El
timbre de la puerta suena interrumpiendo mi conversación con el intruso en mi
casa.
—
No te muevas de ahí- le digo.
Camino
de lado sin dejar de verlo y abro la puerta. Es Seungcheol de nuevo.
—
Lo siento, dejé mis libros. – dice entrando al departamento.
El
chico se ha puesto de pie en medio de la sala. Seungcheol camina directo hacia
él. Abro los ojos muy grandes cuando veo sorprendido que mi amigo traspasa al
chico y ni siquiera lo nota.
¡Qué
rayos!
Observo con la boca abierta a Seungcheol tomar
sus libros y regresar a la puerta.
— Bueno, descansa, vendré mañana a ver como
sigues.- dice antes de cerrar la puerta.
Estoy sin palabras. ¿Cómo rayos hizo eso? Mi corazón
está latiendo muy rápido. Aun con la boca abierta me giro para ver al chico. Muerde
su labio inferior, un poco nervioso. Su pie se mueve un poco como si quisiera
marcar un punto en el piso.
— Debo haberme golpeado fuerte en la cabeza…-
murmuro.
Camino hasta el sillón y me dejo caer ahí. Recargo
mi cabeza y veo el techo. De pronto el hermoso rostro del chico aparece frente
a mí, curioso de saber que me pasa. Cierro los ojos para no verlo, tal vez
cuando los vuelva a abrir ya no esté.
Cuento mentalmente hasta tres y abro los ojos.
— Noup… aún está aquí- digo.
— ¿Qué? ¿Quién? ¿De qué hablas? – el chico
pregunta.
Suspiro hondo.
Me incorporo en el sillón y lo observo
fijamente. Veo la placa en su chaqueta.
— Wonu…- murmuro. El chico hace una mueca.
— Al parecer… - dice— aunque no estoy muy
seguro, no me gusta cómo se escucha…
Asiento con la cabeza como si estuviera
entendiendo todo lo que me dice, cuando en realidad estoy con los pelos de
punta y sin entender nada.
Sin decir nada. Me pongo de pie. Tal vez si lo
ignoro se vaya. Así que camino sin verlo de nuevo directo a mi habitación.
— Dormiré un poco…- murmuro.
Subo a la cama y me recuesto. Con la cabeza en
la almohada cierro los ojos.
— ¿Vas dormir ahora? – abro los ojos rápido
cuando lo escucho justo frente a mí.
— ¡Que haces! – digo asustado cuando lo veo
recostado en mi cama frente a mí. Rápido intento alejarme pero eso solo hace
que caiga de la cama. — ¡Aush! – me quejo.
— ¿Te hiciste daño? – el chico se asoma desde
la cama.
Es lindo. Demasiado lindo.
Sacudo la cabeza sacando esos pensamientos de
mi cabeza. ¿Por qué estoy diciendo que es lindo a un desconocido? A un intruso,
a una persona que es producto de mi imaginación, o de alguna consecuencia
debido al golpe en mi cabeza.
Recupero la compostura. De nuevo intento
ignorarlo. Me levanto y salgo de la habitación directo a la cocina. Abro el
refrigerador. Me detengo buscando algo de tomar. Sonrío al ver el bote de jugo.
Lo tomo y le doy un sorbo mientras cierro la puerta.
— Ptssss- escupo el jugo cuando de nuevo
aparece frente a mí.
— ¡Waaa! ¡Eso es asqueroso! – grita mientras se
hace a un lado.
Empiezo a toser.
Al parecer es imposible ignorarlo.
Finalmente me doy por vencido. Me siento en la
sala de nuevo, el chico se sienta frente a mí. Muerde su labio, de nuevo
nervioso. Suspiro hondo.
— Bien… parece que no tengo más remedio.- le
digo — ¿Quién eres?
— No lo sé- señala su placa — es lo único que
tengo, “Wonu”, y el uniforme.
— ¿Cómo llegaste aquí? – le pregunto.
— No lo sé. Simplemente… llegué.
— ¿Estás muerto? – el chico se encoje de
hombros.
— Supongo… no estoy seguro de lo que pasó.
Recarga su espalda en el respaldo del sillón y
suspira.
— Lo único que recuerdo es que salí de la
escuela en mi bicicleta como siempre, hice lo de siempre, y… ya no recuerdo
nada, hasta que aparecí aquí.
Frunzo el ceño.
— Pero, ¿Por qué aquí? ¿Por qué no en tu
escuela? – le pregunto — ¿No te gustaría ir a espantar a tus compañeros? – el
chico se me queda viendo sin expresión alguna. — Bien, parece que no. ¿Y tu
casa? Con tus papás.
— Ni siquiera recuerdo mi nombre, ¿cómo voy a
saber cómo se llaman mis papás? – hace una mueca.
