Marry... Me... Capitulo 30

Wonwoo (POV)

Mi corazón está latiendo muy rápido. 

… De pronto algo llama mi atención. El diario que Heecheol me dio… Observo por unos momentos las hojas en blanco. De pronto algo llama mi atención en el interior de la portada. Frunzo el ceño al leer el breve y pequeño mensaje… 

Sé que esto es algo loco, pero… si quieres hablar… xxx-xxx- 1796

Cierro el diario. De nuevo observo fijamente el diario. Heecheol me ha dado su número… 

Volteo a ver mi celular sobre el escritorio. Mi corazón está latiendo muy rápido. Muerdo mi labio inferior, no sé en qué estoy pensando, pero me siento confuso y de pronto quiero llamarlo. Esto realmente es muy loco… 

De nuevo abro el diario y leo las palabras de Heecheol: “Sé que esto es algo loco…”

— Sí, lo es…- suspiro hondo.

Hace unos meses, ni siquiera sabía que mi padre no era el mismo que el papá de Minwoo, y mucho menos tenía idea de que tenía otro hermano. 

Tomo mi celular y lentamente, aún indeciso marco los números. Mi respiración está inquieta y tengo un nudo en el estómago. 

— ¿Sí? - la voz somnolienta de Heecheol contesta. 

¡Sí, es su número! Por un momento pensé que tal vez me habría dado otro número, pero… acaba de contestar. Mi corazón está latiendo muy rápido. Observo fijamente el diario, la página en donde está escrito su mensaje. 

He llamado, él ha contestado, pero no me atrevo a hablar. No sé qué decir. Ni siquiera sé porque me he atrevido a llamar. 

Del otro lado de la línea tampoco se oye nada. También se ha quedado callado. 

De pronto tengo un nudo en la garganta. He recordado la razón por la cual sentí la necesidad de hablar con alguien: Mingyu. 

— ¿Wonwoo? - el escuchar mi nombre del otro lado de la línea me hace salir de mis pensamientos. — ¿Eres tu Wonwoo? - Heecheol pregunta. 

— S-si - contesto un poco nervioso. 

De nuevo nos quedamos callados los dos. Es difícil. Es la primera vez que hablo con él, y saber que es mi hermano lo hace aún más difícil. 

— Y-yo… perdón por llamar tan temprano…- le digo al recordar que allá es muy temprano a diferencia de aquí. 

— No, no te preocupes. - puedo escuchar su voz nerviosa al igual que la mía. — Y… entonces… ¿qué tal la Universidad? - sonrío ante su pregunta, es evidente que está intentando tener una conversación normal conmigo. 

— Es genial - contesto — aunque aún no se me da muy bien el inglés. - lo escucho reír un poco. 

— No te preocupes, con el tiempo te vas a acostumbrar. - me dice — Yo estudié un año allá también, y en menos de un mes, ya estaba hablando inglés como si fuera mi lengua materna, estoy seguro de que tú también podrás. - sonrío. 

— Espero. 

De nuevo nos quedamos callados. 

— Pero…- Heecheol vuelve a hablar. — Estoy seguro de que no has llamado para eso… algo debe haber pasado como para que decidieras hablarme…- de nuevo tengo un nudo en la garganta y sin poder evitarlo las lágrimas empiezan a brotar. 

— Si…- contesto con la voz cortada. 

— ¿Qué ha pasado? Puedes contarme si quieres, yo… tal vez pueda ayudar… - sorbo mis lágrimas mientras asiento, a pesar de que sé que no está viéndome. 

— Hoy vi al chico que me gusta con otro jovencito, aunque yo fui quien le dijo que dejáramos de vernos, aun así duele…- le digo. — y lo que es peor, el jovencito con el que está saliendo es mi compañero de cuarto. 

No sé porque me siento bien contándole a Heecheol. Tal vez porque sé que él apenas si me conoce, y podrá darme consuelo o consejo sin juzgarme...

