Tenías que ser Tú... Capitulo 07

Después de más de 15 años, mis padres finalmente se reencontraron, aunque mi papá no sabía aun que yo era su hijo, pero bastó solo una noche para darse cuenta de que appá era ese chico que años atrás lo había dejado realmente intrigado y de quien no recordaba casi nada.

Appá dejó atrás sus inhibiciones, y debo admitir que el hecho de que pudiera escuchar los pensamientos de papá ayudó mucho, se dio cuenta de que no era como él pensaba y que papá en realidad estaba interesado en él.

Jung Min (POV)

Sus labios saben a vino tinto, mezclado con un poco de especias, y son tan suaves y delicados al moverse. Y traen a mí una sensación de familiaridad. Como si antes los hubiera besado.

Y entonces… algo golpeó de pronto en mi mente, imágenes de ese lunar cerca de su ombligo, pero en un lugar y una situación diferente… en mi cama, con mis manos tocándolo, mis labios besándolo…

Rompo el beso. Estoy demasiado sorprendido. ¿El abogado cosita sexy es ese chico?

— Hyung Joon…- susurro sobre sus labios

Puedo sentir mi corazón latir muy rápido. Es él. ¡Dios! No puedo creer que después de tantos años finalmente lo he encontrado.

Hyung Joon levanta la mirada, frunce el ceño como si estuviera confundido. Tal vez está pensando porque he dejado de besarlo cuando él aún tiene sus brazos enredados en mi cuello. Llevo una mano a su mejilla para acariciarlo.

Quiero grabarme su rostro, esta vez no quiero olvidarme de él. Hoy he tomado mucho, y no quiero que eso vuelva a ocurrir. Aunque no he tomado tanto como aquella noche, era muy joven y mis amigos prácticamente me obligaron a terminarme un barril de cerveza solo.

Hyung Joon abre muy grande los ojos, es curioso, en verdad siento como si estuviera intentando leer mis pensamientos. Y eso solo lo hace más interesante.

— Hyung Joon… ¿en verdad quieres hacer esto?- le pregunto

Se me queda viendo fijamente unos segundos, no recuerdo haber estado tan nervioso antes. ¿Y si dice que no? Respiro hondo, si dice que no debo entenderlo, pero no me daré por vencido, no ahora que creo que él es ese chico.

— ¿De verdad?- ladea su rostro para verme fijamente

— De verdad, ¿qué?- no entiendo de que está hablándome, niega con la cabeza

— Nada…- suspira hondo antes de pegar su cuerpo más al míos, restregándose en mí— solo llévame a tu casa- susurra antes de morder mi oído

¡Oh Rayos!

Me estremezco sujetando con firmeza a Hyung Joon. Mi pene se ha puesto duro, y sé con exactitud que lo ha notado porque ahora ha comenzado a restregarse contra mí provocándome. Aprieto los labios con fuerza para no gemir frente a toda la gente que camina por la calle.

— B-bien- tartamudeo un poco antes de girarme y comenzar a caminar hacia mi auto

Escucho a Hyung Joon reír, burlándose un poco de mi situación, y en verdad es la risa más hermosa que he escuchado en toda mi vida, sobre todo porque sé que me ha costado mucho tiempo y trabajo conseguir que deje de tratarme con indiferencia.

Su risa suena como si yo estuviera en el cielo…

El regreso a casa fue un poco complicado, la mano de Hyung Joon nunca se despegó de mi pierna, una suave caricia que recorría el interior de mi muslo, desde la rodilla hasta casi llegar a mi cada vez más notoria erección.

— ¿Estas es tu casa?- lo escucho preguntar cuando estaciono mi auto en el garaje

— Si, esta es- contesto

Hyung Joon parece sorprendido cuando abro la puerta y baja del auto. Observa todo a su alrededor.

— Pensé que vivirías en un departamento- sonrío

— Oh, crees que soy un hombre de estereotipos- le digo, lo veo sonrojarse

— No, es solo que…

— Creíste que viviría en un departamento de soltero o algo así- asiente un poco apenado

— No eres lo que pensaba…- murmura

No sé si brincar de alegría al sentirme triunfal ante sus palabras, o simplemente sentirme aliviado de que no siga pensando así de mí.

