Marry... Me... Capitulo 21

Mingyu (POV)

— En fin, solo quiero decirte, que me he hecho los exámenes, y que… soy compatible. 

No puedo evitar sentirme feliz cuando escucho las palabras del Señor Cho. 

¡Hay un donador! ¡El señor Cho será el donador!

Pero al mismo tiempo estoy confundido al sentir como Wonwoo aprieta su abrazo, como si las palabras del Señor Cho más que hacerlo feliz, lo asustaran… 

— Wonu… - su appá lo llama, pero Wonwoo no voltea a verlo, simplemente oculta su rostro en mi pecho. 

Giro mi rostro para ver a las otras dos personas que están en la habitación. Ambos lucen preocupados. 

— Yo…- les digo — Creo que lo mejor es que dejen descansar a Wonwoo. — no tengo idea de lo que está pasando, pero siento que es lo correcto. Puedo sentir la ansiedad en Wonu, y no me está gustando nada. 

— Está bien…- el joven Zhou Mi me dice — Gracias Mingyu, por favor, cuida de él. 

Asiento con la cabeza y los observo salir de la habitación. Apenas la puerta se cierra, escucho a Wonwoo comenzar a llorar. Estoy en verdad muy sorprendido. Lo separo un poco del abrazo para observar su rostro. 

— Wonwoo, ¿qué ocurre? - le pregunto. - niega con la cabeza sin poder hablar. 

Respiro hondo. Decido cargarlo y llevarlo conmigo al sillón junto a la ventana. Me siento y lo coloco en mi regazo. Wonwoo pone su cabeza sobre mi hombro. 

¿Por qué mi corazón está latiendo tan rápido? Definitivamente esta parece ser una situación bastante seria, y mi tonto corazón no puede dejar de acelerarse de esta forma por él. 

Suspiro hondo. 

— Wonwoo… dime, ¿qué ocurre? 

— Ese señor…- murmura

— ¿El señor Cho? Ah, es el papá de Heocheol, ¿lo recuerdas? - Wonwoo levanta la mirada. 

— ¿Heecheol? - sonrío mientras asiento. 

— Oh por Dios…- Wonwoo de nuevo empieza a llorar. 

— ¿Qué pasa? ¿por qué lloras? ¿no estás feliz? ¡Van a operarte! ¡Hay un donador! - le digo.

— ¿Sabes lo que acaba de decirme mi appá? 

Dejo de sonreír cuando veo que él sigo llorando, que la felicidad de saber que hay una posibilidad de que se recupere no logra alcanzarlo. 

— No - niego. 

— Que ese señor, el Señor Cho, es mi verdadero padre. Que ha estado mintiéndome toda mi vida… 

No puedo creer lo que acaba de decirme. ¡Pero claro! No podía ser tanta suerte que él resultara ser su donador, alguna conección debían tener. Pero no puedo dejar de sorprenderme. 

— Entonces… - murmuro, intentando pensar en algo que lo haga sentir por lo menos un poco mejor — ¿Tu y Heecheol son hermanos?

Wonwoo, dejar de lloriquear, ladea su cabeza para verme fijamente. 

— ¿Es lo único en lo que puedes pensar? - me pregunta, y yo simplemente sonrío.

— Pero has dejado de llorar - le digo, y esquivo un golpe en la cabeza.— ¡Oye! -me quejo — Y estaba a punto de decirte que eras el hermano con sentido del humor. 

— Tonto…- Wonwoo murmura bajando la cabeza, pero no logra ocultar de mi una leve sonrisa ante lo que acabo de decir. 

— En serio. Heecheol a veces es demasiado intenso - continúo - pero igual creo que lo heredó más de su appá, porque si hubiera sido de su papá, tu serías el doble de peleonero de lo que ya eres. 

Wonwoo frunce el ceño. Y de pronto comienza a querer darme golpes en la cabeza, los cuales esquivo mientras me río a carcajadas al igual que él. Termino por detener sus manos. Los dos estamos bastante agitados. Por unos momentos nos quedamos viendo a los ojos, nuestros muy cerca. 

— Estoy feliz - finalmente le digo. 

— ¿En serio? ¿Por qué? - pregunta. 

— Por qué ahora sé que no voy a perderte - le digo. 

Mi corazón de nuevo late muy rápido. No puedo dejar de ver su lindo rostro. Wonu sonríe y de nuevo recarga su cabeza en mi hombro. 

