco sonrojado. Veo como frota una de sus piernas antes de girarse y cojear un poco, como si le doliera, y sentarse en la silla que ha señalado. ¿Se ha hecho daño? 


No puedo dejar de observarlo, en realidad estoy maravillado con lo hermoso que es. Nunca había notado que algún hombre pudiera ser hermoso, y estoy desconcertado con las ganas que tengo de ir a sentarme y conversar con él. 


— Siwon - me giro para ver a Youngwoon. 

— ¿Qué? 

— Te estoy preguntando si quieres beber algo. 

— Ah, no, estoy bien. 

— Bueno, si qu…- sin decir más, empiezo a alejarme de mi amigo, dejándolo con la palabra en la boca. 


Mis ganas de conocer a ese chico tan andrógino son demasiadas, y entre más me acerco, siento que mi corazón late demasiado rápido. Está sentado, con una bebida en la mano, observando todo a su alrededor sin dejar de masajear su pierna, y cuando me pongo frente a él, y él levanta su mirada para verme, mi corazón simplemente pierde el control. 


— Oh… hola. - Heechul me dice. 

— Hola. - contesto sin poder apartar la vista de él. 

— Ammm…- Heechul voltea a ver a nuestro alrededor. — ¿Ocurre algo? 

— Sí. - contesto. 

— ¿Qué cosa? ¿Te has hecho da…? - no dejo que termine de hablar, simplemente sujeto su mentón para sostener su rostro y poder robarle un beso. 


Que el mundo es chico, baby

No fue una casualidad cruzar tu camino

Qué bien me vino...

Como la manzana que le cae a Newton

Me cambiaste el mundo en un minuto...


Me separo, aun con la sensación de sus labios en los míos… cuando de pronto siento la palma de su mano abofetearme. 


— ¡¿Qué rayos te pasa?! - me grita. 


Llevo una mano a mi mejilla. Heechul se levanta, y de nuevo, cojeando un poco se aleja de mí hasta donde están sus amigas. Observo como les dice algo y Youngwoon voltea a verme. Puedo asegurar por su expresión que les ha dicho que le he robado un beso. 


Youngwoon de inmediato se acerca a mí. Me sujeta del brazo y empieza a llevarme con él hasta el exterior de la casa. 


— ¡Qué rayos te pasa Siwon! - me dice cuando finalmente llegamos a la calle. 


Yo aún sigo con la sensación de sus labios y no puedo dejar de tocar los míos. Aun persiste el sabor a manzana de la sidra que contenía su vaso.


— Acabas de arruinar mi oportunidad con Yoon Ji. Su amigo está escandalizado de lo que acabas de hacer. - sonrío al escucharlo decir eso. Youngwoon camina de un lado a otro tirando de sus cabellos.— Yoon Ji estaba furiosa. 

— Pero… - no puedo dejar de sonreír. — Ha correspondido el beso. 

— ¿Qué? - Youngwoon voltea a verme sorprendido.


Veo por una de las ventanas como Heechul voltea a ver hacia la ventana, como si estuviera buscando algo. 


Ese algo soy yo.


Con tu boca sabor manzana

Estar contigo es cosa sana

Yo pienso en ti toda la semana

Te quiero ver, te quiero ver...


Han pasado casi dos semanas desde que lo conocí, y no he podido dejar de pensar en él. Tengo que hacer algo, no he podido conciliar el sueño porque paso el tiempo solo imaginando sus labios sobre los míos. 


Observo el techo de mi habitación. Pensando en las estrategias que pueda seguir para volver a verlo. 


¿Estará pensando en mí también? 


Tomo mi celular y observo la hora. Son casi las doce de la noche, es tarde, pero si no hago algo no podré dormir de nuevo esta noche. 


Marco el número de mi amigo, el mismo que desde esa noche no ha dejado de reprocharme mi comportamiento. 


El celular suena varias veces, hasta que finalmente atiende. 


