Let Me Restart... Capitulo 01

 Título: Let Me ReStart

Parejas: MinJun

Grupo: SS501

Tipo: Yaoi

Género: slash, drama, romance, OTP, POV, AU

Clasificación: +18

Atención: Sé que aun les debo un fic por ahí, pero ya ando queriendo retomarlo, por el momento aquí uno pequeño de mi pareja favorita, con la cual inicié esto de los fics. La idea me surgió con un dorama, así que si les suena es porque seguramente se vieron el dorama.
PD. Si por accidente le dan click a una publicidad que aparezca en el blogger, sería de ayuda. Gracias.

Observo fijamente el anillo en la palma de mi mano. Hace 15 años, éste anillo lo representó todo. Mi sueño de formar una familia con el hombre del cual me enamoré perdidamente. Un hombre gentil, dulce, aunque un poco egocéntrico y extravagante. Pero era él, mi complemento, mi sueño... 

Suspiro hondo. Aun se ve la marca del anillo en mi dedo. Once años llevándolo puesto han dejado ese lugar con un tono de piel un poco más claro. Me pregunto cuánto tiempo tendrá que pasar para que desaparezca. 

Bufo divertido y al mismo tiempo sintiéndome patético. Esta marca desaparecerá en menos de una semana, solo bastará que le dé el sol para que así sea. Pero las marcas que han quedado en mi corazón, no sé si logren desaparecer. 

Levanto mi mano para hacerle la parada a un taxi. Acabo de salir de los juzgados en donde hace apenas unos minutos, un juez nos ha declarado formalmente divorciados…

— Bien, entonces, esto es todo…- Jung Min levanta su mano hacia mí, ofreciéndomela. Frunzo el ceño. 

— ¿Huh? – ladeo la cabeza sin entender su acción. 

— Has sufrido mucho por mi culpa, ¿no es así? debería ofrecerte la mano como despedida, ¿no es así? – frunzo el ceño. 

¡Idiota!

— Sí, tienes razón – sonrío sarcástico. — Tú también has sufrido mucho, debemos darnos apoyo. – le digo estrechando su mano. 

Apenas suelta mi mano, me giro para darle la espalda. Aún estoy enfadado por todo lo que ha pasado. Sí, debo admitir que estoy triste por el fracaso de mi matrimonio, pero todo ha sido muy reciente, y sigo estando enfadado con él. 

— Sanha…- me detengo cuando escucho el nombre de mi pequeño. Me giro para ver a Jung Min. 

— ¿Sí? 

— Recuerda traerlo a verme…- hago una mueca. 

Estoy tan molesto con él, que quisiera gritarle que no. Pero al final, Sanha no tiene la culpa del fracaso de sus padres, así que simplemente suspiro hondo y asiento con la cabeza. 

— Lo sé. Te llamaré. – Jung Min asiente. 

— Bien.

— Bien. 

Nos quedamos viendo unos momentos. Por algunos segundos creo reconocer en sus ojos al Jung Min de hace 15 años, cuando nos conocimos. Niego con la cabeza, no es así. Hace mucho tiempo que ya no es ese chico del cual me enamoré. 

Finalmente me giro y bajo la escalinata hasta la acera… 

— ¿A dónde lo llevo? – el taxista me saca de mis pensamientos. 

— Sí, a ésta dirección…- le digo mostrándole la tarjeta del hotel en donde estoy quedándome. 

Desde que se iniciaron los trámites de divorcio, decidimos que la casa en la cual hemos vivido por los últimos 15 años, sería vendida y nos repartiremos el dinero, con el cual, cada quien podría comprar algo más pequeño o rentar un departamento. Mientras eso pasa, he tenido que vivir en un pequeño hotel junto con Sanha. 

De nuevo me pierdo en mis pensamientos recordando la última discusión que tuvimos antes de que finalmente le pidiera el divorcio…

Sanha finalmente se ha quedado dormido después de un día realmente ajetreado. He tenido que llevarlo al hospital porque tenía una fiebre muy alta que no cedía con nada. Intenté localizar a Jung Min en su celular, pero nunca contestó, y después simplemente me mandaba a buzón. 

Estoy teniendo en verdad un mal día, y mi enojo está yendo hacia él por sus acciones. De nuevo saco mi celular para intentar llamarlo de nuevo, justo en ese momento me llega un mensaje al WhatsApp.