— Yo también estoy feliz…- murmura. 

Su voz se escucha débil. Su respiración se escucha débil. 

— ¿Wonu? - lo llamo, pero no me responde. — ¿Wonwoo? 

Mi corazón se acelera, angustiado. Me pongo de pie con él en brazos para ponerlo en su cama y… 

— Estoy bien…- de pronto murmura y eso me hace detenerme. — No me sueltes, por favor…- y eso me hace regresar al sillón y volver a sentarme con él en mis brazos. 

Siwan (POV)

— Entiendo. ¿Eso fue hace cuanto tiempo? - pregunto a la persona al otro lado del teléfono. - ¿Tres semanas? Bien. Envíame lo que tengas, te depositaré el dinero para que puedas ir. Gracias. 

Corto la llamada justo cuando alguien toca a la puerta de mi oficina. 

— Adelante. 

El joven Dong Hae entra a mi oficina. Me pongo de pie para saludarlo. 

— Siwan, cariño. ¿Cómo estás? Lamento molestarte, pero necesito que me des noticias. - sonrío.

— No se preocupe, lo entiendo. - le indico que se siente, y cuando lo hace, hago lo mismo. — Precisamente acabo de terminar una llamada con el detective que contraté. 

— ¿En verdad? ¿Y que te ha dicho? - el joven Donghae parece ansioso. 

— Efectivamente Kevin abandonó el país hace más de tres semanas. 

El joven se recarga en su silla mientras aprieta los puños. 

— Si hubiera sabido antes toda ésta situación, yo…

— No habría podido hacer nada. Kevin estaba decidido. - de pronto levanta la mirada y se acerca. 

— Siwan, se sincero conmigo.- asiento mientras lo veo fijamente. — ¿Crees que en verdad Minu haya huido con él?

Hago una mueca. Rasco mi cabeza sin saber que contestar. La verdad. No tengo ideo. Es decir, apenas conozco a Minwoo y a su familia. Pero por otra parte, Wonwoo no parece un mal chico, y quiere mucho a su hermano, así que creo que los dos jovencitos son realmente inocentes, pero… 

— HyungSik ha estado insoportable. - continúa — su mal humor va a hacer que todos los empleados en la casa terminen renunciando. ¿Cómo ha sido aquí? - pregunta. 

— No es mucho mejor - contesto — Ayer despidió al mensajero por tirar un sobre que acababa de darle al piso. Y hoy ha estado molestando a su secretaria con pedidos imposibles. - hago una mueca. — Sino renuncia, seguro la despide al final del día. 

— Dios…- el joven suspira — ¿Qué hago? No me gusta verlo así. ¿A dónde fue Kevin? - regresa el tema a Kevin. 

— Según los informes que me dieron, a Japón. 

— Sí, solía viajar mucho a Japón, es un lugar que conoce muy bien. Sigue investigando, tenemos que traer de regreso a Minu. 

— Lo hare. 

— Bien.- se pone de pie. — ahora iré a ver a mi hijo el cascarrabias. - sonrío mientras me pongo de pie.

— Que tenga suerte. - le digo. 

Lo observo salir de mi oficina. Suspiro hondo. Aunque Hyung Sik ha regresado al trabajo, realmente sigo encargándome de la mayoría de las cosas, él no tiene la cabeza fría en estos momentos. Veo la hora en mi reloj. No quiero salir tarde hoy de la oficina, quiero pasar al hospital a desearle suerte a Wonwoo. 

Sonrío. Mañana por fin será su operación. 

Me siento para seguir con mi trabajo, pero apenas lo hago, la puerta de mi oficina se abre sin aviso. Me pongo de pie rápido, alerta por cualquier situación. 

— ¡Tú! - abro los ojos amplio cuando veo a Heecheol entrar enojado. 

— ¿Heecheol? ¿Pasa algo? - le digo mientras rodeo mi escritorio para ir a su encuentro. 

— ¡Tu debes saber algo! 

— ¿De qué hablas? - pregunto, aunque empiezo a sospechar de que está hablando.

— Mi padre. ¿Por qué se ha hecho los análisis? ¿Por qué ha decidido ser el donador de ese chiquillo? 

¡Dios! Suspiro hondo mientras me fronto la frente. Empiezo a sentirme un poco cansado. 

