¡Uf! Eso de reorganizar el restaurante
por la ausencia de uno de los empleados, si que es realmente cansado. Tener que
aguantar las protestas por el cambio de horarios es difícil, pero bueno, ya
parece estar todo solucionado.
Gracias por esperar chicas, ¿qué
tal le quedaron las malteadas a Shin Dong? ¿Sí? Que bien, entonces merece un
aumento! Jajaja, no es cierto, ya gana suficiente, no puede recibir otro
aumento por lo menos en un año!
Bueno, pero ustedes no
vinieron a hablar sobre los asuntos financieros del “Sichul”, vinieron a hablar
sobre la pareja...
¿En que me quedé? ¡Ah! Es
cierto, en ese pequeño error que cometió Ki bum al llamarme por mi nombre
frente a Yunho y su prometido.
-Está bien, te diré la verdad...-
Respiré hondo, observé fijamente a Yunho. Él tampoco
despegaba la vista de mí, lucia bastante serio, pero su tierno novio quitaba
toda la solemnidad a su alrededor. Tenía sus manos alrededor de su brazo,
recargaba su mejilla sobre su hombro de forma muy posesiva y cariñosa, con una
enorme sonrisa en su rostro.
-En realidad no hay negocio
con China.- dije claramente, no parece sorprendido así que continúo- en
realidad, lo que necesito es entrar a la mansión de los Kim. Tengo que llegar a
Heechul.- Yunho levantó una ceja y preguntó:
-¿Y porqué?...-
Volví a respirar hondo,
voltee a ver a Ki Bum unos segundos y regresé mi vista a Yunho. Comencé a
contarle toda la historia en medio de exclamaciones de asombro y un poco
escandalosas de su prometido. Para cuando terminé de contarle todo, Jae Joong
lloraba y secaba sus lágrimas con el pañuelo de Yunho.
-El señor Kim es muy malo...-
sollozaba...- ¿cómo puede hacerle eso a sus hijos?...- se sonó la nariz...-
Bummie, ¿en verdad te vas a casar con un americano?...- volteó a ver a Ki Bum,
éste solo asintió con la cabeza, Jae volvió a llorar...- No Bummie, no lo
hagas, no serás feliz...- de pronto Yunho carraspeo para hacer que su prometido
dejara de hablar... y se dirigió a mi
-¿Y como piensas ayudar
Heechul y a Ki Bum? Después de entrar a la mansión ¿qué pensabas hacer?...-
-Aún no lo sé. Por el momento
sólo quiero sacar a Hee de ahí.- Ki Bum interrumpió
-Papá lo tiene encerrado en
su habitación. No ha podido salir desde ayer.- de nuevo Jae Joong exclamó
alarmado y comenzó a sollozar...
-Boo...- Yunho volteó a
verlo, parecía un poco cansado de escucharlo llorar, pero en cuanto su
prometido levantó la mirada para verlo, la expresión le cambió por completo...-
no llores Boo, tus ojitos se te van a poner rojitos, anda deja de maltratar tu
lindo rostro así...- le dijo acariciando su rostro...
Para ser sincero, Ki Bum y yo
nos volteamos a ver un poco incómodos. ¿Quién no se sentiría incómodo viendo a
un hombre como Yunho siendo tan... consentidor y apapachador con su prometido?
Después del momento incómodo,
la plática continuó con un Jae Joong hipeando y tratando de secar sus lágrimas.
-Es difícil que puedas entrar
a la mansión, el señor Kim sabe lo que tiene...- sonrió y volteó a ver a Ki Bum
de reojo, éste se sonroja
-Lo sé, pero aún así quiero
intentarlo- contesté un poco desesperado
En ese momento, yo ya no
sabía cuales eran mis posibilidades. No sabía si Yunho podría, y sobre todo si
iba a querer ayudarme.
Lo vi respirar hondo, volteó
de nuevo a ver a su prometido, finalmente regresó su vista hacia mi.
-Bien, vamos a hacer esto...
–
Me quedé realmente
sorprendido, ¡iba a ayudarnos!
