Baby U... Capitulo 02


Corto la llamada con mi padre, y regreso a la mesa. Volteo a ver a todos lados cuando noto que Jonghyun no está ahí. Me siento junto a los dos jovencitos. 

— ¿Y Jonghyun? - les pregunto. 
— Se ha ido - Minki contesta. 
— ¿Qué? - estoy sorprendido. — ¿Por qué? 
— No sabemos. - Taeyong se encoge de hombros. — Dijo que iba al baño y a los pocos minutos regreso, tomó sus cosas y se fue. 

Abro los ojos muy grandes. 

¡Maldición! 

Estoy seguro que escuchó mi conversación con mi padre. Masajeo mis sienes. Creo que empiezo a tener dolor de cabeza. 

Mi padre insiste en que va a desheredarme si no hago lo que él me dice, y por lo que veo, Jonghyun no estaba enterado de nada, y si escuchó mi conversación debe estar molesto. 

— Aquí tienen su pedido. - el mesero llama mi atención y observo como pone plato tras plato frente a los dos jovencitos. 
— Gracias - Minki sonríe mientras agradece. 

No tengo más remedio que quedarme aquí, hasta que terminen su comida e intentar ser amable. No puedo quedar mal con estos dos jovencitos, sobre todo si mi padre está empeñado en que Jonghyun sea su hijo político. 


*****

Estaciono mi auto de nuevo frente a la facultad en la que estudia Jonghyun y sus amigos. Veo la hora en mi reloj, estoy justo a tiempo. Bajo de mi auto y vuelvo a recargarme en la puerta, esperando a que los tres jovencitos salgan. 

Lo he pensado muy bien, y después de intentar por todos los medios convencer a mi padre de que desista de su loca idea de emparentar con su mejor amigo, Soo Geun, he decidido que lo mejor es darle por su lado por el momento. 

Así que es por eso que estoy aquí, he dejado pasar todo el fin de semana para que a Jonghyun se le pase el enojo, y ahora estoy esperando a esos tres jovencitos. A quienes acabo de ver salir, acompañados de varios chicos. 

— Entonces, ¿qué piensan? - uno de los chicos dice — Mi amigo me ha pedido que averigüe tu número telefónico, ¿puedo dárselo? - frunzo el ceño cuando veo que se dirige a Jonghyun.
— No lo sé. - Jonghyun parece apenado, sus mejillas están un poco sonrojadas. — No lo conozco. Y no tengo tiempo para citas… 
— ¡Oh vamos! - Minki, uno de sus amigos lo interrumpe. — Si no está pidiendo que te cases con él, solo quiere una cita contigo, ¿que tan malo sería? - le dice. 
— No sé…

Continúan caminando sin darse cuenta de que estoy acercándome a ellos. 

— Jackson es un buen chico, es extranjero, y tiene un acento muy sexy - Taeyong le insiste. 
— Y-yo…
— Lo siento - los interrumpo. — Pero Jonghyun no puede tener una cita con ese tal Jackson. - digo mientras tomo su mano. 
— ¿Uh? ¿Por qué no? - Minki pregunta extrañado ante el asombro de sus amigos. 
— Por qué…- me inclino un poco hacia Jonghyun, colocando mi rostro junto al de él. — Jonghyun y yo estamos saliendo. - digo. 
— ¡¿QUE?! - Jonghyun grita y se aleja rápido, e intenta soltar su mano, pero no lo dejo. — ¡Suéltame! 
— No. - contesto y me giro hacia sus amigos. — Jóvenes y jovencitos, tenemos que irnos, que se diviertan en su tarde. - les digo. 

Me giro y comienzo a arrastrar a Jonghyun hacia mi automóvil. Puedo escuchar a sus amigos murmurar a nuestras espaldas y eso me hace sonreír. Jonghyun intenta soltarse y con sus pies trata de detenerse, pero le es imposible, es evidente que soy más grande y fuerte que él. 

Finalmente llegamos a mi automóvil y le abro la puerta para que entre en el asiento junto al conductor. Jonghyun se cruza de brazos, con el ceño fruncido y un puchero infantil en sus labios. 

— Entra - le ordeno. 
— No. - contesta como niño berrinchudo. 
— Tenemos que hablar, entra al auto. - insisto. 
— Ya te dije que no voy a hacerlo - me voltea la cara. 