— Heecheol, escucha… 

— ¡No! ¡Escúchame tú! ¡Se que sabes algo, eres el achichincle de ésta familia, sabes porque mi padre lo hizo! 

Me quedo callado cuando lo escucho llamarme de esa manera. Así que es así como me considera. Esa es la razón por la que siempre está despreciándome. Heecheol sigue manoteando mientras me reclama saber la verdad. 

Doy un paso al frente y sostengo sus manos con firmeza. Heecheol abre muy amplio sus ojos, sorprendido, sobre todo porque al mismo tiempo lo acerco a mí. Su rostro y el mío muy cerca. 

— ¿Cómo esperas que lo sepa? Soy solo el achichincle. Este tipo de secretos, solo los más cercanos lo saben. ¿Por qué no le preguntas directamente a tu padre, precioso? 

— Siwan… — me acerco más, rozo levemente sus labios con los míos. 

— ¿O es que acaso querías venir a verme? ¿Es solo un pretexto para entrar a mi oficina? - le digo antes de besarlo. 

Heecheol intenta apartarme, pero tengo sus manos sujetas y le resulta imposible. Lucho contra él hasta que finalmente se da por vencido, y sus labios se abren para dejarme explorar su boca con mi lengua. Lentamente la tensión en sus brazos va cediendo, hasta que ya no es necesario aplicar fuerza para contenerlo. 

Y es entonces cuando decido terminar el beso y apartarme. 

— Bien, ahí tienes lo que esperabas. - le digo. — Ahora, ¿serías tan amable de salir? tengo mucho trabajo. 

Heecheol se me queda viendo unos momentos, realmente sorprendido. Yo simplemente regreso a mi escritorio y finjo trabajar, si voltear a verlo, hasta que escucho que la puerta se cierra bruscamente. Levanto la mirada y suspiro hondo. 

— ¡Rayos! — murmuro mientras toco mis labios. 

Aún tengo la sensación de sus labios… 

Minwoo (POV)

Observo por la ventana a la gente caminar abajo, en la calle. Suspiro hondo. No puedo dejar de sentirme triste. Extraño a mi appá, a Wonu… a Hyungsik. 

Quisiera saber si ha resultado, si el doctor Lee ha podido contactar al papá de Wonwoo, si él ha accedido a hacerse los análisis, si ha sido compatible. Pero estoy tan lejos, que no tengo forma de enterarme. 

Ni siquiera tengo mi teléfono celular… 

Giro mi rostro hacia la puerta de ésta habitación, cuando escucho que alguien está abriéndola. He estado encerrado aquí, bajo llave. No me sorprende ver a Kevin que entra con una bolsa de papel, la cual pone sobre la mesita después de volver a cerrar con llave. 

— Te he traído de comer - me dice mientras empieza abre la bolsa para sacar su contenido. 

Hago una mueca cuando el olor a grasa llega a mi nariz. No me gusta, me provoca malestar. 

— No tengo hambre le digo. 

— Tienes que comer, amor. - muerdo mi labio cuando lo escucho llamarme así. 

Sin proponermelo, giro mi rostro hacia la ventana de nuevo, intento disimular mi desagrado, pero es evidente que mi acción lo único que provoca es evidenciarlo más. 

En menos de dos segundos, Kevin está junto a mí, y me sujeta del brazo para hacerme poner de pie. 

— ¿Lo extrañas? - me pregunta. 

Me niego a contestar, así que mantengo mi boca cerrada. 

— No creas que he olvidado que me engañaste. - me dice sujetándome de los brazos. — Eres mío y te acostaste con él. 

— Kevin…- quisiera decirle tantas cosas, pero siento que cualquier cosa que le diga será en vano. 

— ¿Fue bueno? - abro los ojos muy amplio. 

— ¿Qué? 

— ¿Te gustó acostarte con él? - de pronto aprieta más sus manos en mis brazos, haciendo que me acerque más a él. 

— Yo…

Estoy comenzando a sentirme nervioso, asustado. 

— Yo puedo ser mejor que él… 

Mi corazón se acelera cuando de pronto intenta besarme. Esquivo el beso girando mi rostro, pero eso lo hace enojar e intenta por todos los medios besarme. Aprieta demasiado fuerte sus manos, comienza a empujarme contra la pared. Hasta que finalmente logra besarme en los labios. 

