Colaboración: My Rain and You... Capitulo 28



En el cielo oscuro que cae sobre la ciudad
Por encima de las lágrimas que he derramado
O mi corazón que se ha destrozado
He logrado crecer.
… Bye Bye Sea


Unos minutos después estaban de regreso en su hotel. Subieron al elevador, donde nada más cerrar las puertas, Heechul se abalanzó sobre los labios de su esposo; necesitado de Siwon. Éste le correspondía entre jadeos y sobresaltos, pues las manos de Heechul no se estaban quietas; el abrigo de Siwon yacía en el suelo del elevador.

Al llegar a su piso, las puertas del elevador se abrieron. El primero en salir fue Heechul quien llevaba a Siwon tomado de la mano sacándolo casi a rastras, logrando tomar con mucha suerte el abrigo del suelo.

Tan sólo entrar en su suite, los besos no se dejaron esperar, caminando por en medio de la sala dejaron botados sus abrigos. Entre besos pasaron por el comedor, Siwon golpeó una que otra silla ante la insistente boca de Heechul que no lo dejaba ver y más ropa quedó en el camino.

Ya en la habitación, Heechul lanzó a Siwon sobre la cama y comenzó a devorar sus labios nuevamente, mientras terminaban de desvestirse mutuamente. Ver de nuevo a Heechul sobre él era hermoso, pero ésta vez era diferente. Mucho más ardiente, tempestuoso, impaciente y salvaje, toda una fantasía que jamás imaginó; pues pensó que el triste pasado de éste aún no estaba del todo borrado.

Pero se equivocaba, Heechul estaba con la persona que amaba, a la cual había entregado su corazón y con el único que podía sentir al hacer el amor. Las caricias de Siwon hacían que cada fibra de su ser vibrara de muchas emociones, con él nada de ese pasado le impedía ser el mismo; dejarse llevar por el placer que le causaba y la necesidad que le invadía.



- Siwon… - susurró a su oído. – hazme el amor.

La mirada intensa que se posó sobre Heechul le contuvo el aliento. Sólo Siwon era capaz de hacerle sentir como nunca. Y antes que pudiera seguir pensando, Siwon cambió de posiciones deslizándolo debajo de él. Mirándolo con unos ojos llenos de deseo, pasó su mano sobre su pecho acariciando una de sus tetillas hasta dejarla dura.

Heechul gimió ante su toque, pero Siwon no le dejó pues cubrió su boca con la suya, obligándole a corresponderle con la misma insistencia de su lengua recorriendo el interior de su boca. Sus respiraciones se hacían entrecortadas, Heechul sintiéndose perderse lo llevó a aferrarse a sus hombros mientras Siwon lo tomaba en sus brazos, le acariciaba la espalda desde su nacimiento hasta llegar a su fin, perdiéndose en sus glúteos.

Ante la impaciencia mostrada por Heechul, ahora Siwon se lo estaba tomando con calma, decidido a hacerle pasar un buen rato a su amado y también buscando no lastimarlo, pues no estaba al cien por cien. Siwon se colocó sobre Heechul en toda la extensión de su cuerpo, y con su boca buscó la suya con pasión, demostrándole a Heechul que también lo deseaba.

Ambos gimieron en medio del beso al sentirse piel con piel, que los hizo retirarse pues el oxigeno comenzaba a faltarles. Era hermoso, pensó Siwon al contemplar a Heechul. Para después lanzarse a besar su cuello, su boca viajó a través de su pecho, sus tetillas las cuales lamió y mordisqueó sin dañarle; Heechul comenzó a sentir cómo electricidad recorría su cuerpo con cada caricia.

Siwon fue bajando por su cuerpo con sus besos, más y más abajo, hasta que su boca alcanzó el miembro de Heechul, lamiéndolo, acariciándolo, provocándole placer; que lo hizo arquearse y gritar su nombre. Hasta recreándose en esa sensación, sintiendo cómo una ardiente oleada subía por todo su cuerpo; enredó sus dedos en el cabello de Siwon imponiéndole su ritmo.

Y cuando sintió que no podía mas, Siwon se detuvo por un momento haciéndolo insoportable para Heechul; que le pedía con la mirada que continuara.

Entonces Siwon deslizó una de sus manos sobre su abdomen para continuar con su tarea mientras le acariciaba ésta zona, llevándolo al éxtasis como una ola de calor tan intensa que hizo gritar a Heechul arqueando su espalda, liberando su esencia, para después dejarse caer sobre las sabanas sudoroso y débil.