Hyung Sik (POV)

— Lo siento. Pero Minu no quiere verte. — el joven Zhoumi me dice apenas abre la puerta de su casa. 

— Por favor, necesito hablar con él. - insisto sosteniendo aún el ramo de flores que he traído conmigo. 

— Y aunque él quisiera verte, yo no te lo permitiría. - dice antes de cerrar la puerta. 

Me quedo sorprendido, viendo fijamente la puerta frente a mí. Me ha cerrado la puerta. Suspiro hondo. Estoy frustrado, y desesperado. 

Me inclino para dejar el ramo de flores frente a la puerta. De nuevo suspiro mientras me pongo de pie y me alejo. 

No voy a dejar de insistir. Tengo que hacer que sus corazones se apiaden de mí, aunque no me lo merezca. Tengo que hacer que vuelva a mí. 

Mingyu (POV)

Tomo un poco del tequila que tengo frente a mí. Cala. Volteo a ver a Jungwoo que está feliz bailando alrededor de mí, junto a la barra del bar en el que estamos. 

No he podido dejar de pensar… ¿Cómo rayos terminó Wonwoo en el mismo departamento que Jungwoo? Frunzo el ceño. Estoy seguro de que appá tuvo mucho que ver en ésta situación. 

Jungwoo sonríe, se acerca y toma un poco de tequila antes de inclinarse para hablarme de cerca; el sonido de la música es un poco alto. 

— ¿Qué ocurre? - me pregunta. 

— En verdad, ¿estás preguntándome? - entre cierro los ojos, y entonces Jungwoo empieza a carcajearse. 

— Eres tan divertido. - me dice. — En serio, no sé cómo pude contener la risa tanto tiempo. - ruedo los ojos. 

— ¿Es por eso que insististe en que pasara por ti? Tú sabías…- Jungwoo pasa su brazo alrededor de mis hombros. 

— Oye, no te enojes, que esto lo estamos haciendo por tu bien. - me dice. — Además, yo no le dije a Wonwoo que tú fueras mi cita. - sonríe. — que le haya descrito a Lucas de forma vaga, y casualmente, esa descripción sonara exactamente como tú, y entonces tú llegaras por mí… 

— ¿Estamos? ¿Appá, verdad? - Jungwoo sonríe antes de girar su rostro hacia la entrada del bar — ¡Lucas! - grita y va a colgarse del cuello del chico alto y moreno que acaba de llegar. 

Vuelvo a tomar un sorbo del tequila mientras observo a mi primo, Jungwoo, besar a quien acaba de hacerse su novio, Lucas. Sí, Jungwoo en realidad es mi primo, y por lo que veo, Wonwoo desconoce tal información; y todo se lo debo a mi appá. 

Ahora, Wonwoo cree que Jungwoo y yo estamos saliendo. ¡Iuuu! ¡Somos primos! 

— Hola — Lucas me saluda. 

— Hey Lucas - le sonrío.

— ¿Cómo te fue con Wonwoo? ¿Así se llama? - Lucas voltea a ver a Jungwoo, yo simplemente abro los ojos muy grande, sorprendido. 

— ¿También sabías? - le pregunto. 

— Por supuesto. - contesta. — Si voy a prestarte a mi novio para que Wonwoo entre en razón, debo saber todos los detalles. - de nuevo hago una mueca. 

— Jungwoo es mi primo — Lucas empieza a carcajearse. — Es grotesco tan solo imaginar eso. - sigo haciendo muecas, antes de que Jungwoo me dé un golpe en la nuca. 

— ¡Yay! ¡Grosero! - me dice. — Soy muy lindo, y cualquiera podría sentir celos. - hace un puchero, pero rápido voltea a ver su novio. — Hubieras visto la cara de Wonwoo. 

Escucho con atención a mi primo, en realidad no tuve tiempo de reaccionar o de ver la expresión de Wonu, así que estoy interesado en saberlo. 