Suspiro hondo. ¡Dios! ¿Por qué a mi padre se le ocurren esas grandiosas ideas? Y con un chiquillo de 18 años, por lo menos hubiera elegido a alguien más maduro. 

— Jonghyunie - intento ser más amable. — Por favor, sube al auto, hay cosas de las cuales debemos hablar, quiero proponerte un trato. - le digo. 

Jonghyun voltea a verme de nuevo, entrecierra los ojos como si estuviera analizando mi comportamiento y lo que acabo de decirle. 

— ¿Un trato? - pregunta. 
— Sí, un trato del cual no podemos hablar aquí - volteo a ver a su grupo de amigos que aún están observándonos a lo lejos. — Tus amigos podrían escucharnos. 

Jonghyun voltea a verlos, y sus amigos, Minki y Taeyong, rápido lo saludan y él les responde con una brillante sonrisa. De nuevo voltea a verme. 

— Está bien. - contesta, pero en lugar de subir en el asiento de adelante, abre la puerta trasera y sube ahí. 
— Jonghyun… no seas infantil. 
— No soy infantil- contesta sin voltear a verme y cierra la puerta trasera. 
— Siéntate adelante. - insisto. 
— No.
— Así podremos hablar mientras conduzco. 
— Si me siento aquí, aún podemos hablar. - contesta. 

Suspiro hondo. Está haciéndome perder la paciencia. Cierro de golpe la puerta que había abierto para él, rodeo el auto y subo. Lo veo por el espejo retrovisor, de nuevo suspiro molesto y enciendo el auto para salir de los terrenos de la Universidad e ir a la misma cafetería  de la vez anterior, para poder hablar. 

Pero apenas hemos salido de la Universidad, y mi paciencia se rompe. Me siento ridículo conduciendo mi auto con él sentado en el asiento de atrás, como si yo fuera su chofer. Así que simplemente me orillo en la carretera. 

— ¿Qué haces? - Jonghyun pregunta alarmado mientras voltea a ver a nuestro alrededor. 
— Pásate al asiento de adelante. - vuelvo a insistirle y él frunce el ceño.
— Ya te dije que no. 
— No me gusta ser chofer de nadie, además, es más fácil hablar si estás sentado junto a mí. - le digo. 
— Si solo quieres hablar, ya te dije que podemos hacerlo así. Deja de ser tan terco. - se cruza de brazos. — conduce de nuevo, este lugar está muy desolado. - dice nervioso. 

Sonrío al ver que en verdad está nervioso de estar a solas conmigo, en mi auto, en medio de la carretera. Aunque hay casas cercanas, en este tramo en específico, hay demasiados solares baldíos. 

Bajo del auto. Si él no va a obedecer, entonces seré yo quien vaya al asiento trasero, así que abro la puerta para subirme junto a él. Jonghyun de inmediato toma su mochila y la usa como escudo. No puedo evitar reírme ante su acción. 

— ¿Tienes miedo? 
— No te acerques más - levanta su mochila, como si ésta pudiera protegerlo de todo. 

Ruedo los ojos. Recargo mi espalda en el asiento. 

— No corres peligro. Tengo gustos más refinados. - le digo. 
— Solo di lo que tienes que decir. - Jonghyun baja la mochila, suena un poco molesto. — Así puedo irme a casa pronto. 
— ¿Cuál es la prisa? - le pregunto. 
— Si no tienes nada que decir, entonces me voy - Jonghyun intenta abrir la puerta para bajar. 

Rápido me incorporo y lo tomo del brazo para impedir que lo haga. 

— Está bien, está bien. - le digo. 

Jonghyun se detiene y voltea a verme. Aún tiene el ceño fruncido. 

— Estoy seguro de que me escuchaste hablar con mi padre, ¿no es así? 
— Sí. - contesta. 
— Y también supongo que entonces ya debes estar enterado de lo que nuestros padres quieren. - se encoge de hombros. — Entonces, debemos salir. 
— ¿Qué? 
— Lo que oíste, debemos salir, hay que darle gusto por el momento, estoy seguro de que pronto se olvidarán de esa idea. 
— No. - niega con la cabeza. — No tenemos porqué hacerlo. ¡Estás loco! 
— Jonghyun, escucha… 
— No, yo no voy a jugar con eso. Hablaré con mi appá. 