Un conocido me ha enviado una foto. Sin saber realmente que puede ser, abro el mensaje. Me quedo congelado sin saber qué pensar. 

*Es tu marido, ¿no es así?*

Dice en el mensaje posterior. Aprieto mis labios, sí, es Jung Min frente a un hotel con un jovencito. 

Es por eso que no contestaba mis llamadas. Mientras yo estaba en el hospital con Sanha, él estaba en un hotel con un jovencito. 

De pronto el celular empieza a sonar. Jung Min está llamando. Tengo tantas ganas de llorar, pero intento contenerme. Respiro hondo antes de contestar. 

— Hyung Jun. Hoy no podré ir a casa, tengo mucho trabajo. - aprieto los labios. — Dale un beso a Sanha de mi parte y… 

— ¡¿Cómo puedes hacerme ésto?! - grito sin poder contenerme más. 

— ¿Cómo? 

— Han sido 15 años de mi vida contigo, ¿cómo te atreviste? ¿cómo? 

— Hyung Jun, ¿de qué estás hablando? - respiro hondo. 

— Soy tan infeliz…- murmuro. — Jung Min, quiero el divorcio. - tras unos breves segundos de silencio, él simplemente contestó…

— De acuerdo.

Observo fijamente el anillo de bodas en mi mano. De pronto, siento como si éste comenzara a calentarse, a tal punto que me veo obligado a dejarlo caer en el piso del taxi. 

— ¡Aah! - me quejo. 

Llevo la mano a mi pecho y masajeo un poco para mitigar el dolor. ¿Qué ha pasado? Frunzo el ceño y busco el anillo. Parpadeo sorprendido cuando me parece ver que está brillando. Poco a poco, la luz empieza a hacerse más intensa hasta que todo el interior del taxi se ilumina. 

— ¡¿Que diablos?! - digo sorprendido. 

— ¿Perdón? - el taxista me ve por el espejo retrovisor extrañado. - ¿Dijo algo? 

— Yyo… ¿Está viendo eso? - el señor frunce el ceño. 

— ¿Qué cosa? 

— El anillo…- le digo — está brillando y… ¿no lo ve? - ladeo la cabeza sin entender qué pasa. 

El taxista simplemente frunce más el ceño y decide dejar de preguntar, pero no sin antes darme una mirada extraña, como si pensara que estoy loco...y tal vez lo estoy. De pronto el anillo ha dejado de brillar. 

Me inclino lo suficiente para volver a tomarlo, con precaución, no quiero volver a quemarme. 

— ¿Qué... ? - murmuro cuando noto que no está caliente, se siente como un anillo cualquiera. 

Niego con la cabeza. Creo que el estrés me está haciendo ver cosas extrañas. Volteo a ver hacia la ventana cuando el taxi se detiene. He llegado al hotel, tengo un nudo en el pecho y muchas ganas de ver a mi pequeño Sanha. 

— Gracias.- le digo al taxista mientras bajo. 

Respiro hondo antes de entrar. Aprieto el sobre con los papeles del divorcio contra mi pecho. Al entrar al cuarto, mi hermano Ki Bum me abraza, él sabe como me siento, me da un beso en la mejilla y se despide, dejándome saber que mi pequeño está dormido. Y que tal vez tendré un poco de descanso por ésta noche.

No estoy quejándome, realmente amo a mi pequeño Sanha, pero desde hace un poco más de tres años en que nació, no he podido tomar un descanso. Jung Min casi nunca estaba en casa, y he tenido que ser yo quien se encargue de todo. Llegué a un punto en que ni siquiera me alcanzaba el tiempo de cambiarme de ropa en todo el día. 

Tal vez ha sido eso lo que ha hecho que él se aleje… 

Dejo el sobre en la mesa, a su lado el anillo. Los observo unos momentos, con mi corazón destrozado. Les doy la espalda para ir a buscar a mi hijo. Está en su camita, durmiendo sin saber lo que está pasando. Me quito mi chaqueta, y sin mover mucho su cama, me recuesto a su lado. 

Hoy ha sido un día difícil… 

*****

Una melodía que conozco bien comienza a sonar a lo lejos y me hace sonreír a mitad de mis sueños. “Snow Prince”, la melodía con la que despertaba todas las mañanas cuando recién entré a la Universidad. 

Suspiro hondo. Un rayo de luz que se cuela por la ventana, comienza a molestarme. Pero a pesar de eso, he dormido tan bien, que no me siento frustrado al saber que tengo que levantarme a iniciar mi rutina diaria. 