- Te extrañé hermoso. – susurró Siwon contemplándolo recuperar el aliento.

- Esto es maravilloso Siwon. – susurró Heechul algo aturdido todavía. – pensé que algo sucedía entre nosotros, pero esto… Oh, Siwon, yo también te extrañaba y mucho.

- Nunca te había sentido así, tan ansioso. – murmuró Siwon con un dejo de orgullo en su voz.

- ¿No? – preguntó Heechul sacudiendo su cabeza. – creo que ni yo sabía que podía ser así, ni que podía reaccionar así. En parte, tú me provocas todo lo que siento Simba. – añadió, sonrojándose ligeramente, al recordar cómo su vida sexual antes de Siwon había sido inexistente.

- Este es sólo el comienzo de la vida que tendremos juntos amor. – sonriendo, Siwon le dijo, observándolo con tanto amor.

- Lo sé. – susurró Heechul, y una sonrisa se dibujó en sus labios.

Lentamente Siwon hizo que sus dedos se deslizaran por la entrada de Heechul, y sonrió al verlo estremecerse una vez más ante sus caricias. Cuando lo sintió preparado, se colocó sobre él adentrando la punta de su miembro esperando unos instantes para que Heechul se acostumbrara.

Siwon miraba el rostro de Heechul, pensaba que a cualquier gesto de molestia o dolor de éste, se detendría; no deseaba hacerle daño, todo tenía que ser con calma para no lastimarlo. Pero al ver las pupilas de Heechul dilatarse y la mirada de deseo contenida, Siwon no dudó en sumergirse completamente en su interior.

Estaba necesitado de sentir su calidez, de sentirse abrazado por su suave interior. Y Heechul había extrañado sentirse abrazado al cuerpo desnudo de Siwon, de probar su piel con sus besos y el placer de sentirlo tan dentro al enredar sus piernas alrededor de su cintura. Juntos encontraron ese ritmo lento y cadencioso, de dar y recibir placer, fundiéndolos en un mismo ser.

Momentos después un grito ahogado salió de la boca de Heechul, estaba a punto de alcanzar el clímax por segunda vez y se sintió penetrado más profundamente, una y otra vez, alcanzando aquel punto en su interior que llenaba su cuerpo de pequeñas corrientes eléctricas.

Juntos, alcanzaron el clímax, Heechul arqueando su cuerpo y Siwon echando su cabeza hacia atrás en una explosión de placer. Se dejaron caer sobre las sabanas entrelazados, incapaces de nada más que deleitarse en los efectos del orgasmo después de hacer el amor.

- ¿Estás bien amor? – susurró Siwon minutos después cuando recuperó el aliento.

Heechul sabia a que se refería su pregunta, sintió una punzada de tristeza al ver la preocupación por su salud. Aunque él ya se sentía bien, sabía que esta costumbre se repetiría en Siwon por algún tiempo más.

- Sí. – contestó Heechul, para después acomodar su cabeza en el hombro y acurrucarse contra el cuerpo de Siwon.

Pasaron el resto del día encerrados en aquella suite, como cualquier pareja normal de recién casados haría. No supieron cuántas veces sus cuerpos se volvieron a unir, pero debido al cansancio y a que durmieron toda la noche, Siwon supo que habían sido muchas veces.

No estaba preocupado por dejarlo embarazado, uno de los medicamentos tomados por Heechul impedían que ésto sucediera. Pero a Siwon le preocupaba que para ser la primera vez después de su accidente, habían sido algo impetuosos.

Esa mañana, Heechul se despertó de un delicioso sueño con la sensación de que algo acariciaba suavemente sus rubios cabellos. En la somnolencia, disfrutó de la sensación. Y cuando abrió los ojos, se encontró con el hermoso rostro de su esposo frente a él. Sus ojos oscuros tenían una nueva luz.

- Buenos días amor. – murmuró Siwon, sin dejar de propinarle caricias.- He traído el desayuno a la cama.

- Gracias. – respondió Heechul, para después levantarse y sentir una pequeña punzada de dolor en su parte baja. – antes creo que necesito darme una ducha.

- No, quédate así.