-Siwoniee...-
-Oh! Princesa, ¿qué pasó?...-
-¿Aún sigues con las
chicas?...-
-Si, les estoy platicando mi
encuentro con Yunho y su prometido...-
-Oh! Yunho... mmm, Yunhooo *ojitos brillosos* .-
-OYE!...-
-Jajajaja que simple eres
Siwon, sabía que ibas a reaccionar así!...-
-¿En serio? ¿Lo sabías?...-
-Si... –
-¿Sí?...-
-Kyaaaaaaa no!! Cosquillas
no!!! Kyaaaa....-
-Es tu castigo por ponerme
celoso...-
-Jajaja Ya! Ya! Me muero!! Cosquillas no!!...-
-Bueno ya, te dejo. Por
cierto, ¿no deberías estar atendiendo mesas?...-
-Ash! ¿En serio tengo que
trabajar hoy?!...-
-Hee, es necesario, Henry no
vino y Nari no está familiarizada con el restaurante aún-
-Pero... ¿no recuerdas lo que
pasó la última vez que lo hice?...-
-¿Qué cosa?...-
-Cuando ese señor se atrevió
a tocar mi barriguita de embarazado, y dijo cosas muy sucias... *puchero *-
-Arrg! Tienes razón! Mejor
siéntate tu y termina de contarles a las chicas!...-
-Está bien, suerte Siwon *sonrisa *-
Qué fácil es hacer que mi
caballito trabaje por mí! Solo basta con recordarle las veces que se han
querido propasar conmigo y de inmediato se ofrece a servir mesas en mi lugar.
¿Huh? ¿Qué? ¿Qué me ven? Ah!
¿están esperando que les siga contando? Ja! ¿Después de cómo me trataron?! No!
Además, Siwon aún no me da lo que me prometió! Mejor me voy a seguir cuidando a
mis hijos... ¿Qué? No me sigan!
Ya les dije que no les voy a
contar nada! ¿Huh? ¿Qué es eso? ¿Es para mí? ¿Un regalo? A ver, déjame
abrirlo!!
¡Oh Dios!! ¿Esto es cashemir?
¡Pero que lindo chaleco! Chicas! No se hubieran molestado, mira nada más,
comprarme un regalo tan caro, que lindas!
¿Quieren que les siga
contando la historia? ¿Si? Que bien! Vengan! Tomen asiento, aquí podemos
vigilar a los niños mientras juegan. ¡Waw! ¡Aún no puedo creerlo! Un chaleco de
cashemir!
¡Ah! ¡Sí, tiene razón!, ¡la
historia! Bueno, como les dije la otra vez, le entregué a Ki Bum un papel para
que se lo entregara a Siwon.
-Ki Bum, escúchame bien...-
asintió con la cabeza...- tienes que entregarle éste papel a Choi Siwon...-
Ki Bum era mi única esperanza
en ese momento. Sólo él podía ser el contacto con Siwon, quien se había
convertido en mi escapatoria, tal vez él podría encontrar la manera de
ayudarnos a evitar esos matrimonios que mi padre estaba queriendo imponernos...
Bummie se me quedó viendo un
poco confundido. Tenía el papel doblado en su mano, lo observó unos momentos y
estuvo a punto de abrirlo.
-¡Hey! No seas curioso, es privado...-
-Oh, lo siento, pero ¿quién
es Siwon?...- al escuchar su nombre una leve sonrisa se me dibujó en los labios
Es que me imaginé su cara
cuando leyera el papel que le había enviado. Seguro rodaría sus ojos y
sonreiría. Volví a pegar la palma de mi mano sobre el vidrio de la ventana. Ki
Bum hizo lo mismo sobre mi palma.
-Es un chico que me ayudó
cuando más lo necesitaba...- sonrío...- es muy tonto, todos se aprovechan de su
amabilidad. Pero también es muy cálido, y siempre sabe cuando la gente necesita
de él...- terminé de decir eso y aún estaba sonriendo...
Reaccioné un poco confundido
por haberme expresado así de él cuando vi a mi hermano fruncir el ceño
extrañado y ladear su cabeza.
-Bueno, lo importante es que
tienes que darle ese papel...- regresé a mi escritorio y en otro papel apunté
la dirección...- lo puedes encontrar ahí, su restaurante se llama “El Choi”...-
mi hermano leyó la dirección...