— Estaba pálido. Parecía en shock cuando vio a Mingyu en la puerta. Estoy cien por ciento seguro de que piensa que Mingyu es mi cita. - Jungwoo y Lucas se ríen. — Pobre, parecía que quería llorar cuando regresó a su habitación. 

Escuchar que Wonwoo parecía querer llorar, hace que mi corazón se encoja. Pero al mismo tiempo me hace sentir bien, es decir, Wonwoo aún me quiere. Tal vez simplemente deba dejar todo esto e ir a buscarlo, pero al mismo tiempo, creo que necesita más tiempo…

Hyungsik (POV)

Veo el reloj en el radio de mi automóvil. Son casi las nueve de la mañana. Sonrío al ver que como todos los días, Minu ha llegado puntual para abrir la tienda. 

Lo observo. Su cuerpo ya demasiado abultado por el embarazo. Mi bebé. 

Suspiro hondo, tomo el ramo de flores que he comprado y bajo del auto para ir a buscarlo. 

Minwoo ha entrado a la tienda, y justo detrás de él lo hago yo. Se gira de inmediato, parece un poco asustado, pero apenas me ve, parece aliviado. 

— ¿Qué haces aquí? - me pregunta. 

— Vine a verte - contesto mientras extiendo hacia él el ramo de flores. 

Minwoo simplemente se le queda viendo a las flores sin tomarlas. 

— Minu, amor, por favor escúchame - le digo mientras doy un paso hacia adelante. 

— Te he escuchado muchas veces Hyungsik, ya no quiero hacerlo. 

— Lo sé, soy un idiota. - tomo una de sus manos. — Déjame mostrarte cuanto me arrepiento de todo lo que te he dicho, soy un imbécil, yo…

— Hyungsik, por favor, vete…- Minu suelta mi mano y se gira para darme la espalda. 

Aprieto los labios. Sí, sabía que no sería fácil. Lo he herido tantas veces, que está en todo su derecho de darme la espalda de ésta forma. 

Suspiro hondo. Camino hasta el mostrador para dejar las flores. Me detengo para ver su hermoso rostro. Bajo la mirada hasta su vientre. Extiendo mi mano lentamente. Levanto la mirada para ver si Minwoo me dejara, y suspiro aliviado cuando él simplemente desvía la mirada pero no se retira. 

Toco suavemente su vientre, me inclino…

— Papá va a cuidar de ti y de appá. - susurro. — no te preocupes. 

Me incorporo. Esta vez dirijo mis palabras a Minwoo. 

— No voy a darme por vencido. - le digo. — Regresaré las veces que sean necesarias hasta que me perdones amor. 

Minwoo no voltea a verme, y lo entiendo. Simplemente salgo de la tienda para no incomodarlo por más tiempo. Suspiro hondo. 

Siwan (POV)

Levanto una ceja extrañado, cuando veo a Heecheol entrar a mi oficina mientras tararea una canción y sonríe. Deja sus cosas en el sillón, camina hasta mi escritorio, lo rodea y de pronto hace girar mi silla y se sienta en mis piernas. 

— Bien…- digo. — ¿Quién eres? ¿Y qué has hecho con mi Heecheol? - le pregunto. 

— ¡Tonto! - me da un golpe en el pecho.

— ¡Aush! - me quejo en broma. — Ya en serio, ¿Por qué estás tan de buen humor? - le pregunto mientras lo sujeto de la espalda y las piernas para mantenerlo en su lugar. 

— No sé. - se encoge de hombros. — Solo… estoy de buen humor. - entrecierro los ojos. 

— Bueno, no importa - le digo. — mientras me haga tener a un Heecheol así de alegre. - le digo mientras lo hago acercarse para un beso, el cual no rehúye. 

Algo me dice, que su buen humor se debe a asuntos familiares, y aunque quisiera saber todo de él, no puedo obligarlo a que me diga que ha pasado, es su decisión y tengo que mantenerme al margen hasta que él me permita entrar en su vida por completo. 

