Marry... Me... Capitulo 35 (Final)


Wonwoo (POV)
 
— Te voy a extrañar - appá me abraza fuerte. 
— Y yo a tí. - contesto, correspondiendo a su abrazo. 
— Por favor, llama cada fin de semana. 
— Lo haré. - appá me suelta, me da un beso en la frente y se gira a ver a Mingyu. 
— Cuida de él. - le dice.- es mi bebé…
— Lo haré, no se preocupe. - Mingyu sonríe  y abraza a appá. 
 
Han pasado dos semanas, por más que queramos no podemos quedarnos más tiempo, o perderemos el trimestre. En realidad no queremos que eso suceda, eso simplemente retrasaría nuestro regreso a Corea, así que a pesar de que Minwoo aún sigue en el hospital, nosotros estamos regresando a Estados Unidos.
 
— Cualquier cambio avísame. - le digo a appá.
— Por supuesto cariño. - appá acaricia mi mano.
— Usa protección siempre, no quiero un nieto tuyo hasta que termines de estudiar. 
 
Volteo sorprendido y sonrojado cuando escuchó al joven Donghae. 
 
— ¡Appá! - Mingyu está completamente rojo. 
 
El joven Donghae está pellizcando sus mejillas mientras le da toda clase de indicaciones, entre ellas, al  parecer que use condones, y eso me hace sonrojar también a mí. 
 
— ¿Qué? No estoy diciendo nada malo.- voltea a verme — Wonu es muy lindo, y te conozco Mingyu.
 
Volteo a ver a mi appá. No quiero hablar de estas cosas con él, pero parece que el joven Donghae simplemente no tiene filtro, ni pudor de hacerlo enfrente de todos.
 
— Wonu… - appá dice mi nombre.  
— Te juro que no he…
— No quiero saber, solo… cuídate por favor…- asiento con la cabeza. — bien, te amo. - vuelve a darme un beso en la frente. 
 
Sonrío un poco aliviado de que ese tema haya muerto tan rápido. Aunque Mingyu aún sigue como tomate. Me acerco a él y tomo su mano. 
 
— Vamos…- le digo. 
— Sí…
— Me muero por contarle esto a Jungwoo.  - digo intentando aguantarme la risa, mientras nos alejamos de nuestros appás.
— No te atrevas - Mingyu me dice - ¡Jungwoo le contará a Lucas!
— Lo sé. - sonrío. — me la debes. 
— ¡Pero no fue mi idea! ¡Fue de mi appá!- intenta defenderse.
— Como sea, me la debes. — insisto. 
— Eres un diablillo. 
 
Sonrío satisfecho, mientras camino hacia la puerta del avión que nos llevará de regreso a Estados Unidos. Volteo a ver a appá que sigue ahí, agitando su mano, despidiéndome. Suspiro hondo. Voy a extrañarlo mucho, al igual que a Minu y a Heecheol. 
 
Volteo a ver a Mingyu, quien está sonriendo, agitando su mano mientras le dice adiós a su appá. Suspiro de nuevo, pero ésta vez es diferente. Ésta vez me siento feliz y agradecido de ir con él, de tenerlo junto a mí. 
 
Un chico realmente atento, afectuoso, sensato y sagaz. Que me ama a pesar de ser tan inmaduro, caprichoso y aprehensivo; que pese a todo ha estado junto a mí en las buenas y en las malas. Y además, es realmente guapo. 
 
Sonrío sin dejar de ver su rostro, de pronto voltea. 
 
— ¿Listo para irnos? 
— Sí. 
— Entonces, vamos.- de nuevo caminamos rumbo al avión. 
 
No sé qué pasará con nuestra relación, sé que aún somos muy jóvenes, pero intentaré crecer y madurar para resolver cualquier diferencia que tengamos, y así mantenernos juntos por mucho tiempo, si es posible, por el resto de nuestras vidas. 
 
Hyung Sik (POV)
 
Estoy muy nervioso. 
 
Han pasado dos semanas desde que todo ocurrió, Minwoo ha estado sedado, para evitarle mayor sufrimiento los médicos decidieron mantenerlo así. Hace unos días, después de tanto, y gracias a Dios, los médicos nos dijeron que el peligro había pasado, y que despertarían a Minu.
 
Estoy feliz. Pero al mismo tiempo estoy nervioso. Han pasado algunos días y él aún no despierta. Los doctores me dicen que no debo preocuparme, que todo va a ser de forma gradual, pero no puedo tranquilizarme del todo. 
 