Suspiro hondo. No estamos llegando a nada. Volteo
a ver hacia la ventana de mi departamento. El sol está ocultándose y no he
descansado nada. Veo la hora en mi reloj. Suspiro de nuevo antes de ponerme de
pie.
— Bien, debo descansar, has lo que tengas que
hacer – le digo — y si aún estás aquí mañana, hablamos.
— De acuerdo- el chico se encoje de hombros.
Camino de nuevo hacia mi habitación sin dejar de verlo. No se ha
movido ni un centímetro, pero decido ignorarlo e ir a descansar. Espero mañana
ya no esté aquí.
Wonwoo
(POV)
Me quedo sentado en el sillón. Encojo mis piernas hasta lograr abrazarlas con mis
brazos y recargar mi barbilla en mis rodillas. Observo la luna a través de la
ventana. Es tan linda.
Volteo a ver a la habitación del chico. Ni siquiera
le pregunté su nombre. Es guapo. Pero no luce para nada contento de tenerme
aquí, ¿quién lo estaría? Es decir, por lo que entiendo, ahora soy un fantasma,
y no sé porque razón.
Suspiro hondo. ¿Qué hago? ¿Acaso es un castigo
estar condenado a vagar en este mundo así? ¿Qué fue lo que hice tan malo para merecérmelo?
Sin darme cuenta algunas lágrimas empiezan a
rodar por mis mejillas. Por lo menos desearía poder recordar mi nombre, a mis
padres, a mis amigos.
— Hola Wonu…- rápido volteo cuando escucho una
voz que me llama.
Parpadeo sorprendido cuando veo al chico más
guapo que he visto en toda mi vida. Una sonrisa coqueta, su cabello negro y
recortado hasta los pómulos lo hacen ver de alguna manera sensual y varonil.
— Hola. – contesto sorprendido.
— ¿Por qué estas triste? – el chico se acerca a
mí sigilosamente.
— Y-yo…- muerdo mi labio. Se ha parado junto a
mí y se inclina, su rostro demasiado cerca del mío.
— Un chico tan lindo como tú no debería estar
llorando— una de sus manos limpia mis lágrimas.
En verdad es muy guapo, y sus modales y forma
de hablar lo hacen ver como todo un caballero, tan es así que me tiene
embobado.
— ¡Aleja tus manos de él! – escucho alguien
decir.
Rápido me giro. Un chico alto, delgado, con su
cabello castaño claro, y un rostro tranquilo sale de entre las sombras.
— No seas aguafiestas – el otro chico le dice.
— Tu solo quieres tentarlo, Wonu necesita
regresar a donde debe estar. – el chico se acerca y se pone entre el primero y
yo.
Esto es realmente confuso. Frunzo el ceño al
observar como discuten. Carraspeo para llamar su atención.
— Disculpen.
Ellos continúan con su discusión. De nuevo
carraspeo.
— ¡Disculpen!- grito.
Ambos se giran y se paran uno a lado del otro
para verme de frente. De pronto el segundo chico da un brinco y se gira a darle
un manotazo al primero. Levanto una ceja al darme cuenta de que el primer chico
acaba de pellizcarle un glúteo al segundo.
¡Qué rayos!
— ¿Por qué hay tanto ruido? – el chico del
departamento sale de su habitación.
Con una mano limpia sus ojos y con la otra se
acomoda los pantalones que están cayéndosele. De pronto escucho al primer chico
silbar bajo y gruñir.
— Wow, eso sí es un buen espectáculo.- lo
escucho decir.
— Degenerado- el segundo chico se queja.
— Mustia – el otro le contesta.
El chico del departamento baja su mano, abre
los ojos muy grandes y nos observa a los tres.
— ¡Qué rayos! – dice alterado - ¡¿Trajiste a tus
amigos?! – me pregunta.
— ¡Yo no los traje! – contesto a la defensiva. —
¡Y no son mis amigos!
— ¡Wow! ¡Puedes vernos! – el primer chico se
acerca a él. — Hola – extiende su mano — soy Jeonghan.
El chico del departamento toma la mano con
precaución.
— Mingyu…- ah, así que se llama Mingyu. - ¿Quiénes
son ustedes? ¿Qué hacen aquí?
— ¿Por qué no olvidamos a esos dos y nos
divertimos un poco tú y yo? – el chico llamado Jeonghan le dice.
— Bien, tú…- le contesta — estás poniéndome nervioso,
un paso atrás – sonrío al ver que Jeonghan rueda los ojos y hace lo que dice.
Mingyu de nuevo nos observa a los tres. Lleva una
mano a su nuca y suspira hondo.
— ¡Genial! – dice — el golpe fue peor de lo que
creía.