-Está bien, ¿pero estas
seguro que él va a ayudarte?...- sonreí de lado
-Si, estoy seguro...-
-Bueno, entonces lo iré a
buscar mañana, ¿de acuerdo?...-
-De acuerdo...- sonreí
emocionado
Suspiré esperanzado en que él
pudiera ayudarme. En verdad no quería casarme con Hangeng. Me recargué en el
marco del ventanal, y me deslicé lentamente hasta sentarme en el piso, mi
hermano hizo lo mismo. Nos quedamos en silencio sin decir nada, solo viéndonos
fijamente.
-Blanca nieves...- rompí el
silencio...- ¿en verdad vas a casarte sin luchar?...- le pregunté, suspiró,
recargó su cabeza sobre el ventanal...
-No tengo otra alternativa
Rella. Papá ya tiene todo preparado, no puedo hacer nada...- giró su rostro
hacia mí...- ¿cómo podría hacer algo? Papá controla todo lo que hacemos...-
apreté los labios
Mi hermano tenía razón, papá
tenía el control de todo. Por eso cuando escapé de mi boda, ni siquiera me
moleste en buscar dinero o alguna cuenta bancaria mía.
La realidad es que mi padre
compraba todo, muy pocas veces nos había dado dinero en efectivo o alguna
tarjeta crédito, la mayoría de las veces él se encargaba de todo, o
simplemente, íbamos de compras y después le enviaban las facturas a él.
Éramos realmente como
nuestros apodos, unas princesas al cuidado del rey, y ahora además, vivíamos
encarcelados en nuestro castillo.
-Pero tu quieres a Hangeng,
será muy difícil vivir con otro hombre, queriéndolo a él...-
-Tal vez...- suspiró...- tal
vez el chico no sea tan malo y me enamore...- contestó con un dejo de tristeza
en el tono de su voz... me acerqué al ventanal, justo en donde estaba sentado
él...
-Siwon nos ayudará. No tienes
porque casarte sino quieres. Eres muy joven aún, podemos encontrar otra
solución. ¿Confías en tu hermano mayor?...- sonrió levemente...
-Si...- contestó
Estuvimos ahí sentados,
conversando, hasta que escuchamos el ruido de la puerta de mi recámara. Rápido
cerré las cortinas y corrí a sentarme a mi cama. Mamá entró con una charola. En
ella había una taza de té. La puso sobre la mesa y luego fue hasta mi cama, se
sentó junto a mí.
-Hee, ¿en dónde estuviste?
Tenías muy preocupada a tu mami...- acomodó mi cabellos detrás de mis orejas...
mamá siempre ha dicho que odia que mi rostro se tape con mi cabello largo.
-Lo siento mami...- solo
contesté eso, no quería contarle nada.
-Hangeng estaba muy
preocupado. Cuando regresó a la iglesia, estaba pálido, empapado por completo.
Pobre chico, después de ese día parecía zombie, todo ojeroso...-
Por un momento me sentí
nervioso con lo que mamá me contaba, pero luego recordé que todo era solo una
transacción, claro que estaba preocupado y ojeroso, su transacción se le había
escapado!
-Es un mentiroso! No quiero
casarme con él!...- comencé a decir enojado...- Mami, déjame salir de aquí. Por
favor, no quiero casarme... por favor...-
Suspiró, regresó a la mesa,
tomó la taza de té, puso un poco de azúcar, meneó la cuchara y regresó.
-Ten cariño, bebe un poco de
té te hará bien.- apreté los labios, asentí con la cabeza.
Tomé la taza que mamá me
ofrecía. Bebí uno, dos, tres sorbos y comencé a sentirme soñoliento. Los ojos
se me cerraban del cansancio, mamá tuvo que quitar la taza de mis manos y me
ayudó a recostarme en mi cama. En poco tiempo me había quedado profundamente
dormido.
-¡Papi!...-
-Hola mi amor, ¿cómo te has
portado?...-
-Bien papi, Minki y Siwan me
prestaron sus cuentos, mira...-
-Ay que lindos!...-
-Hola Bummie, ¿dónde
estabas?...-
-Hola Rella, yo... –
-¿Por qué hueles a jabón
corriente?...-
-¿Eh? Bueno... es que...-
-¡No me digas! Kevin me dijo
que estabas peleando de nuevo con Han, me imagino que ya se reconciliaron...-
-¡Rella!...-
-Ay, ni me lo niegues, el
olor a *jabón chiquito te delata...-
-¡Ah!! Mejor no discuto
contigo esa clase de cosas!...-
-Sí, si, como tu digas.
