— ¿Sí? Ah, hola Kevin, ¿qué se te ofrece? –
contesto el celular mientras subo al auto.
— Es necesario que vengas Changwon.- frunzo el
ceño.
— ¿A Changwon? ¿Para qué?
— ¿Recuerdas ese negocio en el que estoy
interesado?
— Sí, lo recuerdo…
— Bien, quiero que me des tu visto bueno, en Changwon
hay un proveedor que podría ayudarme a iniciar, y así poder tener mi propia
empresa.- sonrío.
— De acuerdo. – veo la hora en mi reloj, apenas
son las 7 de la noche. — Voy en camino, reserva una habitación de hotel y
mañana por la mañana temprano vemos ese proveedor, ¿te parece?
— Gracias hermano.
Corto la llamada y dejo el celular a un lado. Sonrío
al sentirme satisfecho de poder ayudar a Kevin, es la primera vez desde que
murió papá que me ha pedido que lo ayude en algo. El que pida mi opinión cuando
está intentando crear su propia empresa para no ser dependiente de lo que papá
dejó, me hace sentir además orgulloso de él.
Estoy a punto de encender el auto cuando veo a
un hombre aproximarse a mi auto, frunzo el ceño al ver que está balanceándose y
tocándose el pecho, como si tuviera mucho dolor. De pronto se desploma en el
piso y eso me hace bajar del auto para ayudarlo.
Apenas lo he hecho otros dos hombres salen de
la nada para sujetarme, asombrado veo que el tipo tirado en el piso se pone de
pie y avanza hasta donde estoy.
— ¿Quiénes son ustedes? – pregunto nervioso.
— Amigos- contesta el tipo sonriendo.
— ¿Qué quieren? ¡Suéltenme! – empiezo a
jalonearme.
— Tranquilo principito, solo queremos un poco
del pastel- frunzo el ceño.
Volteo a ver a los otros tipos, y al
estacionamiento a mí alrededor, todo está vacío. Aprieto los labios.
— ¿Están secuestrándome? – pregunto, aunque ya
se cuál es la respuesta.
Los tipos simplemente se ríen. Veo a uno
alejarse para subir a mi auto y llevárselo, desconozco que piensa hacer con él,
pero los otros dos tipos me llevan a rastras a una camioneta en donde me cubren
la cabeza con una tela.
— ¡Déjenme ir! ¡Yo mismo les doy lo que
quieran!- grito mientras jaloneo e intento darles pelea.
— ¡Cállate! – uno de los tipos me grita y
golpea mi cabeza. — ¡Te van a escuchar! ¡Cállate de una maldita vez!- de nuevo
me sacude y me golpea la cabeza contra el piso de la camioneta.
De pronto me siento mareado, escucho sus voces
a lo lejos. Algo sobre que deben mantenerme tranquilo por un buen tiempo. No entiendo
lo que dicen. Hablan de ir a cobrar lo que les prometieron, de a dónde deben
llevarme. Pero poco a poco las voces se van apagando y la oscuridad me devora.
*****
Parpadeo. Algo se desliza por mi sien, alguna
especie de líquido. Intento llevar una mano ahí para verificar de qué se trata,
pero no puedo. Mis manos están amarradas detrás de mi espalda. Abro los ojos un
poco y volteo a ver a mi alrededor. Estoy en una pequeña habitación, sujeto a
una silla.
Detrás de mí debe estar la puerta, puedo
escuchar a mis espaldas voces. Mi corazón está latiendo rápido.
— ¡Diablos! ¡Eso no fue lo acordado!- escucho a
alguien decir molesto.
— ¿Qué vamos a hacer ahora? – otra persona
pregunta.
— Por lo pronto, hay que dejar que crean que
fue él. Si descubren la identidad del cuerpo, van a dar con nosotros— frunzo el
ceño.