Rogó Siwon al verlo levantarse de la cama. Con su cuerpo desnudo, Heechul estaba increíblemente sexy, con su pálida piel alumbrada por los leves rayos de sol que entraban a través de las cortinas de la ventana, su cabello alborotado y su rostro más feliz de lo que Siwon nunca le había visto.

Con su intensa mirada, Heechul era una invitación al deseo.

- De acuerdo. – dijo Siwon levantándose. – vayamos a bañarnos, seguramente necesitaras alguien que enjabone tu espalda y cuide de ti, después de anoche. – se escucharon las risas de Heechul al ser levantado en brazos por su esposo, llevándolo hasta el baño.

Ese día sólo dejaron la habitación para bajar a comer algo y antes de regresar, pidieron un poco más de vino y algunos postres para su habitación.

Lo único que deseaban en estos momentos, era sentir el cuerpo del otro junto al suyo, con sus brazos rodeándose y saber que estaban ahí, en el pequeño nuevo mundo que estaban formando sólo para ellos. Donde por fin ellos serian felices, al menos durante el tiempo que durase.


***


Un año después…

Heechul despertó con el sol de la mañana, pero permaneció en la cama preguntándose si lo que había ocurrido por la noche había sido sólo una pesadilla. En realidad toda la discusión carecía de sentido para él.

Después de la luna de miel, se alojaron en su nueva casa, adquirida con la ayuda de los Lee. Hyukjae y Donghae fueron de mucha ayuda los primeros días de su estancia en aquella nueva ciudad, mostrándoles donde se ubicaba cada tienda, estación, centro médico y por supuesto, el centro de la ciudad donde comenzarían a buscar empleo.

Como lo prometió, Yesung consiguió empleo a Siwon en el área administrativa de una empresa trasnacional. Y para Heechul, fue mucho más fácil. Pues con ayuda de Donghae, ingreso en la high school nacional como profesor en la materia de informática; algo que le venía como anillo al dedo y no requería demasiado esfuerzo de su parte.

O eso es lo que él creía. Al comienzo fue algo complicado adaptarse a sus estudiantes, todos ellos en plena adolescencia con las hormonas alborotadas, no hacían más que querer enamorar a su nuevo profesor. Pero después de un tiempo de mostrar el talento oculto de Heechul en lo que a la materia se refería, pronto fue respetado y querido por sus alumnos.

Tanto se llego a encariñar con aquellos chicos, que Heechul comenzó a desear los suyos propios. No perdió oportunidad por hacerle saber sus deseos a Siwon, pero este no reaccionó de buena forma.

___Flashback___

- Pero tú me has dicho muchas veces que te gustan los niños. – más que preguntar, Heechul afirmaba.

Fue la discusión de la noche anterior, venían de una cena en casa del cónsul, pues aún tenían amistad con Yesung. Y es que Heechul había visto a la pequeña hija del matrimonio, toda la velada se lo había pasado cargando a la pequeña hasta que ésta quedo dormida en sus brazos y Kida tuvo que llevársela a su cuna.

- Sí me encantan los niños. – asintió Siwon. – Podría aceptar una docena de ellos, pero aún no es tiempo Rella.

- ¿Una docena? Pero ni siquiera, deseas uno conmigo.

Heechul observó el rostro de Siwon, que miraba con ojos inexpresivos hacia la carretera, aunque parecía estar muy incómodo con el tema.

- ¿Cuándo será el momento entonces?

- No lo sé. – dijo Siwon, al notar su mirada retadora.

- Lo digo en serio Simba. Si los desearas, no estaríamos discutiendo sobre esto de nuevo.

- Es que no lo sé. Sólo sé que aún es muy pronto para pensar en hijos. Llevamos un año de casados, un año desde que te recuperaste de aquel accidente.

- Entonces es éso, de nuevo es por mi salud. Vamos Siwon, que no quedé mal y hace mucho que me he sentido bien, hasta he dejado de tomar las medicinas y… - Siwon detuvo el auto bruscamente al escuchar aquello.

- ¿Qué has dicho? ¡¿Por qué dejaste de tomarlas?! Aún no te han dado de alta para que las dejes, sabes que puede ser contraproducente para tu salud. ¿Por qué me das éste tipo de preocupaciones? - Siwon golpeó el volante del auto.

