Baby U... Capitulo 05

 


— Te envían ésto. — levanto la mirada cuando veo una paleta frente a mí. 

— ¿Quién? - frunzo el ceño. 

— Jackson. - Johnny me dice como si no fuera importante. 


Muerdo mi labio inferior, no sé si aceptarla. Es decir, casi no conozco a Jackson y me es un poco incómodo estar con él, pero es una Chupa Chups. 


— ¡Oh! ¡Jungwoo! - Johnny toma mi mano y pone la paleta. — ¡Rápido, que Doyoung me va a ganar!


Frunzo el ceño. Johnny ha puesto la paleta en mi mano, apurado para ir detrás de ese pobre chico que de pronto se ve perseguido por dos de mis amigos. Niego con la cabeza. Si yo fuera él, preferiría esconderme. Doyoung es muy malhumorado y Johnny es un coqueto. 


— ¿Qué haces? - Taeyong se sienta junto a mí. 


He estado la última hora sentado en una de las bancas del patio de la Universidad. Intento estudiar para el exámen que más tarde presentaremos, pero ha sido un poco imposible con tantas interrupciones. 


— Intento estudiar. 

— Mmmm… oye, ¿sabías que Wonu regresó? - volteo a ver a Tae. 

— ¿En serio? 

— Sí, lo acabo de ver. Ha entrado a estudiar Literatura. Minki se quedó molestándolo. - niego con la cabeza. 


A Minki le encanta molestar a Wonu por su forma de vestir. Es tímido y no le gusta ser el centro de atención, así que siempre se oculta tras sus lentes y suéteres. Minki siempre insiste en que lo deje hacerle un cambio de look. 


Recojo mis libros. Suspiro hondo antes de ponerme de pie. 


— Entonces será mejor que vayamos a rescatar a Minki antes de que Wonu lo empuje por las escaleras. - le digo a Tae y él empieza a reírse. 


Estoy a punto de irme, cuando alguien me corta el paso. Ruedo los ojos para mi mismo cuando me doy cuenta de quién se trata. 


— Hola Jonghyun, ¿te entregaron mi regalo? - levanto la mirada para verlo. 

— Sí, gracias. - sonrío. 

— He notado que te gustan mucho esas paletas. 

— Si, creo que tengo alguna especie de adicción. - contesto, mientras comienzo a caminar.


Intento verme apurado, pero Jackson comienza a caminar junto a mí. Taeyong camina del otro lado, puedo ver por el rabillo del ojo que está disfrutando mucho ésta situación e intenta contener su risa. Suspiro hondo. 


— Escucha,- Jackson de pronto dice. — en realidad estoy aquí para invitarte. 

— ¿Invitarme? - muerdo mi labio inferior un poco nervioso. 

— Sí. El fin de semana mis amigos y yo iremos de campamento. - voltea a ver a Tae por unos momentos y luego regresa su atención a mí. — Tal vez tus amigos y tu puedan unirse. 

— ¿Un campamento? ¡Eso suena divertido! - hago una leve mueca cuando escucho a Tae emocionado. — ¡Vamos Jonghyunie!

— No sé, no estoy seguro. - no quiero dar una respuesta ahora, necesito pensarlo y Tae con su entusiasmo me lo está impidiendo. 

— Será divertido. Estamos planeando hacerlo en el Monte Seorak. Con tiendas de campaña y todo. 


Aún no estoy seguro, pero Taeyong de pronto se pone entre Jackson y yo. 


— Hablaré con él, no te preocupes. - frunzo el ceño. — Y le diré a nuestros amigos, cuenta con nosotros. 

— ¡Tae! 

— Entonces, nos vemos en la explanada el sábado temprano. 

— Por supuesto, hasta el sábado. - Tae se despide. 


Volteo a verlo aún con el ceño fruncido. 


— ¿Por qué hiciste eso? 

— No seas aguafiestas. - Tae pasa uno de sus brazos sobre mis hombros. — Será divertido, además, Jackson no es feo, ¿por qué no le das una oportunidad? - hago una mueca. 

— No sé, no me siento cómodo con él… 

— Es buen chico, deberías abrirte un poco a él. - Tae insiste. Suspiro. Tiene razón, no tengo nada que perder. 

— Está bien. Vamos al campamento. 

— ¡Perfecto! - contesta antes de girarse y correr hacia Wonwoo y Minki están discutiendo. — ¡Chicos, vamos de campamento el fin de semana! - les dice. 


Niego con la cabeza cuando veo a Wonu y Minki dejar de discutir y comenzar a planear con Tae el fin de semana. De pronto mi celular vibra. Un mensaje ha llegado. Ruedo los ojos cuando veo el nombre de la persona. Minhyun. 


“Recuerda que paso por tí. No te vayas a ir antes.”


Hago una mueca. ¡Rayos! 


*****


El examen no fue tan complicado, de hecho he salido antes que mis amigos y estoy esperándolos en una de las bancas. Veo salir a Tae un poco decaído, al parecer no le fue tan bien, y de Minki mejor ni hablamos, él ni siquiera ha podido terminar la primera hoja del examen. Si tan solo estudiara más la teoría.