No entiendo de lo que están hablando. Y tampoco
logro entender que es lo que están buscando de mí. No sé cuánto tiempo he
estado inconsciente, pero puedo ver la luz brillar del sol por entre las
cortinas. Mi familia debe estar preocupada. Y no pasará mucho tiempo antes de
que empiecen a buscarme.
*****
Me han desamarrado las manos y de la silla para
que pueda comer y tomar algo por mí mismo. No sé cuántos días han pasado, pero
estoy cansado de estar aquí, y al parecer los tipos que me tienen detenido
también.
Dejo el pedazo de pan que estoy comiendo en el
plato cuando escucho de nuevo gritos del otro lado de la puerta. Frunzo el
ceño. Esta vez las voces se escuchan más alteradas, y una de ellas parece estar
al teléfono.
— ¡No, no puedo mantenerlo más tiempo! ¡Dime
que debo hacer con él!
Me acerco a la puerta para intentar escuchar
con más claridad lo que dicen. Pero es un caos allá afuera.
— ¡Quiero mi dinero!
Escucho otro grito.
— ¡Bien! ¡Entonces hazte cargo tu solo! –
finalmente grita y escucho que tira el celular a la pared, demasiado alterado.
Por unos momentos todo está en calma. Escucho murmullos,
pero no logro entenderlos. Han pasado unos segundos de pronto el click del
seguro de la puerta suena y eso me hace retirarme de ella esperando a que se
abra.
Me quedó ahí, parado por bastante tiempo, pero
la puerta no se abre. De pronto el sonido de otra puerta cerrándose a lo lejos
me hace darme cuenta de que tal vez se han ido y me han dejado. Lentamente avanzo
hasta la puerta.
Mi mano extendida tiembla. Mi corazón está
latiendo muy rápido. Paso a paso me acerco y con mi mano tomo el pomo de la
puerta y lo giro. Abro los ojos muy grandes cuando compruebo que efectivamente
está abierta.
Aun con precaución, abro la puerta y me asomo. No
hay nadie. En verdad se han ido y me han dejado aquí. Ahora esto se hace más
extraño. ¿No pidieron rescate? ¿Por qué me han abandonado? ¿Con quién hablaban
tanto?
Rápido corro a la puerta, aun sin creer que
esto sea real, intento alejarme lo más pronto posible de este lugar. Es una
cabaña oculta entre los árboles, estoy desesperado por alejarme que en
ocasiones caigo y me hago más rasguños y moretones.
De alguna manera he llegado al borde de una
carretera, mi corazón está tan acelerado que apenas veo unas luces acercándose,
me pongo en medio agitando mis manos para que me vean. El auto apenas me ve,
frena cuando ya casi está frente a mí y alcanza a golpearme, empujándome en el
pavimento. Mi cabeza de nuevo se golpea un poco, pero no estoy inconsciente.
— ¡Oh Dios! Señor, ¿está usted bien? – un hombre
mayor se inclina sobre mí para revisarme. — Dios Santo, ¿qué le ha pasado? –
pregunta mientras intenta ayudarme.
— ¿Podría llevarme a casa? – pregunto sin
aliente.
— Será mejor si lo llevo a un hospital, no se
ve usted muy bien, ¿qué le ha ocurrido? – el hombre me ayuda a caminar hasta su
auto.
— No, solo quiero ir a casa… por favor…-
respiro hondo cuando por fin me siento en el auto.
— Pero…- se me queda viendo unos momentos. —
Está bien, ¿dónde es su casa?
— Mi casa…- frunzo el ceño.
Mi mente está un poco desordenada. Palmeo los
bolsillos de mi pantalón y de mi chaqueta buscando mi cartera. Respiro aliviado
cuando me doy cuenta de que los tipos que me secuestraron no me la quitaron. Lo
cual es aún más extraño.
Saco la cartera y busco una identificación y se
la entrego al señor que está ayudándome.