Suspiro hondo. ¡Dios! Empiezo a perder la paciencia de nuevo. Definitivamente Jonghyun no conoce a mi padre, él jamás se dará por vencido al menos que se de cuenta por sus propios ojos de que una relación entre Jonghyun y yo no funcionará. 

— Te lo estoy pidiendo por las buenas Jonghyun. - insisto. 
— ¿Por las buenas? ¿Qué quieres decir? - voltea a verme. — ¿Me estás amenazando? 

De nuevo ruedo los ojos. Éste niñato es insoportable. Suspiro hondo. Carraspeo y continúo. 

— Si no quieres hacer un trato conmigo, entonces…- me inclino hacia él, Jonghyun se aleja, pero su espalda ha pegado en la puerta. Sonrío al ver su rostro asustado. — tal vez debería usar mis tácticas contigo. 
— ¿Ta-tácticas? - tartamudea al verme tan cerca de su rostro. 
— Sí. Ya sabes…- extiendo mi mano para acomodar un mechón de su cabello que se ha desordenado. — mis tácticas de seducción…- y me inclino más, casi rosando sus labios y… 
— ¡Aléjate! - Jonghyun de pronto grita y la puerta detrás de él se abre. 
— ¡HEY! - grito cuando lo veo salir del auto corriendo. 
— ¡Te dije que te alejaras! ¡Pervertido! 

Jonghyun toma su mochila como puede, y empieza a correr rumbo a una de las casas cercanas. Abro los ojos muy grandes sorprendido. ¡Que rayos! 

Quiero detenerlo para evitar que haga un escándalo, me está tratando como si fuera un violador o algo aún peor. Salgo del auto apresurado. 

— ¡Jonghyun! ¡Espera! - de nuevo grito. 
— ¡Aléjate! 

¡Dios! De pronto veo que un señor sale de una de las casas al escuchar los gritos. Me volteo para evitar que vea mi rostro. ¡Qué vergüenza! Saco mis lentes del sol del bolsillo de mi camisa y me los pongo. Rápido cierro la puerta trasera y entro a mi auto para irme de ahí. 

Arranco el auto y me alejo. Veo por el espejo retrovisor que el señor detiene a Jonghyun y éste voltea a ver mi auto mientras conversan. 

— ¡Maldición! - golpeo el volante del auto. — Ese chiquillo me está sacando de mis casillas. - murmuro enfadado. 

En verdad he intentado por las buenas hacer un trato con él, pero Jonghyun ni siquiera ha querido escucharme. No sé si peca de inocente al creer que su appá va a ceder tan fácil, o si es un tonto orgulloso que está enojado por lo que me escuchó decirle a mi padre. 

De cualquier manera, sólo está fastidiándome las cosas; mi padre es capaz de cumplir su palabra de no dejarme usar mis tarjetas, o de quitarme hasta mi Equus. Acaricio el volante de mi auto, no podría estar sin mi automóvil. 

No sé qué más quiere mi padre, estudió Administración Financiera para poder trabajar con él, y hacerme cargo de la empresa más adelante, y ahora está fastidiándome con que tengo que casarme. Lo que es peor es que ha elegido a quien quiere él como mi esposo. 

Mi celular comienza a sonar de pronto. Veo la pantalla. Suspiro al ver el nombre de Jaehwan. Contesto. 

— Hola querido. 
— Minhyunie, ¿en dónde estás? ¿por qué no me has llamado? - ruedo los ojos. 
— Ya te dije que tengo que solucionar el asunto de mi padre, no voy a poder verte algunos días, tengo que convencerlo de que estoy saliendo con Jonghyun.
— ¿Jonghyun? ¿Quien es Jonghyun? - de nuevo ruedo los ojos. 
— El jovencito del que te conté, el hijo del amigo de mi padre. 
— Ah. Bueno, no importa. ¿Cuándo vamos a vernos? Hay un nuevo restaurante al que me gustaría ir. - suspiro. 
— Vamos ésta noche. - finalmente le digo, no es como si hoy tuviera algo mejor que hacer. 

Tengo que pensar en algo. Jonghyun resultó ser un jovencito muy difícil, si tan solo me escuchara, nuestros problemas podrían solucionarse, y en poco tiempo podríamos seguir con nuestras vidas como si nada. 

Publicar un comentario

1 Comentarios