¿He dormido bien? 

Abro los ojos de golpe. ¿Cuándo fue la última vez que dormí bien? Volteo a ver a mi costado. ¿Por qué Sanha no se ha despertado a mitad de la noche? ¿O por qué no me ha despertado temprano como acostumbra, llorando por que tiene hambre? 

Me siento en la cama demasiado asustado. 

— ¿Sanha? - reviso el lugar en donde debería estar durmiendo. 

¡No está! 

Me levanto de la cama demasiado angustiado, solo para quedarme paralizado al notar algo sumamente extraño. 

Volteo a ver a mi alrededor. 

— ¿Qué... ? 

— Hyung Jun-ie - de pronto la puerta de la habitación se abre. — Se te hace tarde, levan… ¡oh! Creí que aún seguías dormido. — appá entra y va directamente hasta el despertador que aún sigue tocando mi canción favorita. 

— ¿Appá? - pregunto. 

— Deja de tontear y apúrate. Debes desayunar algo antes de ir a la Universidad. 

¿Universidad? ¿De qué habla? 

Appá regresa sobre sus pasos y sale de la habitación. Mi corazón está latiendo muy rápido. De nuevo volteo a ver a mi alrededor. 

¡Es… mi habitación! Es mi habitación en casa de mis padres, y luce exactamente igual que cuando era joven y aún vivía con ellos. ¿Acaso he venido a quedarme con ellos? Pero… ¿Cuando? No lo recuerdo. 

Sigo viendo a mi alrededor mientras me acerco al espejo en mi tocador. 

— Vaya… appá no ha cambiado nada aquí…- murmuro. 

Me siento en la silla frente al tocador y levanto la mirada para verme al espejo. 

— ¡Qué rayos! - me alejo al ver mi reflejo. 

¿Qué está pasando? De nuevo volteo a ver a mi alrededor. Mi habitación luce exactamente igual que hace más de 15 años, exactamente igual. 

Veo la pequeña planta sobre mi tocador. ¿Es la misma? ¿Cómo ha podido conservarse así? 

¡No! ¡No es posible! ¡Yo mismo tuve que ponerla en una maceta más grande cuando ya no podía crecer más en esta macetita. 

De nuevo veo mi reflejo. Llevo mis manos a mi rostro. Mi rostro luce más joven… 

— ¡Hey tonto! - de pronto la puerta de mi habitación se abre. — Dice appá que ya está el desayuno. 

No puedo hablar, estoy en shock. Un Ki Bum realmente joven, casi un niño, lleva su uniforme del Colegio. 

— Ki Bum… - paso saliva sin dejar de verlo fijamente. — ¿Qué día es hoy? - le pregunto. 

— ¿Uh? - mi hermano ladea la cabeza. — ¿Lunes? 

— Sí, pero… ¿qué fecha? 

— ¿Te sientes bien? Es Lunes 6 de Junio del 2005, ¿no lo ves en el calendario de tu tocador? - me dice rodando los ojos. 

Volteo a ver el calendario. 

6 de Junio de 2005.

¿2005?

¡Oh Dios mío! ¡Es cierto! 

— Sal a desayunar, appá se molestará. - Kibum finalmente dice antes de salir y cerrar la puerta detrás de él. 

Me he quedado viendo fijamente el calendario. 6 de Junio de 2005… veo otra fecha, una que será en dos días más. 8 de Junio de 2005, el día que conocí a Jung Min. 

Mi corazón late rápido. Es decir que aún no lo conozco. De alguna manera, he regresado 15 años atrás, justo antes de que conozca a Jung Min. Antes del día en que los dos cruzamos caminos y nuestro futuro juntos comenzó. 

Respiro hondo. Volteo a verme al espejo. Mi rostro luce joven, sin las marcadas arrugas que el tiempo y el estrés se han encargado de hacer surgir, y mucho menos las ojeras que en los últimos años se han negado a desaparecer. 

Sonrío. Es bueno ver al antiguo yo. ¿Cómo es que desapareció? Extrañaba demasiado ver ésta imagen en mi espejo. 

De nuevo veo el calendario. Solo los días más para conocerlo. ¿Valdrá la pena volver a hacerlo? ¿O es mi oportunidad de corregir todo lo malo en mi vida? Tal vez si Jung Min y yo no nos hubiéramos conocido…