— De acuerdo, señor Choi Hyung Sik, lo llevaré
a su casa, pero debe ir a un hospital después, esas heridas en la cabeza no se
ven muy bien.- me dice mientras rompe una tela y la coloca en mi cabeza.
— Sí, eso hare… eso hare…
Cierro los ojos. Mi respiración poco a poco se
hace más tranquila, estoy tan cansado de correr que me he quedado dormido.
*****
— Señor, hemos llegado…- unas manos tocan mi
hombro y eso me hace abrir los ojos.
Veo por la ventana del auto. Un gran portón
negro se eleva frente a mis ojos. Sonrío al verlo. ¿Cuántos días habrán pasado?
¿Dos, Tres? ¿Una semana? No lo sé, pero para mí fueron eternos.
— Lo ayudo a bajar – el señor baja de su auto y
abre la puerta de mi lado. — Con cuidado. Lo ayudaré a llegar hasta la puerta.-
niego con la cabeza.
— No, así está bien.- volteo a verlo — Muchas
gracias, usted ha salvado mi vida. – saco de nuevo mi cartera y le doy una
tarjeta de identificación empresarial — si necesita un trabajo, puede buscarme.
El hombre abre los ojos muy grandes al leer el
nombre de la empresa.
— ¿Así que en verdad es usted? Creí que había
muerto… - frunzo el ceño.
— ¿Muerto?
— Sí, en todos los periódicos lo publicaron.
Murió en un accidente de auto.
Me quedo callado. Volteo a ver de nuevo la
mansión frente a mí. ¿Ellos piensan que he muerto? ¿En mi auto?
El recuerdo de las conversaciones escuchadas a
través de la puerta llega a mi mente. Así que eso fue lo que pasó. El tipo que
se llevó mi auto tuvo un accidente y murió.
— Gracias otra vez.- le digo.
Respiro hondo y camino hasta el portón. Llevo mi
dedo al timbre y espero a que alguien conteste. Me recargo en la pared, aun me
siento mareado y la cabeza me duele.
— ¿Sí? – escucho la voz de Yoosu.
— Yoosu, soy yo, ábreme. – de pronto todo se
queda en silencio, vuelvo apretar el botón — Yoosu, soy Hyung Sik, abre.
— ¿Señor Hyung Sik? ¿Es usted en verdad?
— Ya te dije que sí hombre, abre…- respiro
hondo.
— ¡Oh por Dios!
Tras unos momentos, el portón se abre para
dejarme entrar. Camino lentamente hacia la puerta principal, a mitad de camino
algunos de los empleados salen a recibirme y ayudarme. Puedo ver claramente sus
caras de asombro al verme vivo.
— Con cuidado, pase señor…- finalmente entro a
la casa.
— ¡Hyung Sik! – volteo al escuchar la voz de mi
appá.
Appá baja corriendo las escaleras para
abrazarme, detrás de él hay dos jovencitos en pijama que me ven sorprendidos.
Mi hermano Mingyu baja las escaleras corriendo y se reúne con nosotros.
— ¿Hyung Sik? ¿Estás vivo? – pregunta asombrado.
— Si cabezón, lo estoy – le digo extendiendo
una mano hacia él.
— ¡Eso es asombroso! – dice antes de unirse al
abrazo que appá y yo nos estamos dando.
Tenemos que separarnos cuando escuchamos una
pequeña conmoción. Al borde de las escaleras uno de los jovencitos está
desmayado y el otro intenta reanimarlo.
— ¡Oh Dios! Pobre Minwoo, debe haber sido una
conmoción para él verte vivo – Appá dice mientras corre a verlo.
— ¿Minwoo?- murmuro.
— Yoosu, ayúdame a llevarlo a su habitación –
appá ordena.
Yoosu toma al jovencito en brazos y sube las
escaleras, detrás de él, el otro jovencito lo sigue, sin dejar de voltear a
verme insistentemente. Luce un poco nervioso, y como si estuviera asustado de
verme aquí.