Si tan solo eso ocurriera pronto… 

Wonwoo (POV)

— ¡Yo abro! -  le grito a Jungwoo que está en la cocina preparando la cena. 

Camino rápido mientras me termino de poner mi playera. Abro la puerta mientras intento peinar mi cabello. 

— Hola. - me quedo congelado cuando veo a Mingyu de nuevo en la puerta. 

¡Rayos! Jungwoo no me dijo que lo hubiera invitado a cenar. De pronto recuerdo mi mal aspecto, apenas traigo unos simples shorts, una playera y el cabello desordenado. Me siento apenado. 

— Hola…- contesto. — Ummm… Jungwoo está en la cocina. - le digo antes de girarme para ir a mi habitación. 

— Wonwoo… — Pero Mingyu me sujeta del brazo. 

Me giro para verlo. Intento acomodar mi cabello, mientras intento cubrir mi playera vieja. 

— No sabía que estabas en Estados Unidos. - me dice. — ¿Cómo es que…? - carraspeo intentando aclarar mis voz. 

— El médico me dio el alta para poder continuar con mis estudios, y mi padre pagó por mis estudios. - contesto. 

— Me alegra que estés mejor. - Mingyu sonríe. 

¡Dios! Es tan guapo cuando sonríe. Mi corazón se acelera. 

— ¡Oh! Mingyu, llegaste…- Jungwoo sale de la cocina. 

Rápido quito mi brazo y hago que Mingyu me suelte. 

— Hola Jungwoo. - aprieto los labios cuando veo a Jungwoo y a Mingyu abrazarse. 

— Perdón, creo que olvidé mencionarle a Wonwoo que venías a cenar. - Jungwoo se gira hacia mí. — Será mejor vayas a cambiarte. 

Abro los ojos muy amplios. Lo había olvidado. 

— ¡Sí, claro!

Rápido voy a mi habitación. Cierro la puerta y me recargo en ella. Llevo una mano a mi pecho, el corazón quiere salirse de mi pecho, y al mismo tiempo tengo ganas de llorar.

Minwoo (POV)

Hoy de nuevo tomo un taxi para regresar a casa. Hoy como todos los días, Hyungsik pasó al negocio a intentar hablar conmigo. Debo admitir que por momentos me hace dudar y querer darle una oportunidad, pero aún sigo pensando que tarde o temprano volverá a lastimarme. 

Suspiro hondo mientras observo las luces de la ciudad por la ventana del taxi y acaricio mi vientre. Mi bebé no tiene la culpa de lo que ocurre entre nosotros, y por momentos quisiera que tuviera un padre al cual recurrir, pero no puedo evitar recordar que Hyungsik también puso en duda su paternidad, y… 

Salgo de mis pensamientos de golpe, y con mis manos logro evitar golpear con el asiento de adelante cuando el auto de pronto se frena sin avisar. Mi corazón se acelera nervioso. 

— ¿Qué ocurre? - le pregunto al conductor del taxi. 

Volteo a ver al frente. Hay un auto detenido, con las luces rojas en intermitente. 

— No sé. El auto de enfrente de pronto se ha detenido. - el conductor contesta, ruedo los ojos, no puede ser, otra vez Hyungsik. 

— ¿No puede rodearlo? - pregunto recordando como la última vez Hyungsik detuvo el tráfico para tratar de hacer que fuera con él. — O tal vez… - me quedo callado cuando veo a una persona bajar del auto. — ¡Ponga los seguros! - le digo al conductor, pero éste está tan desconcertado que no lo hace tan rápido como quisiera, así que intento ponerlos yo. 

— ¡Baja del auto! 

Intento alejarme cuando mi puerta se abre. Mi corazón está latiendo muy rápido. El hombre se inclina para poder ver al interior del auto. Tengo un nudo en el estómago. 

No, por favor no. No otra vez… 

Kevin extiende su mano y me sujeta del brazo para hacerme bajar. 