Bueno, ¿qué vas a hacer? ¿te vas a llevar a Kevin o lo vas a dejar que duerma
con los niños hoy?...-
-No, me lo voy a llevar,
Hangeng dice que ya ha sido mucho encaje con ustedes..-
-Bueno, como quieras, a Siwon
no me molesta cuidar de los niños...-
-Jaja, lo sé, gracias. Kevin,
vámonos, tu papá nos está esperando en el carro...-
-No kero...-
-Anda, que papá nos llevará a
cenar y a comprar un helado...-
-Wiiii!!!...-
-Me voy, me despides de
Siwon, adiós chicas...-
-Si, si... adiós...-
-Wiii!! Papi!!...-
-Dime corazón...-
-¿Después podemos ir a
visitar a Kwanghee y sus papás?...-
-¿Kwanghee?...-
-Si... es que... -
Que lindo se ve mi Blanca
nieves con su pequeño, ojala pudiera dejar de pelearse con Hangeng, pero bueno
algunas personas prefieren las reconciliaciones JAJAJAJAJAJA.... ¿Qué? Ay! Que
poco sentido del humor tienen...
Mejor les sigo contando...
Después de que me quedé
dormido, no desperté hasta el día siguiente cuando una de las mucamas me llevó
el desayuno. Tenía un dolor de cabeza que no me dejaba pensar, me tenía de muy
mal humor.
Además había despertado muy
tarde, no sabía si Ki Bum ya había ido a buscar a Siwon, si había ido a la
terraza a tocar mi ventana, nada, no sabía nada, había quedado tan
profundamente dormido.
Al terminar mi desayuno, de
nuevo comencé a sentirme muy cansado. No tenía ganas de hacer nada. Mi mente me
decía que buscara una manera de poder salir de mi recámara, en verdad me sentía
muy débil y cansado. De nuevo me quedé profundamente dormido.
Así estuve no se cuantos
días, solo despertaba cuando alguien entraba a la habitación para dejarme mis
alimentos o medirme el traje para la boda. Yo comenzaba a sentirme como un
zombie, todo el tiempo como si estuviera flotando.
Completamente sin fuerzas,
sin ganas de salir de la cama. Yo no sabía lo que estaba ocurriendo conmigo,
llegué a pensar que tal vez en verdad estaba deprimido. Después me enteré de
que me estaban dando pastillas en los alimentos para mantenerme calmado, pero
eso no lo supe hasta mucho tiempo después.
No sé cuantos días habían
transcurrido, el sol parecía que comenzaba a ocultarse, estaba sentado en mi
cama viendo hacia la ventana, acababa de tomarme una taza de té.
La taza aún estaba entre mis
manos, luchaba por mantenerme despierto, y para tener algo en que mantener
ocupada mi mente, comencé a golpear la taza en los tubos de la cama, como si
estuviera en la cárcel, observando como mi mano se movía lentamente de un lado
a otro.
Mi mente estaba un poco
desordenada, por momentos pensaba en tonterías como en cuantos barrotes tenía
mi cama, y que pasaría si golpeaba más fuerte la taza contra ellos; o en si Ki
Bum había entregado mi nota; o si Hangeng vendría a verme antes de la boda; o
si Siwon había decidido no venir por mí.
Pero la mayoría de las veces
mi mente estaba vagando en pensamientos extraños.
Seguía golpeando suavemente
la taza en los barrotes de mi cama cuando de pronto escuché un golpe en mi
ventana, y leve susurro.
-Dios! Que hermoso, ¿por qué
no te casas conmigo?...-
Levanté mi vista. Parado en
la terraza, con sus manos recargados en el vidrio, con su boca abierta, estaba
él, Siwon. En cuanto vio que lo observaba, cambió su expresión embobada y me
sonrió ampliamente.
-Siwon...- murmuré, la
verdad, no sé si lo dije, tenía tanto sueño...
Como pude me levanté de la
cama, sosteniéndome de los muebles me acerqué al ventanal. Cuando estuve frente
a él. Sosteniéndome del vidrio sonreí. Veía todo borroso, pero sabía que era
él. Un rayo de esperanza apareció.
Mi corazón se aceleró un
poco, lo poco que las pastillas lo permitieron. Ladee mi cabeza.