— No te preocupes Mingyu – el otro chico se
acerca— Mi nombre es Joshua, y he venido aquí a ayudar a Wonu. No debes
preocuparte más, yo me haré cargo de ahora en adelante.
Mingyu levanta una ceja. Frunzo el ceño al
percibir una leve expresión de alivio en su rostro.
— ¿En serio?
— Sí… soy un enviado del Gran Poderoso y…
— Blah, blah, blah…- Jeonghan lo interrumpe. —
Tonterías. Wonu es un alma perdida, simplemente lo llevaré a donde debe ir…
— ¿A dónde debe ir? – Mingyu le pregunta.
— Sí- Jeonghan sonríe – con mi amo y señor. El señor
de las tinieblas.
Abro los ojos, muy amplio. Creo que voy a
desmayarme. ¿El señor de las tinieblas? Eso es al infierno, ¿no? ¡Yo no quiero
ir al infierno! ¡Que hice tan malo como para ir ahí!
Doy un paso atrás mientras niego con la cabeza.
— No…
— Es más fácil de esa forma Wonu- Jeonghan me
dice — De otra forma, puedes pasar años vagando por el mundo de los vivos sin
saber a dónde ir.
— No necesariamente – Joshua lo interrumpe. —
El Gran Poderoso me ha enviado a eso precisamente, a guiarte a encontrar tu
camino.
Frunzo el ceño.
— ¿Cuál camino? – le pregunto. De pronto se
queda callado. — Viniste a guiarme y no quiero ir con él- le digo señalando a
Jeonghan — Entonces, dime, guíame.
— Bueno, primero hay cosas que debemos hacer…
— ¿Qué cosas? – Mingyu parece muy interesado.
— Primero debemos saber su nombre, como murió,
y si hay algo que aún lo detenga aquí.- Joshua nos explica — es un alma
perdida, ni el Gran Poderoso ni el señor de las Tinieblas lo tenían en su
lista, así que debemos averiguar quien es, para llevarlo a donde debe ir.
Estoy sin palabras.
Me siento en el sillón y me cruzo de brazos
haciendo un puchero. ¡Genial! Ni siquiera ellos saben quién diablos soy. Veo la
placa en mi uniforme. “Wonu”, ¿a quién diablos se le ocurrió rayonear mi
plaquita?
— ¿Y por dónde empezamos? – Mingyu se sienta en
el sillón de enfrente frotándose las manos. Al parecer está emocionado y
ansioso de deshacerse de mí.
Estoy molesto, así que simplemente me pongo de
pie. Camino hasta donde está él, pateo su espinilla con todas mis fuerzas y sin
saber cómo, desaparecí y aparecí en otra parte.
Me giro para ver a mí alrededor. ¿En dónde
estoy?
¿Es un salón de clases?
Abro los ojos, muy amplio cuando escucho a
alguien llorar. Se escucha escalofriante.
¡Como un fantasma!
Me giro hacia donde escucho el llanto. Hay algo
detrás del escritorio del profesor. Mi corazón se acelera. Camino poco a poco. Estoy
muy asustado, sobre todo porque entre más me acerco, más aterrador se escucha.
Me detengo con el corazón demasiado agitado.
Doy un paso atrás cuando el bulto detrás del
escritorio se gira.
— ¡AAAAAAAAH! – ambos gritamos.
Sin poder evitarlo corro del otro lado del
salón a esconderme detrás de un banco. Mi corazón quiere salirse de mi pecho.
3 Comentarios
Hey MinGyu! Podrías ser un poquito más cordial con tu invitado??... el pobre de WonWoo, no recuerda absolutamemte nada de su vida terrenal, tan solo su paseo en bicicleta y después puf!!... en blanco... se me rompe el corazón cuando se sienta solito a contemplar la luna y sus lagrimitas comienzan a caer... snif, snif... ni siquiera JeonHan, diablillo que no deja de pellizcar el trasero del angelical Joshua, saben como Minu fue a parar al depa de MinGyu, quien puede ver tanto al primero como al segundo, pero dispuesto a hacer lo que sea para que Wonu desaparezca... que tan fuerte fue su golpe, ah??... y como cereza de pastel, el lindo fantasmita, ha encontrado a otro fastasma en un salón de clases... quien sera?... lo llevará con él al depa de MinGyu??... eso seria genial!!... jajaja!!
ResponderEliminarGracias por tan divertido, aunque con sus gotitas de tristeza, capítulo.
Bye, Bye.
Gracias...
ResponderEliminarPobre WonWoo no recuerda nada de su vida, definitivamente tenia razón en enojarse con quienes rayaron su placa en vida, ahora no pueden ni siquiera saber como se llama realmente, por otro lado MinGyu debería ser mas amable con su fantasma amigo ya que el indirectamente fue responsable de su muerte, claro que el no lo sabe, pero aun así debería ser mas amable...
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