Heechul lo miró a los ojos y retrocedió en su lugar, luego se giró hacia la ventana y trató de esconder sus lágrimas. Pero su dolor era demasiado grande, a veces se sentía culpable de que Siwon tuviera que cargar con los recuerdos de aquel accidente que tuvo por culpa de MinHo, mismo que ahora impedía que su felicidad fuera completa.

Ya que de esos momentos él no recordaba nada. Pero también estaba la duda de que hubiera algo más, que hasta ahora Heechul no había podido descubrir, pero que le daba la certeza que cuando lo descubriera no sería tan bueno; por eso se conformaba con lo que sabía.

A Siwon le nublaba la preocupación y la frustración que la confesión de Heechul le causaba. Si todo lo que pasaba lo hacía pensando en él, sobre todo su salud, pues el tiempo de recuperación aún no había pasado del todo.

- ¿Cómo te atreviste Rella?

- Por favor, no te enfades. Me asustas, y lo que dije no es verdad; puedes preguntar en el centro de salud, veras que aún voy por mi medicamento. – Heechul tuvo que mentir en éste punto, pues se asustó al ver así a Siwon.

Siwon al observar las lagrimas que Heechul derramaba, quiso reaccionar diferente pero era demasiado tarde para ello. Entonces sus lágrimas le calaron y comprendió la repercusión de sus palabras. Se asustó demasiado al pensar que sin las medicinas Heechul pudiera mal lograr su recuperación.

Y la verdad, que Heechul no pudiera cumplir su sueño de tener un hijo propio por adelantarse a los tiempos frente a la verdad de haber perdido un bebe antes, le asustaba más la primera.

- Lo siento. – respondió Siwon algo más calmado. – no quería hacerte daño.

Continuaron el trayecto a casa en mutuo silencio y cuando llegaron, Heechul ya no lloraba y Siwon ahora, se sentía culpable y arrepentido por haber reaccionado tan mal frente a Heechul.

Heechul fue el primero en meterse a la cama, no iba a llorar, ya lo había hecho en el auto y también muchas veces antes. Al meterse a la cama, Siwon vio cómo Heechul le daba la espalda, comprendía por qué lo hacía; pero él no estaba dispuesto a dejarlo de esa manera. Se abrazó a su espalda rodeando su cintura y lo atrajo hacia él a mitad de la cama.

Sin decir ni una palabra, sólo dejándole ver lo mucho que lo sentía.

___Fin de flashback___


Y de un tiempo acá, cuando se tocaba el tema de los hijos entre ellos, todo terminaba en discusión. Para después, ver a un Siwon arrepentido pidiendo disculpas por reaccionar de la forma en que lo hacía. Pero que dejaba el tema de los hijos olvidado.

Entonces volteó hacia su mesita de luz, vio sobre ésta una rosa blanca que seguramente Siwon se la había dejado ahí. Heechul se sentó recargado sobre la cabecera y tomó la rosa, ése detalle le aceleró el corazón, porque a pesar de todo, amaba a Siwon.

El abrirse de la puerta interrumpió sus pensamientos. Parado en la puerta, Siwon pedía permiso de entrar con su mirada.

- Pasa. – le pidió Heechul.

- Buenos días amor. – dijo Siwon entrando a la habitación con un desayuno para dos, se encontraba aún en pijamas.

- No sé si son buenos o no.

Heechul sabía que era el momento de las disculpas, las cuales siempre venían de parte de Siwon, que le hacía olvidar todo lo malo pero que le dejaba un vacío e incertidumbre al no hablar de lo que en verdad le importaba.

- Fue una noche algo larga, de eso no hay duda. – respondió Siwon, haciendo gala de sus propias ojeras.

- Y yo estaba preguntándome si había sido todo una pesadilla.

- Lo siento si te hice daño.

- No te preocupes, voy a estar bien.

Siwon lo miró con gesto pensativo.

- Rella, sabes que te amo y que por eso haré siempre lo mejor.

- ¿Lo mejor para quién?

- Para ti por supuesto. – Siwon depositó un beso en la sien de Heechul. – perdóname por favor, sé que mi reacción fue exagerada, entenderé perfectamente si después de ésto quieres dejarme.

- Pero es que no pienso dejarte. – susurró Heechul seguro de lo que decía. – aunque no quisiera discutir de nuevo por esto. – Siwon acarició su rostro.

- Gracias, yo tampoco quisiera. Pero en esto tenemos puntos de vista diferentes.