— ¿Tan mal te fue? - le pregunto a Taeyong que se sienta junto a mí. 

— Ni me lo recuerdes. - me dice. — Me duele la cabeza. Lo único que debo agradecer es que ha sido de opción múltiple, y eso me da un 50% de éxito. 

— Deberías haber estudiado. 

— Oye, estudié. - frunce el ceño. 

— Estudiar mientras Jaehyun está sentado junto a tí, no es estudiar. - me río. 


Taeyong se recarga en la banca, derrotado. 


— Tienes razón…- lloriquea. — ¿Por qué Dios lo hizo tan sexy? - no puedo evitar reírme. 


Estamos diciendo tonterías y riéndonos, cuando de pronto alguien se para frente a nosotros, y dice mi nombre. 


— Jonghyun. - levanto la mirada. — Te he estado esperando por más de 15 minutos. - hago una mueca. 

— ¡Oh! Hola, tu eres… - Taeyong lo señala. — Minhyun. ¿Aquí de nuevo?


Veo la hora en mi reloj. Es cierto, se me ha ido el tiempo. Definitivamente son mis pocas ganas de tener que irme con él. Suspiro hondo. Tomo mis libros y me pongo de pie. 


— Lo siento Tae, tengo que irme. 

— ¿Hmm? ¿En serio? Oh, bueno…- Taeyong se ha quedado un poco desconcertado, pero prefiero no decirle nada, no sé cómo explicarle que Minhyun venga a buscarme de nuevo a la Universidad. — Entonces, no se te olvide lo del campamento, dile a tu familia. 

— De acuerdo. - suspiro de nuevo. — Vamos. - le digo Minhyun. 


Apenas hemos avanzado unos cuantos pasos cuando Minhyun comienza a cuestionarme. 


— ¿Por qué no has salido? Te mande mensaje recordándote. He tenido que estar en el auto 15 minutos. - ruedo los ojos. 

— Se me fue el tiempo. - contesto. 

— ¿Y de qué campamento hablaba Taeyong? 

— Uno al que iré con algunos amigos. - contesto sin darle más información. 

— ¿En dónde será? Este tipo de cosas no las establecimos en el contrato. ¿Qué tal si necesito que estés aquí? 


Me giro para verlo. Estoy comenzando a arrepentirme del trato que hicimos. Con las manos en la cintura lo veo fijamente. 


— Tengo derecho a tener vida privada. - frunzo el ceño. 

— No cuando se supone que nuestros padres piensan que estamos saliendo. - Minhyun continúa caminando rumbo a su auto. — Los fines de semana tendríamos que salir como todas las parejas. 


Suspiro hondo. Está bien, tiene razón en ese punto. Pero aún así…


— ¿Por qué tardaste tanto? - un chico se asoma por la ventanilla de su auto. 

— Lo siento, tuve que ir a buscarlo hasta su salón. - Minhyun le contesta. 

— Así que…- el chico me ve de arriba a abajo y eso no me gusta. — Tu eres Jonghyun. Eres bastante simple. - sí, definitivamente no me agrada. 

— Y tu bastante corri…

— Jonghyun. - Minhyun me interrumpe, simplemente respiro hondo e intento olvidar el comentario. — Él es Jaehwan, va a acompañarnos hoy. 


En realidad no me interesa quien sea el chico en su auto, y mucho menos saber porque va a acompañarnos, yo lo único que quiero es que nos tomemos la foto rápido y llegar a casa pronto. Pero parece que hoy no es mi día. 


— Vamos a comprar un helado y así nos tomamos la foto. - me encojo de hombros y sin decir nada subo a la parte trasera del auto. 


El trayecto a la heladería ha sido bastante pesada. Ese chico Jaehwan no deja de hablar y al mismo tiempo de hablarme como si fuera un chiquillo. 


Tengo los brazos cruzados y el ceño fruncido. ¡No es mi culpa que él se sienta tan viejo que el tratarme como chiquillo lo haga sentir mejor!


— ¿Que van a ordenar? - el mesero se acerca a nuestra mesa con papel y pluma. 


Yo sigo viendo el menú. He decidido que si tengo que pasar éste momento amargo, por lo menos voy a disfrutar de un buen helado. Observo las diferentes opciones. No busco sabores, sino el helado más grande y…


— Yo solo uno sencillo. - Jaehwan dice. — Son demasiadas calorías, y mucho dulce. - frunzo el ceño de nuevo. 

— ¿Y tú? - Minhyun voltea a verme. 


Hago una mueca. Debo admitir que Jaehwan es un joven bastante guapo, y tiene una figura delgada y estilizada, pero… no importa, pediré lo que quiero. 


Bajo y cierro el menú.


— Quiero un rascacielos de chocolate y nuez por favor. - le digo al mesero. 

— ¡Oh Dios! ¿Es en serio? - Jaehwan exclama alarmado. — Es demasiado. 