— ¡Oiga! ¡Suéltelo! - escucho al conductor gritar. 

— ¡Kevin, por favor! - intento zafarme de su agarre, pero Kevin logra sacarme del auto. 

— Te dije que tarde o temprano, tú tendrías que venir conmigo corazón. — me entra el pánico al ver que en su otra mano trae un arma. 

— No quiero. ¡Déjame ir!- grito sin dejar de forcejear con él. 

Kevin comienza a jalar de mi brazo. Intento evitar que me lleve con él, pero no solo lucho contra él, sino también con el peso de mi vientre. 

— ¡Alto! - escucho un grito. 

— ¡Qué diablos! — Kevin dice molesto. 

Volteo a ver hacia donde escuche el grito. Es un hombre de traje, con un arma en sus manos, apuntando directamente a Kevin. Mi corazón se acelera. 

— Así que Hyungsik sigue haciendo que te vigilen. - abro los ojos sorprendido. 

Hyungsik… veo a mí alrededor, no solo hay un hombre, hay por lo menos dos más, todos con armas apuntando a Kevin. 

— Por favor, Kevin…- susurro. 

Kevin simplemente me usa como escudo mientras continúa caminando hacia su auto. Simplemente cierro los ojos, rezando para que nada me pase a mí o a mi bebé. Tengo demasiado miedo y no puedo evitar llorar. 

— Será mejor que se alejen y me dejen ir. - Kevin les dice a los hombres que siguen sin hacer nada, seguramente intentan mantenerme seguro. — Si no se alejan voy a dispararle. - dice mientras me jala. 

— No, por favor… Kevin, si alguna vez me has amado, no hagas algo de lo que te puedas arrepentir. - le suplico.

Mi corazón se hunde cuando lo escucho bufar, burlándose. 

— Corazón, lo único de lo que me he arrepentido, fue de no haberme asegurado de que Hyungsik estuviera muerto cuando te llevé a Seúl. - me dice al oído. — Si lo hubiera hecho, tú y yo estaríamos juntos… 

El sonido de un disparo hace que mi corazón se acelere más. Escucho a Kevin quejarse y apretar más el agarre en mi brazo. Contengo la respiración, cuando siento el arma a un costado de mi vientre. 

— ¡Kevin! ¡Mi bebé no! - le digo. 

— ¿Tanto te importa…? ¿Es porque es de él, verdad? 

De pronto todo a mí alrededor se vuelve confuso. Kevin simplemente me sacude, y me hace dar un paso hacia adelante, girándome hacia él. Veo con horror como apunta el arma hacia mí. 

— ¡Me traicionaste! ¡Y no voy a dejar que estés con él! - abro los ojos muy amplios. 

Todo parece como si estuviera en cámara lenta. De pronto Kevin recibe un impacto de bala en el pecho, pero aún sigue en pie, y justo antes de recibir un segundo impacto y caer al piso, estoy seguro de que él ha jalado del gatillo. 

Volteo a ver a mí alrededor, los tres hombres con saco negro corren hasta donde estamos. Uno de ellos va directamente a donde esta Kevin. Otro empieza a hablarme e intenta hacer que me recueste en el piso mientras que otro habla por celular. 

— Joven, tranquilícese, por favor acuéstese en el piso. - escucho que me dice. 

— Y-yo… pero…- intento hablar, pero aún estoy en shock. 

El hombre está tocándome, y de pronto cuando veo sus manos, éstas están llenas de sangre. ¿Sangre? ¿De quién? 

— La ambulancia viene en camino. - el hombre que estaba al celular le dice al que está conmigo. 

— Avísale al Señor Choi. - le ordena. 

De pronto, todo está siendo demasiado para mí. Mi vista empieza a nublarse. De pronto, las manos ensangrentadas del hombre vuelven a llamar mi atención. Bajo la mirada, y justo antes de perder el conocimiento, caigo en cuenta de que la sangre es mía...