De pronto Hyung Joon se gira hacia mí, sin darme tiempo de nada, de nuevo sus brazos se enredan en mi cuello y sus labios reclaman un beso de los míos.

No quiero separarme de él, así que como puedo saco las llaves del bolsillo de mi pantalón, aunque resulta un poco complicado tomando en cuenta que sigue restregándose contra mí, su pierna subiendo en mi cadera para tener más espacio y mejor contacto entre los dos.

— Cariño…- susurro— espera, solo déjame abrir…- se detiene y separa solo lo suficiente para darme espacio para que abra la puerta

No puedo evitar sonreír cuando apenas la puerta se abre, y se impulsa para brincar sobre mis caderas. Lo sostengo de las caderas. Puedo sentir a mi corazón latir fuerte, Hyung Joon comienza a ser muy demandante, y empiezo a sentirme un poco inseguro, ¿y si no soy lo que él espera en realidad?

Entro a la casa y camino hacia mi habitación. Sus manos comienzan a tirar de mi camisa descubriendo mi pecho, puedo sentir las palmas sobre mi piel, explorando, acariciándome.

— Jung Min… deja de pensar tanto…- susurra con la voz entrecortada— solo… solo tómame

¡Dios! Sus mejillas están sonrojadas, su respiración entrecortadas. Mi abogado cosita sexy se mucho más sexy de lo que es siempre.

Con cuidado lo pongo sobre mi cama antes de dar un paso hacia atrás para quitarme por completo mi camisa. Me detengo unos momentos para observarlo sobre el cobertor rojo de mi cama. Muerde su labio incorporándose un poco, mi mirada fija en sus manos que poco a poco desabrochan los botones de su camisa.

Humedezco mis labios al ver su piel blanca al descubierto para mí. Respiro hondo. Sonrío un poco cuando desliza la camisa por sus brazos y la deja caer al piso de mi habitación. Mis ojos recorren todo su pecho, sus dos rosados pezones, su abdomen un poco marcado…

Paso saliva ansioso, acercándome a la cama. Me inclino sobre él para darle un beso en los labios, bajo un poco más y dejo otro beso en su pecho.

Mis manos desabrochan la hebilla de su cinturón y el botón de su pantalón. Bajo un poco más para observar como sus pantalones dejan su lugar.

Si… ahí está… ese lunar cerca de su ombligo. No puedo evitarlo, me inclino más y paso mi lengua por esa pequeña marca.

— Nnnnh- lo escucho gemir

Cierro los ojos al recordar su voz, aquel momento hace más de 15 años.

Papá estaba completamente seguro en ese momento, de que appá era ese chico. Y puedo decir que papá era completamente sincero también y appá así lo sabía, podía escuchar sus pensamientos y sabía sus miedos, sus emociones.

Hyung Joon (POV)

*Si… ahí está… ese lunar cerca de su ombligo… *

Me estremezco cuando su lengua lame mi lunar. Y por todo lo que he estado escuchando en su mente la sensación se hace aún más intensa. De pronto me he dado cuenta de que en realidad Jung Min no es como yo pensé y estoy demasiado contento con eso.

He pasado los últimos 15 años odiándolo, pensando que era un tipo a quien no le importó con quien se había acostado, y que me había evitado los días siguientes porque simplemente no quería nada que ver conmigo.

Ahora sé que había estado equivocado…

*Dios, es tan hermoso… tal y como lo recuerdo. No puedo entender porque nunca pude recordar su rostro, si es lo mejor que me ha pasado en mi vida*

— Miin…- gimo

Tengo los ojos llenos de lágrimas.

*Estoy nervioso, no quiero arruinar éste momento, pero quiero decirle tantas cosas. ¿Se acordará de mí? ¿Pensará que soy un imbécil por no recordarlo? ¿Será por eso que siempre me ha tratado con la punta del pie?*

Sujeto su rostro con las dos manos y hago que me vea fijamente a los ojos. Jung Min luce sorprendido.