Aprieto los labios, aunque pueda pensar que no voy a dejar que me afecte, en realidad empiezo a sentirme un poco cohibido. Bajo la mirada hacia el menú, extiendo mi mano para volver a tomarlo. Tal vez deba pedir otra cosa…


— Eso suena bien. - Minhyun de pronto dice mientras toma el menú antes que yo y se lo regresa al mesero. — Que sean dos, yo también quiero uno igual. - voltea a verme. — Cuando éramos niños, nuestros padres solían llevarnos cuando se reunían. El rascacielos era mi preferido cuando tocaba la heladería.  


Me quedo viendo fijamente a Minhyun. Había olvidado eso, es verdad, appá alguna vez me trajo con él a la heladería. Algunas de sus tantas reuniones con sus amigos, todos ya con hijos, así que muchos traían a sus pequeños, Minhyun uno de ellos. 


Frunzo el ceño cuando recuerdo que yo igual había pedido un rascacielo en una de esas ocasiones y él fue el causante de que se derrumbara y terminara comiéndome solo una bola de nieve. 


No ha pasado mucho tiempo cuando el mesero regresa con nuestro pedido. Estoy encantado. El rascacielos se ve delicioso. 


— ¿Cómo puedes comer así? - escucho a Jaehwan decir, pero trato de ignorarlo y seguir comiendo mi helado. 

— Me gusta. - Minhyun contesta. — Además, no es como si lo comiera todos los días. Creo que la última vez que lo comí tenía 15 años. 

— Bueno, los hombres pueden comer lo que sea y no engordan, pero los jovencitos debemos cuidarnos. - ruedo los ojos, es evidente que ese comentario ha sido dirigido a mí. 


Cuento hasta diez. Debo mantener la calma, si me molesto, el sabor de mi helado cambiará y no voy a disfrutarlo. 


Continúo comiendo, cucharadas grandes de delicioso chocolate… 


De pronto una mano lleva hasta mis labios una servilleta. Levanto la vista para ver que ha sido Minhyun. Me ha sorprendido. 


— Come bien, tienes helado en todo tu rostro. - Me dice mientras sigue limpiando mis labios y parte de mis mejillas. 


De pronto mi rostro se siente caliente y eso me pone un poco nervioso. De reojo veo a Jaehwan con el ceño fruncido, parece molesto y aunque me agrada la idea de hacer que se moleste, el simple hecho de pensar que pueda estar celoso de mí y Minhyun me provoca escalofríos. 


¿Minhyun y yo? ¡Iuuuu!


— Gracias, puedo limpiarme yo mismo. - Detengo la mano de Minhyun y tomo lo que pensé era una servilleta y ahora me doy cuenta de que es un pañuelo.. 

— Entonces hazlo tú mismo, y procura comer como adulto. - frunzo el ceño, me molesta que me traten como niño. 

— Ten…- extiendo mi mano con el pañuelo en la mano, pero Minhyun no lo toma, simplemente se le queda viendo. 


¿Por qué no lo toma? Veo el pañuelo. 


¡Ah! Entiendo. Está todo manchado… ruedo los ojos, lo doblo y lo meto en mi mochila. 


— Olvídalo, después te lo devuelvo. - le digo. 


Estoy molesto, sí, pero también me siento un poco apenado de haber ensuciado su pañuelo, eso sin tomar en cuenta de que Jaehwan no deja de observarme y tiene esa sonrisa burlona que está comenzando a fastidiarme. 


— Bueno. Ya que estás limpio. - Minhyun de pronto se acerca a mí, demasiado para ser exacto. 


¿Qué hace? Mi corazón empieza a latir muy rápido. Su rostro está demasiado cerca. Intento hacerme hacia atrás, pero ha puesto su brazo sobre mis hombros para detenerme. 


— ¿Qué…? 

— Sonríe. — De pronto dice y escucho un “click”. — Jonghyun, voltea a la cámara, así las fotos no saldrán bien. 


Parpadeo al escucharlo, volteo y es cuando me doy cuenta de que sostiene su celular frente a nosotros. 


Vaya, es eso… está tomando las fotos para las redes sociales. Respiro hondo e intento poner mi mejor sonrisa antes de escuchar el segundo “click”, y un tercero, cuarto, quinto… 


— ¿Cuantas fotos necesitas? - le digo sin dejar se sonreír. 

— Solo una más. - contesta de la misma manera. 

— Date prisa. Mi helado se derrite. 

— De acuerdo. - dice y justo antes de que pueda reacciona, se gira y me da un beso en la mejilla al mismo tiempo que se escucha un último “click”. 

— ¡Oye! - lo empujo. — ¡Debes avisarme! 


Minhyun simplemente se ríe y se aleja. Frunzo el ceño. Me ignora por completo y comienza a platicar con Jaehwan mientras le muestra las fotos que acaba de tomar; el mismo Jaehwan le ayuda a elegir la foto que subirá a su Instagram. 


Hago una mueca cuando de pronto voltea y le da un beso a Jaehwan. ¡Que asco! Quiero terminar de comerme mi helado, así que me giro un poco para intentar ignorarlos. Aunque es casi imposible. ¡Dios! Todos nos ven, y es obvio que soy la tercera rueda aquí. ¡Qué vergüenza! 

Publicar un comentario

0 Comentarios