— ¿Sí? - su voz se escucha adormilada. 

— Youngwoon. 

— ¿Siwon? - lo escucho gruñir. — ¿Sabes la hora que es? 

— Sí. Las once cincuenta. — contesto intentando suavizar la llamada. 

— Chistoso…- masculla. — ¿Qué quieres? - su voz suena un poco mejor. 

— Es… sobre Heechul. — le digo. 


Escucho a Youngwoon suspirar hondo, y luego el ruido de sus sábanas como si estuviera removiendose en la cama, probablemente sentándose para conversar conmigo. 


— Pensé que nunca me preguntarías. - me dice. — ¿Qué quieres saber? Le he preguntado todo a Yoon Ji por tí. Para que veas que soy un buen amigo. - sonrío al escucharlo. 

— Todo. — simplemente contesto. 


Encontré la fruta prohibida

De tu laberinto, no encuentro salida

Hago lo que quieras sin que me lo pidas

Y me queda claro que te quiero aquí en mi vida


Observo a los jóvenes salir por la puerta. Estoy sumamente atento, no quiero que la persona que espero salga sin que yo me de cuenta. 


Yoon Ji ha salido ya hace un momento, pero lo ha hecho sola, así que he permanecido aquí ya un buen rato, con el corazón a mil. Ansioso. Nervioso. 


Estoy casi seguro de que ya no queda nadie. La puerta ya no se ha vuelto a abrir desde hace un par de minutos. Empiezo a pensar que es mi mala suerte, que no ha venido a clases. 


Pero decido que no puedo darme por vencido hasta encontrarlo, así que me acerco a la puerta sin dejar de ver a mi alrededor, no quiero perder de vista ningún detalle. Tal vez simplemente no estaba en su salón, y tenga que regresar por sus cosas en cualquier momento. 


Aún así, debo revisar por mi mismo que ya no haya nadie adentro. 


Estoy frente a la puerta, cuando de pronto ésta se abre y me golpea haciéndome perder el equilibrio. 


— ¡Oh! ¡Lo siento! 


La persona que la ha abierto intenta detener mi caída tomándome del brazo, pero sus pies parecen no mantenerse firmes y terminamos cayendo ambos al piso. 


— ¡Auch, auch, auch! - escucho quejarse. 


Un sonido que reconozco de inmediato. Sonrío. Sin decir nada, lo sujeto firme. Lo abrazo. 


— Te encontré.- murmuro en su oído, y eso hace que levante el rostro totalmente sonrojado. 

— Siwon… - sonrío al escucharlo decir mi nombre. 


Aun seguimos en el piso. Heechul sobre mí, e intenta ponerse de pie, pero no lo logra. Lleva una mano a su pierna y comienza a masajearla, y es cuando entiendo. Una de sus piernas está lastimada.


Lo ayudo a sentarse pegado a la pared y hago lo mismo junto a él. 


— Que torpe, ha pasado dos veces…- me dice. 

— Mientras solo sea conmigo, no tengo ningún problema. - voltea a verme, sus mejillas aún más rojas. 

— Yo…- muerde su labio inferior. — tuve un accidente, y una de mis piernas no funciona bien, a veces me duele y no puedo caminar correctamente.- empieza explicarme mientras baja la mirada y observa su mano masajeando su pierna. — No puedo estar mucho tiempo de pie, ni hacer ejercicio. Al terminar las clases, siempre espero a que todos salgan para evitar tropezar con alguno de mis compañeros y provocar accidentes como éste, y yo…


No dejo que continúe. Simplemente no puedo resistirme. Sujeto de nuevo su mentón y giro su rostro hacia mí. 


Heechul me ve fijamente un poco sorprendido. 


— Eres perfecto. - le digo justo antes de volver a besar sus labios, que increíblemente aún conservan ese exquisito sabor a manzana. 


Como la manzana que le cae a Newton

Me cambiaste el mundo en un minuto.



FIN


Publicar un comentario

4 Comentarios