*¡Oh Diablos! Lo he echado a perder*

Sonrío. Acerco su rostro al mío y le robo un beso.

— Deja de pensar tanto Jung Min, solo hazlo, yo quiero, lo deseo…

— Rayos cariño, estoy nervioso- sonrío

— Lo sé

— ¿En serio?

— Imagino que debe ser extraño para ti que yo esté aquí ahora, después de todo lo que hemos pasado- me encojo de hombros

— Si, lo es… pero también es algo más

*Debo decirle, no puedo seguir con esto sin decirle, no me sentiría bien*

De nuevo sonrío. Definitivamente Jung Min no es el hombre que creí que era. En verdad tengo ganas de llorar, ahora me siento idiota por haber guardado tan rencor en su contra.

— Te escucho…- murmuro

Jung Min se gira en la cama apartándose de entre mis piernas para sentarse a un lado. Extiende su mano hacia mí para que yo haga lo mismo. Muerdo mi labio ansioso esperando a que diga algo.

— Hace más de quince años- comienza a decir— cuando estaba en la Universidad, fui parte de una fraternidad- asiento con la cabeza, eso lo sé— teníamos una tradición, cada año, cuando chicos nuevos llegaban a la fraternidad, cuando pasaban todas las pruebas y novatadas, teníamos una gran fiesta que duraba días- sonrío, sí recuerdo eso, Jung Min me ve fijamente, su rostro muy serio— cuando estaba en segundo año, yo ya no era un novato así que tenía autorizado embriagarme todo lo que quisiera- levanto una ceja— y bueno, creo que prácticamente me terminé un barril yo solo, al segundo día de fiesta yo estaba completamente out, no recuerdo mucho de lo que pasó los siguientes días…- tengo la boca abierta un poco sorprendido por lo que está diciéndome— No soy de esas personas a las que se les nota mucho, ¿sabes?, al contrario me vuelvo un poco más conversador y…

— Coqueto…- completo su idea

— S-si

— Te acercaste a mí siendo coqueto, diciéndome muchas cosas lindas, asegurándome que era el amor de tu vida, hiciste planes conmigo al terminar tus estudios…

La voz se me corta. Tengo un nudo en la garganta al recordar lo que pasó. Jung Min baja la mirada.

*Soy un idiota.*

— Lo siento… yo… - levanta la mirada de nuevo— te juro que cuando la cruda pasó, intenté buscarte, en verdad lo hice

*Por favor créeme*

— Solo que no recordaba tu nombre, ni tu rostro. Solo tenía en mi mente esa noche, lo increíble que se había sentido… lo que sentí aquí- me dice llevando una mano a su corazón

— Min…- susurro

— Créeme cariño, es la verdad- de pronto baja de la cama y se pone de rodillas frente a mí

Estoy sorprendido por su acción. La persona que creí que era un engreído está ahora frente a mí de rodillas, pidiéndome que crea en él.

— Y-yo…- extiendo mi mano hacia su mejilla

— No te pido que me ames, eso sería algo descabellado, solo te pido que creas en mí, que me des la oportunidad de demostrarte que no te miento- paso saliva nervioso

*Por favor hermoso, solo di que sí*

Sonrío levemente al escuchar sus pensamientos. Mi corazón está latiendo muy rápido, me inclino hacia él y contesto a su impaciente pregunta con un beso.

Jalo de él hacia mí, poco a poco me recuesto de nuevo en la cama. Las manos de Jung Min recorren mi piel, llegan a mis pantalones y terminan de quitarlos por completo.

*Lubricante…*

Parpadeo un poco sorprendido, abro los ojos cuando lo escucho, pero él está concentrado dejando un camino de besos en mi pecho hacia mi entrepierna, sonrío un poco divertido cuando noto que una de sus manos a tientas busca en su buró.

Estiro la mano y tomo la botellita de lubricante y se la entrego, levanta el rostro y sonríe amplio.