Además, no sé cómo vaya a reaccionar al verme ahí. Y aunque el joven Zhou Mi me ha dicho que Minwoo me ama, no puedo dejar de sentirme nervioso. 
 
— Amor. - acaricio su mano mientras observo su rostro. — Por favor, despierta, el pequeño Sang te está esperando en casa.
 
Su rostro luce tranquilo, y me tranquiliza saber que ya no hay dolor en su cuerpo después de la grave herida sufrida y del nacimiento de nuestro pequeño. Deslizo mi mano por su brazo, recorriendo su piel, observando el lugar vacío en su dedo, en donde debería estar un anillo. 
 
Sonrío al imaginarme lo hermoso que se vería un anillo en su pálida mano. 
 
— ¿Hyung Sik? - levanto la vista rápido cuando escucho mi nombre. 
 
Mi corazón está latiendo muy rápido. 
 
— ¿Qué…? ¿Qué haces aquí? - su voz suena ronca de tanto tiempo que ha pasado, y luce cansado. 
— Amor…- sostengo su mano. 
 
No sé qué hacer. Estoy emocionado, demasiado feliz de ver sus hermosos ojos abiertos. 
 
Me pongo de pie sin dejar de sostener su mano. Minu luce un poco confundido. 
 
— Despertaste, amor, despertaste… 
— ¿Por qué estás aquí? - pregunta de nuevo. 
— Yo…
 
De pronto voltea a ver a su alrededor, ahora no solo luce confundido, sino también asustado. Lleva una de sus manos a su vientre, y es cuando entra en pánico. 
 
— ¡Mi bebé! ¿Qué le hiciste a mi bebé? 
— ¿Qué? - la dureza de sus palabras de pronto me golpean. 
— Yo sé que no lo querías. - su voz se escucha llorosa y al mismo tiempo asustada — pero es mi bebé, ¡regresame a mi bebé!
— Amor, escucha, tranquilízate. Nuestro pequeño está bien, yo…
— ¿Nuestro? - frunce el ceño. — ¿Dónde está appá? ¡Quiero ver a mi appá! — grita. 
 
Mi corazón late rápido al escucharlo así. Y también me siento miserable, pero no puedo decir nada, merezco que me hable así y que piense lo peor de mí. 
 
Respiro hondo y asiento con la cabeza antes de salir de la habitación en búsqueda del joven Zhou Mi. 
 
Al menos a despertado… 
 
Heecheol (POV)
 
Estoy un poco triste. Jamás pensé que tener un hermano sería tan divertido, he pasado unas semanas realmente increíbles, pero ahora Wonu ha tenido que regresar a estudiar a Estados Unidos, y yo me he tenido que quedar.
 
Lo voy a extrañar, aunque seguiremos teniendo nuestras largas conversaciones telefónicas. 
 
Me siento frente al espejo de mi habitación, tomo el cepillo y comienzo a peinar mi cabello. Sonrío al darme cuenta de lo emocionado que me siento al saber que voy a verme con Siwan. 
 
Si hace unos meses hubiera sabido que las cosas terminarían así, no me lo hubiera creído. 
 
Doy un salto cuando mi celular comienza a sonar, me apresuro a contestar. 
 
— Siwan - sonrío. 
— Hola, corazón. ¿Estás listo? - vuelvo a ver mi reflejo en el espejo.
— Yo nací listo. - contesto, y lo escucho reír al teléfono. — ¿Llegaste? 
— Estoy estacionando el coche. - de pronto me han entrado los nervios. 
— Siwan… - suspiro hondo. — en verdad no es necesario que hagas esto, yo…
— Heecheol, ya hablamos de ésto. 
— Lo sé, pero… 
— Ya es tarde. - apenas me dice y escucho el timbre de la casa. 
 
Me pongo de pie, estoy demasiado nervioso y la verdad no tengo idea de porqué me estoy sintiendo así, no es para tanto… o es lo que he estado diciendome para intentar calmarme. 
 
Corto la llamada y bajo las escaleras lo más rápido que puedo, pero no he llegado a tiempo, appá ya está recibiendo a Siwan, y lo que es peor, veo que alguien ha ido a llamar a papá. 
 