— Vamos a dejarlo descansar un poco, ya después
podrás reunirte con él – appá me dice, y yo sigo sin entender— pobre, cuando le
dimos la noticia de que habías muerto, se puso muy mal, casi no ha querido
comer.- appá sonríe — pero ahora que tú estás aquí, todo irá mejor. – De pronto
frunce el ceño y me da un golpe en el brazo — ¿Por qué no me hablaste de él
antes? Es muy lindo.
Me quedo callado sin saber de que está hablando
appá. Mingyu se cruza de brazos y frunce el ceño también.
— No fue nada lindo enterarnos de que tenías un
esposo, justo el día que recibimos la noticia de tu accidente.- abro los ojos
muy grandes.
¿Un esposo? ¿Yo?
Volteo a ver las escaleras por donde Yoosu se llevó
al jovencito. Llevo una mano a mi cabeza.
— ¿Me casé? – pregunto. Appá voltea a verme.
— Sí…- contesta dudoso.
— Encontramos el acta entre tus cosas- Mingyu
dice. — Un día antes de tu accidente, en Changwon.
— Changwon…- murmuro.
El nombre del lugar me parece conocido.
— No lo recuerdo…- digo.
— ¿No lo recuerdas? – Appá me dice preocupado.
— No…- niego con la cabeza.
— Pero hay un acta, y él sabe cosas de ti, y
hay una foto de él entre tus cosas en la oficina.- Mingyu me asegura.
¿Es todo eso verdad? De nuevo me llevo una mano
a la cabeza. ¿Será que los golpes realmente me afectaron y no lo recuerdo?
De pronto la puerta de la casa se abre, Kevin
acaba de llegar y luce algo agitado. Se detiene en seco cuando me ve. Abre los
ojos muy grandes.
— Hyung Sik…
— Kevin – sonrío al verlo. — Estoy bien, estoy
vivo.- le digo.
— Ya veo…
5 Comentarios
Ahora pues, ahora comienza lo bueno… como te quedó el ojo Kevin??... Sik está vivito y coleando… algo magullado… pero será cuestión de tiempo para que Sik descubra que tú fuiste el que planeó su asalto con el fin de obligarlo a reconocer a Min Woo como esposo y tu ambición por las acciones, pero ya lo dice el dicho “no hay crimen perfecto” y la muerte de quien tenía su auto lo cambió todo… que vergüenza… y él que se sentía orgulloso de ti, pensando que querías independizarte… y cuando Min Woo, despierte y él y Sik se vean por primera vez??... la espera me desespera!!!... jajaja!!
ResponderEliminarGracias por la actualización.
Saludos.
que bien ya queria leerlo me ha encantado
ResponderEliminarese kevin ya me empezaba a caer mal desde un principio pero ahora ya siento que quiero que le caiga un rayo lo mas pronto posible
Ojala y Sik se enamore perdidamente de minu y lo defienda de ese odioso de kevin ¬¬
Me encanta esta pareja todo lo que sea de ellos es bienvenido *w*
Ya quiero ver a Sik y Minu en plan romantico *w* y ver como Kevin se muere de celos por ello ¬¬ tambien espero ver a Siwan y hee juntos en este fic ellos tambien me encantan *w*
Muchas gracias por la actu la ame la espere con muchas ansias *w*
Hay Dios santo, ahora si se nos viene el drama bebés,pobre Sik antes no quedó tontito con tanto golpe en la cabeza, y a Kevin le falta mucho para ser un matón (esa gente que contrata xD)
ResponderEliminar¡Oh por Dios!
ResponderEliminarEsto está que arde.
Ya quiero ver como continúan las cosas.
Nos leemos en el próximo cap.
Vaya al parecer Hyun no perdió la memoria pero si anda un poco confundido, ahora si que se preparen todos por que el drama apenas comienza, solo espero que Minu no resulte mas lastimado después de todo este embrollo y Kevin reciba su buen merecido....
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