Y sí que los tenían. Después de tanto pensar, Siwon aceptó que era tiempo de ceder a el deseo de Heechul por tener una familia; no era justo que por sus temores y el ser descubierto el secreto que con tanto celo guardaba, no diera una explicación lógica al por qué no deseaba hijos en ese momento.

Así que, había llegado el momento. Pero para hacerlo, se aseguraría que Heechul estuviera en condiciones y buena salud, alargando el momento lo más que pudiera.

- Este fin de semana ocupémonos de nosotros dos, pasemos unos días juntos sin pensar en nada, más que nosotros.

- ¿Y después?

- Después haremos una cita con tu medico, y preguntaremos todo lo que debemos hacer, lo que tengas que tomar para fortalecerte y que podamos tener un bebe sano.

- ¡En verdad!

- Sí, pero todo será como el médico diga y respetando sus tiempos, ¿lo prometes?

En este punto, Heechul no podía prometer mucho. Ahora, él es el que se sentía culpable por mentirle a su esposo, había logrado que Siwon aceptara su deseo de ser padre; pues era verdad que Heechul aún seguía asistiendo a sus citas médicas, pero también era verdad que hace mucho que no se tomaba los medicamentos.

Por eso, hacer esa promesa le estaba costando trabajo.

- Claro Simba.

- Bien, desayunemos que se nos está haciendo tarde para ir a trabajar.

Después de ésa charla, el desayuno transcurrió sin problemas entre ellos. Planearon el fin de semana y escogieron el lugar al que visitarían, en medio de risas también planeaban cómo se quitarían de encima a sus familia postiza; esos Lee en verdad se les habían hecho muy cercanos. Tanto que, era raro el fin de semana que no pudieran escapar de sus planes y terminaran saliendo con ellos.

El sonar del teléfono, interrumpió aquellas risas. Siwon fue a contestar mientras se limpiaba la boca con una servilleta.

- Diga. – Siwon contestó al teléfono.

Al instante, Heechul vio como su cara cambio. Siwon estaba impresionado, nerviosamente pasaba sus manos por su rostro y sus palabras eran cortas, casi monosílabos que a Heechul no le decían nada y no hacía más que acrecentar su ansiedad.

Bajó de la cama acercándose a Siwon, cuando lo vio colgar el teléfono.

- Y bien, ¿Quién era? – preguntó con ansiedad.

- Era Leeteuk el que llamó. – contestó, pero no fue capaz de continuar.

- ¿Qué te dijo?, por dios Simba dime.

- Me temo que no son buenas noticias.

Siwon tomó las manos de Heechul entre las suyas, lo arrastró con él hasta la cama, donde se sentó y a Heechul sobre sus piernas.

- A tu padre ha estado atormentándolo una enfermedad estos últimos tiempos, no saben qué es lo que tiene. Se encuentra hospitalizado. – le explicó Siwon.

- Mi padre, ¿está siendo bien atendido? Mis hermanos están con él, supongo.

- Sí. Pero Leeteuk me ha confesado que no tienen muchas esperanzas, y en sus delirios pide por ti. Dice que la culpabilidad no lo deja irse.

- Oh, pero ¿cómo es que aún sigue pensando en mi? – Heechul estaba horrorizado con el sufrimiento de su padre. – está agonizando, debemos ir Simba, por favor volvamos.

- Eso mismo pensé yo que debíamos hacer, debes estar con tu familia y sobre todo, ver a tu padre antes que… - Siwon no continuó.

- Pero cómo lo tomarán mis hermanos y mi madre.

- Leeteuk se ha ofrecido a darles la noticia antes de que lleguemos, así nos ahorraría un tiempo valioso de explicaciones. Debemos aceptar su ayuda, sé que será duro para tu familia por el momento en que viven, pero sé que también será un alivio.

- Volver, no pensé que sería tan pronto. – Heechul estaba asustado.

- Ha pasado un año ya, todo habrá quedado en el olvido. – le animó Siwon. – recuerda que tú y yo somos otras personas, ya nada puede separarnos.

- No pensé que nuestro regreso sería de esta manera, con mi padre al borde de la muerte. - Heechul se abrazó a su esposo y éste lo rodeó con sus brazos.

- Tranquilo, estaremos juntos en esto.

Y así, una mala noticia los volvía a Corea, el mismo país del que habían salido huyendo, el mismo que los daba por muertos.


C o n t i n u a r a . . . 

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