-Siwon, viniste...-
-Si Heechul, aquí estoy.-
sonreí...
Pero el sueño me estaba
venciendo, así que me recargué en el marco de la ventana y comencé a deslizarme
hasta el piso. Siwon me siguió hasta quedar en cuclillas, en la terraza
observándome.
-Heechul, ¿qué te pasa?...-
escuché su voz a lo lejos.
-No sé...- contesté...- tengo
sueño, estoy muy cansado Siwon.-
-Rayos!.- se escuchaba
molesto, preocupado.
Estaba quedándome dormido de
nuevo aunque intentaba mantenerme despierto con todas mis fuerzas. Seguía
escuchando su voz a lo lejos.
-Princesa, escucha...- sonreí
cuando lo escuché decirme así...- voy a sacarte de aquí.- creo que asentí con
la cabeza, pero no estoy seguro...- alguien me ayudará a crear el momento
apropiado.- aunque me sentía como en sueños, mi mente aún estaba preocupada por
mi hermano, así que murmuré...
-Bumie...-
-No te preocupes por él.
Estamos buscando una solución para él, precisamente por eso no puedo llevarte
ahorita, tenemos que arreglar todo para que pueda irse. ¿Entendido?...- volví a
asentir...- Bien...- lo escuché suspirar preocupado...- Hee, intenta regresar a
tu cama. No puedes quedarte ahí.
Como pude comencé arrastrarme
de regreso a mi cama, la verdad, no sé si llegué, o alguien más me subió a mi
cama; lo único que sé es que a la mañana siguiente desperté entre las sábanas
con el olor del desayuno preparado para mí.
Pero comenzaba a perder el
apetito, así que no provee nada, solo tomé el jugo de naranja; tenía vagos
recuerdos de Siwon parado frente a mi ventana y de la conversación con él, no
estaba seguro, de todos modos no podía decirle a nadie. Pero de una cosa si
estaba seguro, de lo feliz que me había sentido de haberlo visto.
Después comprobé que no había
sido un sueño. Dos días después volvió a aparecer frente a mi ventana, solo que
ésta vez yo no pude levantarme de la cama para ir hasta ahí, mis ojos se
cerraban cuando lo vi.
-Princesa..-
-¿Qué paso Siwon?...-
-Es tarde, deberías llevar a
los niños a la casa.-
-Oh! Es cierto!...-
Chicas, después les seguimos
contando, es muy tarde, los niños ya deberían estar en casa, van a caer
rendidos de tanto jugar.
Por cierto, gracias otra vez
por mi regalo, no deberieron molestarse. En agradecimiento, les doy la
oportunidad de que visiten a Donghae, yo sé que se mueren por saber de ellos.
Entiendo que los extrañen,
tampoco soy un ogro de mal corazón. Anden, vayan a verlos. Nos vemos después.
-Niños! Despídanse, nos
tenemos que ir!...-
-Shi papi!-
Ayos chicas! Ayos!! Ayos!!
-Ya, ya... anden recojan sus
cuentos y juguetes...-
2 Comentarios
Bueno~ como el MP de actu en hato estaba mal, me vine al blog XD
ResponderEliminarEs que me dio flojera buscarle en hato x'D
Muy lindo e.e
Maldita vieja, estaba drogando a su hijo! o bueno, era para tenerlo tranquilo, pero droga al fin (?)
Bueno, gracias por el MP igual :D
Bye~~
Abril_DMS
"Entiendo que los extrañen, tampoco soy un ogro de mal corazón. Anden, vayan a verlos. Nos vemos después.
ResponderEliminar" UN OGRO? NO ...ERES UNA PRINCESA!!MIS AHORROS DE MEDIO AÑO SE FUERON PARA PONER EN LA VACA ESA CHAQUETA...PERO BUENO, TODO SEA PARA QUE SIGAS CONTANDO LA HISTORIA, DESPUES NOS QUEDABAMOS SIN UNA VERSION..
Y AHORA!!! EL EUNHAEEEEEEEEEEEEEE MONITOOOOOOOOOOOOOOOOOOESPERAPOR MI!!!!.... ME LLEVARE LOS BOXER DE HYUK EN LA PROXIMA VISITA....-.- NO TENGO NADA DE SU CASA~