No quiero… 

Antes, cuando eramos novios, sus besos eran lo mejor que podría pasarme, pero ahora… 

Hyungsik… 

De pronto, tengo nauseas, el olor de la comida grasosa y sus besos no ayudan. Quiero vomitar. No puedo más. Lo empujo con todas mis fuerzas y corro al baño. Cierro la puerta con seguro y me hinco frente al retrete a vomitar. 

No puedo controlar mis lágrimas. Me siento mal. Empiezo a creer que he cometido un grave error. 

— Y estoy feliz de que hayas acudido a mí, querido. - Hyungsik me dice, justo antes de que hagamos el amor. — Eres mi esposo y nada hará que te deje ir… 

Mis llanto se incrementa al recordar sus palabras. Soy un idiota. Y ahora no puedo salir de aquí, Kevin me ha tenido encerrado. Sabe que si no me mantiene bajo llave, a la primera oportunidad huiré de su lado. 

De nuevo las ganas de vomitar hacen que me incline sobre el retrete. Me siento tan débil y mareado. 

— ¡Minwoo! ¡Abre! - doy un brinco asustado cuando escucho a Kevin. — ¡Abre la maldita puerta! 

Muerdo mi labio. No quiero hacerlo, pero no puedo quedarme aquí encerrado toda la vida. Además, no me siento bien, creo que necesito un doctor. Como puedo, limpio mi rostro y abro la puerta. 

Kevin se me queda viendo. Entra al baño a inspeccionar y regresa a mi lado para verme de nuevo. Frunce el ceño. 

— Solo eso me faltaba. ¿Estas embarazado? - parpadeo confundido. 

— ¿Embarazado? - murmuro. 

— ¡Maldición Minwoo! - toma un frasco del baño y lo avienta contra pared, eso me hace dar de nuevo un brinco asustado. — ¡Maldito Hyungsik! 

¿Embarazado? Llevo una mano a mi mejilla, aún me siento débil, mareado y con un poco de temperatura. ¿Será debido a eso? Llevo mi otra mano a mi vientre. No me he sentido diferente. Hasta ayer, que empecé a sentirme mal, y hoy que me ha dado por vomitar. 

Kevin sale del baño, toma las llaves de la habitación y sale golpeando con fuerza la puerta. Regreso a la habitación y me siento en la cama. Aun estoy pensando, sorprendido, pero al mismo tiempo asustado. 

Si en verdad estoy esperando un hijo, este en verdad ha sido el peor error que he cometido. 

Wonwoo (POV)

Abro los ojos de pronto. 

No puedo moverme mucho, así que solo puedo ver el techo sobre mí. Pero puedo notar que aun tengo el respirador en mi boca, y un montón de máquinas suenan a mi alrededor. 

¿Es todo? ¿Ha terminado? 

Empiezo a sentirme ansioso. Hasta hace unos momentos estaban preparándome para el transplante, estaba en la sala de operaciones, contando del diez hacia atrás, y ahora estoy aquí, en mi habitación con un montón de máquinas conectadas. 

Mi corazón da un vuelco cuando una mano sostiene la mía, quiero girar la cabeza para ver quien es, pero me es imposible. No importa, esa persona pronto aparece frente a mis ojos. 

— Wonu…- dice mi nombre y una enorme sonrisa ilumina su rostro. — Todo ha salido bien. 

Todo ha salido bien… ¿eso significa que voy a estar bien? Las lágrimas poco a poco empiezan a rodar por mis mejillas. 

Mingyu… pienso su nombre. 

— ¡Oh! No llores. Vas a estar bien. - me dice mientras seca las lágrimas que han logrado escaparse. — Vas a estar bien…- se inclina para darme un beso en la frente. 

Mi corazón empieza a latir muy rápido. Mingyu se separa, sorprendido y luego sonríe. 

— Oh, te has emocionado con el beso. - me dice. 

Estoy seguro que me he sonrojado. Había olvidado que tengo todas esas máquinas conectadas, y seguramente una de ellas ha delatado el ritmo de mi corazón. Cierro los ojos para evitar verlo. Lo escucho reírse. 

— Estoy tan feliz Wonu. - su mano acaricia mi cabeza. — Ahora solo hay que seguir todas las indicaciones del doctor, para que pronto puedas recuperarte por completo. - Abro los ojos para verlo. 

¿Por qué me ve de esa forma? Su mirada es tierna, y tan llena de… amor. De nuevo sonríe amplio de pronto. 

¡Malditas máquinas! ¡No son nada discretas!