— Oh, Heecheol. - appá me ve al pie de las escaleras. — ¿Qué haces ahí? Baja, Siwan ha venido a hablar con nosotros, ¿porque no pides que nos traigan algo de beber en lo que tu padre se nos une? 
 
Veo a Siwan. Él simplemente sonríe, pero yo tengo el corazón en la boca. ¿Por qué tiene que ser tan formal? ¿Acaso hay necesidad de que venga a pedir permiso a mis padres de salir conmigo formalmente? ¿No le basta con que yo haya dicho que sí? 
 
— Sí appá. - contesto finalmente. 
 
Es un tonto. Pero debo admitir que me hace sentir especial, así que simplemente dejaré que haga lo que quiera. 
 
Tengo mariposas en el estómago solo de pensar que Siwan me quiere tanto que es capaz de enfrentar a mis padres, aunque dudo mucho  que ellos en algún momento pudieran oponerse a nuestra relación.
 
Mis padres quieren que sea feliz… y yo soy feliz con Siwan.
 
Minwoo (POV)
 
Quiero llorar… 
 
Estoy tan feliz, que simplemente tengo ganas de llorar. 
 
Sang es tan lindo. 
 
— Es hermoso. — appá me dice mientras me ayuda a sentarme para poder darle de comer a mi bebé. 
— Lo sé. - contesto sin dejar de verlo. 
 
Han pasado algunos días desde que desperté. Appá me ha contado todo lo que pasó, desde la muerte de Kevin, el nacimiento de Sang, lo grave que estuve, y… Hyung Sik. 
 
Wonu ha llamado por teléfono todos los días desde que se enteró, y ha prometido que regresará para Navidad, aunque ya conoció a mi pequeño Sang.
 
— Sang…- murmuro el nombre de mi bebé. 
 
Hyung Sik le ha puesto el nombre cuando pensó que el bebé podría morir, la verdad es que me agrada como se escucha, así que he decidido dejarlo así. 
 
— Minu. - appá llama mi atención. 
— ¿Sí? - pregunto mientras acomodo a Sang en mis brazos. 
 
Aún sigo en el hospital, aunque ya estoy completamente fuera de peligro, aun tengo que permanecer aquí un tiempo, y además hacer terapia, he pasado mucho tiempo postrado en una cama y mis músculos están un poco fuera de forma. 
 
— ¿Sabes? Hyung Sik…- aprieto los labios al escuchar su nombre. 
— Appá…
— Escucha, sé que estás molesto con él, pero él te ama. 
— No estoy seguro appá…- murmuro. 
 
La verdad es que aunque aún esperaba que regresara a mí, la confianza en su amor fue mermando, y en estos momentos ya no estoy tan seguro. Tal vez sólo estuvo aquí por remordimiento… 
 
Tengo un nudo en la garganta tan solo de pensar en eso. 
 
— No lo viste cariño. — appá se sienta junto a mí. — No viste como estaba devastado cuando pensamos que íbamos a perderte… - niego con la cabeza. 
— No es amor appá, - insisto. — Es culpa. 
— No cariño, no es eso…- de pronto tocan a la puerta y ésta se abre interrumpiendo lo que appá iba a decir. 
 
Aprieto los labios y desvío la mirada cuando veo a Hyung Sik entrar. Me duele verlo. Duele saber que no me ama… 
 
— Minu… - lo escucho llamarme. 
— Cariño, — appá de pronto toma un pañuelo desechable y limpia mis mejillas. — estás llorando. 
 
Parpadeo sorprendido y llevo una mano a mi mejilla. 
 
— Minu. - volteo a ver a Hyung Sik que se acerca al sillón en el que estoy sentado. — Amor. 
 
Niego con la cabeza. ¿Por qué no deja de llamarme así? Mi corazón se estremece cada vez que dice esa palabra. 
 
— Voy a dejarlos solos. - appá se pone de pie. Intento detenerlo, pero appá se aleja. — Escúchalo Minu. 
 
Veo a appá salir, y entonces fijo toda mi atención en Sang. No quiero escucharlo, no quiero volver a creer que me ama para después, de nuevo ser alejado. 
 
— Perdóname. Soy un imbécil. - escuchar esas palabras me hacen voltear a verlo. — Sé que no merezco tu amor, pero te pido de rodillas que me perdones. 
 
Estoy demasiado sorprendido, no sé qué decir. Frente a mí, de rodillas, Hyung Sik extiende su mano para tomar la mía. 
 