— Gracias

— De nada

De nuevo baja el rostro y continúa lo que estaba haciendo, muerdo mi labio cuando uno de sus dedos humedecidos con lubricante comienza a empujarse dentro de mí. Su lengua recorriendo mi pene, enviándome sensaciones por todo mi cuerpo.

— Min…- jadeo cuando su boca cubre mi erección

Su dedo comienza a entrar y salir de mí, girándolo, tocando mi punto dulce. Haciéndome recordar lo mucho que necesitaba esto. No es que Jung Min hubiera sido el único en mi vida, pero ¿cómo olvidar al padre de tu hijo?

Sujeto las sábanas con fuerza cuando un segundo dedo entra a realizar el mismo trabajo, prepararme y extenderme para él. Puedo sentir como se mueven, se abren y cierran, giran buscando tocar mi punto dulce para hacerme gemir.

*Quiero entrar… no creo poder durar mucho*

Muerdo mi labio. Escucharlo en mi cabeza me hace saber que él me desea tanto como yo a él, y en realidad me está llevando al borde.

— Min… por favor- murmuro empujando mis caderas

— Solo un poco más cariño, no quiero hacerte daño- niego con la cabeza

— No… por favor, ya no puedo más…- mi respiración está agitada

*¡Oh rayos! Casi termino antes de poder empezar*

Puedo sentir como sus manos se tensan por unos momentos. Apenas se relaja saca sus dedos de mi interior. Toma un preservativo, lo pone sobre su erección y luego esparce lubricante.

*Dios… estoy tan excitado… con calma Jung Min, con calma, no arruines el momento*

Sonrío. De nuevo sujeto su rostro para llamar su atención y hacer que deje de pensar tanto.

— Hazlo…- susurro

Puedo ver sus ojos oscurecerse más, muerdo mi labio cuando su pene empieza a penetrarme. Dejo escapar un gemido, mi cabeza cae en la almohada detrás de mí. Mis brazos se enredan en su cuello atrayéndolo hacia mí.

Sus labios rozan mi cuello al igual que su respiración pesada. Poco a poco entra hasta que puedo sentir sus testículos golpear en mis glúteos.

*Es mejor de lo que recordaba…*

— Voy a moverme…- me dice al oído

Simplemente asiento con la cabeza, estoy demasiado sobrepasado por las emociones y sensaciones que no puedo hilar palabras. Puedo sentir cada movimiento, cada vez que su erección toca mi punto dulce, y eso pronto me lleva al orgasmo.

— Hermoso… simplemente hermoso- sonrío al darme cuenta de que no lo ha pensado, lo ha dicho en voz alta

Sus labios dejando besos en mi cuello. Con cada beso y caricia puedo sentir el amor y el cuidado. No tarda mucho en seguirme y terminar. Con su respiración agitada sale de mi interior y se gira sobre el colchón para quedar junto a mí.

Sonrío cuando me atrae hacia él para abrazarme. Recargo mi cabeza sobre su pecho. Aun escucho su corazón latir rápido, su pecho sube y baja con su respiración.

— Tengo algo que decirte- las palabras salen de mi boca

— ¿Qué cosa?- pregunta aun sin poder bajar de su orgasmo

— Es algo sobre lo que pasó en la Universidad- continúo

— Bien… ¿qué es?- muerdo mi labio un poco ansioso

— Y-yo… tuve un hijo…- balbuceo

Puedo sentir como se tensa de nuevo. Mi corazón está latiendo muy rápido. Estoy nervioso por su reacción, pero debía decirle, aunque no sé si este es el mejor momento. Tal vez debí decirle antes de que tuviéramos relaciones, o tal vez unos días más adelante, no sé, pero debía decirle.

Si, appá no pudo encontrar otro mejor momento. Pero lo entiendo, debió haber estado muy preocupado, sabía que tarde o temprano papá se enteraría, sobre todo cuando tanto él como yo congeniamos desde el primer momento en que nos conocimos.

Solo esperaba ver cuál sería a reacción de papá. ¿Le creería que yo era su hijo? ¿Estaría dispuesto a tomar la responsabilidad? ¿Estaría feliz? ¿O simplemente lo vería como una carga que no esperaba?