— He sido un completo imbécil. Te amo tanto… 
— Tú…- apenas puedo hilar algunas palabras, en verdad estoy tan sorprendido por lo que está pasando. — Tú… ¿estás llorando? ¿por qué? - Hyung Sik seca sus lágrimas con las palmas de sus manos. 
— Lo siento, lo siento… yo solo… por favor, no me dejes…
— Pero fuiste tú quien me dejó…- digo aun sin saber qué más decir. 
— Y fui un imbécil. 
— No sé qué decir…- murmuro. 
— Dí que regresarás conmigo. — de pronto mete la mano al bolsillo de su pantalón, saca una cajita y la abre frente a mí. — Dime que te casarás conmigo… otra vez. 
 
No puedo evitar reír un poco. Ésto es todo, menos lo que había imaginado. 
 
— Prometo que ésta vez será en serio, tu y yo. Una boda real, un matrimonio real, una familia con nuestro pequeño Sang. 
 
Bajo la mirada para ver a mi bebé que aún sostengo en brazos. 
 
— ¿Tú qué dices Sang? ¿Le creemos? 
— Dile que sí… - de nuevo me río al escuchar a Hyung Sik pedirle a Sang que me aconseje como si en verdad pudiera hablar. Volteo a verlo. 
— Estoy muy herido… - le digo. 
— Lo sé. Y voy a pasar el resto de mi vida curando esa herida, te lo juro. - de nuevo tengo ganas de llorar. 
 
Estoy comenzando a creerle… mi corazón quiere creerle… 
 
— No sé si pueda estar seguro algún día de tu amor… ¿y si vuelves a dudar y…? 
— Nunca más. Jamás en mi vida he estado tan seguro de algo. Te amo Minwoo. Y voy a pasar el resto de mi vida demostrándolo. En cada respiración, hasta el último momento de mi vida. 
 
Muerdo mi labio inferior. Veo el anillo en la cajita que Hyung Sik aún sostiene. Las lágrimas están rodando por mis mejillas. Tengo miedo, pero lo amo… 
 
Levanto mi mano frente a él… 
 
— Sí. - le digo. 
 
Hyung Sik se me queda viendo por unos momentos con la boca abierta. 
 
— ¿Sí? - pregunta. 
— Sí. - repito. — Voy a casarme contigo. - le digo para reafirmar mi respuesta. 
 
Apenas he dicho esas palabras. Hyung Sik saca el anillo de la cajita y rápido lo pone en mi dedo, como si estuviera evitando que me arrepienta. 
 
— Gracias…- dice antes de besar mi mano. 
— Se que soy un tonto, - le digo. — Pero realmente te amo, no puedo dejarte. 
 
Hyung Sik se pone de pie y se sienta junto a mí. 
 
— No eres un tonto. El tonto soy yo que tiene la fortuna de que lo ames tanto como yo te amo. 
 
Hago un puchero. Estoy intentando contenerme, pero no puedo dejar de llorar. Hyung Sik sujeta mi rostro con sus manos, y poco a poco se acerca para darme un tierno beso en los labios que lentamente me convence de que en verdad me ama. 

FIN

Publicar un comentario

2 Comentarios

  1. Comadreeeeeeeeeeeeeee.... yo quería más sufrimiento para Sik pero con esto y lo demás me doy por bien servida xD
    Al menos Minu le dio que pensar en cuanto se despertó y Sik tuvo que luchar por ese perdón. Gracias comadre y felicidades por terminar otro proyecto, sobre todo que la inspiración le haya acudido y ayudado, Chu~

    ResponderEliminar
  2. Ese Hae… jajaja… pobre Mingyu… así es Wonu, si te lo propones habrá un para siempre junto a Mingyu.
    Y como Sik esperaba que reaccionara Minu después de todo el dolor y la humillación que le hizo pasar por su orgullo y celos infundados???... peor aún, dudar de su paternidad!!!
    Siwan hace lo correcto y Heecheol es muy afortunado al tenerlo a su lado.
    Pero como Minu sabe que el amor por su esposo nunca dejó de existir y la prueba de ello es el pequeño Sang que descansa en sus brazos, tras lo dicho y hecho por Sik por obtener su perdón y recuperar su confianza, decidió darle la oportunidad de recobrarla, aceptando casarse con él.

    Hermoso final, gracias y hasta la próxima.

    ResponderEliminar