Colaboración: The Best Of My Christmas... Parte 1

Título del Twoshot: “The Best Of My Christmas”
Parejas:
SiChul
Capítulos: 2
Tipo: Yaoi
Género: Romántico, Fluff, AU
Clasificación: PG
Advertencias: Verán a un Heechul bueno y muy inocente, donde es menor que Siwon.

Este es su regalo de navidad y año nuevo, de HeeChan para todas ustedes mis lectoras. Hagan de cuenta que llego santa Claus y dejo este fic bajo su arbolito. Las Quiero Nenas… Saranghae♥

¡FELIZ NAVIDAD MIS LECTORAS!







Capítulo 1

Es bien sabido que en navidad, algunos espíritus son liberados para premiar, aquellos humanos que han sido buenos y han demostrado bondad a lo largo de su vida. Sí, porque estos espíritus navideños, no se fijan solamente en el año que está por terminar, una bendición es muy importante como para dejarla en manos equivocadas.

Pero así como hay espíritus navideños que salen a premiar, también existen espíritus navideños que se presentan a darle un escarmiento, lección o una sopa de su propio chocolate; aquellos que se han olvidado de las cosas buenas que un alma puede mostrar y que se han olvidado de ir por el camino del bien, eligiendo el malo.

Y no estamos hablando de asesinos o casos perdidos como estos, no. Si no de aquellos que se han desviado solo un poco, por la rutina de sus vidas, la vida tan exigente que viven, el valor exagerado que le han dado a los bienes terrenales y se han olvidado de cultivar su alma. Esas personas que han herido sin querer a otra, esas… esas personas aún tienen arreglo.


- Hyukjae-ssi, si me pides que valore algo, debes darme algo que me haga querer hacerlo… - decía el jefe de edición de la revista “Magazine”, Kim Young Woon -. ¿Crees que un novato no tomaría la misma foto? No me sorprende.
- Lo siento señor… - se disculpaba inclinando su cabeza Lee Hyukjae.
- ¿Tú lo sientes?
- Si… - parecía decir algo titubeante, a lo lejos Siwon los escuchaba, inmerso en el trabajo de limpiar su cámara.
- ¿Por qué me das unas fotos por las que te vas a disculpar? ¿Y así quieres que valore tu aumento?

Realmente a él no le gustaba meterse en ese tipo de alegatos y mucho menos tomar partido por alguno, se concentraba en su trabajo, hacerlo bien y punto. Los demás le importaban tan poco.

La vida de Choi Siwon ya estaba trazada, estaría algunos años ganando experiencia en este puesto y después, aceptaría la oferta de su mejor amigo de hacerse socios para comenzar su propio estudio fotográfico. Su amigo invertiría y Siwon se encargaría de ponerlo en marcha.

Tenía todo muy bien planeado, la vida que tendría y hasta cuantos hijos deseaba de su matrimonio. Lo único que le faltaba, era encontrar a la chica perfecta, aquella que cubriera todas sus expectativas y le provocara no querer mirar a otras. Esa chica, Siwon la tenía en sus sueños, tantas veces que termino dibujándola, tan hermosa como era.

Siwon guardo sus cosas en el escritorio, tomo su gabardina y también su portafolios, llevaba trabajo a casa, debía revisar algunas fotos recién impresas. Cerró sus cajones con llave y se dirigió hacia el pizarrón tras su asiento, en donde prendían varias fotos, notas y horarios de pequeños alfileres.

En medio de todo es lió de fotos y notas, el dibujo de la hermosa mujer de sus sueños, Siwon la miraba absorto.

- Conozcámonos hoy… - dijo al tiempo que tocaba con su dedo la barbilla del dibujo.


Yo no creía en el amor hasta el día de hoy,
Quizás por eso es que fui capaz de hacerlo
Quizás por eso es que podría dejarte
Debo de ser el mejor siendo tonto.

Ese día era más frió de lo normal, estaba por comenzar el invierno y a pesar del sol que iluminaba con sus rayos dorados, el frió comenzaba a sentirse. Siwon frotaba sus manos, las metía entre su ropa tratando de agarrar calor, su nariz también comenzaba a enfriarse, pero el día era hermoso como para ir a encerrarse.

Recordó entonces un pequeño café al aire libre que siempre veía rumbo a su trabajo, parecía ser atendido por una ajhuma, el lugar se veía bastante pintoresco y agradable. Siwon decidió entonces pasar por el lugar, relajarse un poco y de paso calentarse con un buen café.

Lo primero que vio al llegar, era el viejo remolque en el cual parecía que guardaban todo y después sus ojos se posaron en la chica que batallaba con el filtro del café. Siwon no pudo reprimir una sonrisa, la chica estaba de espaldas, vestía un abrigo corto color café, unos pantalones entallados negros y unas botas del mismo color de su abrigo. No llevaba nada en su cabeza a pesar del frío, su castaño cabello rosaba sus hombros y sus manos, tan delgadas como blancas.

Justo como la chica que invadía sus sueños cada noche, Siwon no creía que pudiera tener tanta suerte y por fin estuviera frente a su ideal de mujer.

- Un café por favor. – dijo de manera que lo escuchara.

Tan embobado estaba que no se había sentado todavía, se dispuso a sentarse cuando la chica volteo a verlo, pero Siwon ya no alcanzo a ver su rostro.

Los minutos pasaron y Siwon comenzó a tamborilear sus dedos sobre la mesa, al parecer la chica era nueva usando la máquina del café. La sonrisa boba de su rostro no se iba, incluso sintiendo como el frió comenzaba hacer nuevamente a enfriar su cuerpo y tuvo que frotar sus manos para mantenerlas calientes.

Afortunadamente después de sentir el frió no tuvo que esperar mucho, pues la chica puso su café sobre la mesa humeante de calor. Siwon lo tomo entre sus manos, sintiendo como el calor daba alivio a sus entumecidos dedos, cuando estaba por levantar su cabeza para ver a la chica, un bulto entre sus piernas llamó su atención.

Sorprendido, levantó su rostro rápidamente topándose con la cara más hermosa que en su vida haya visto. Era un chico, pero uno con un rostro muy bello, grandes ojos y labios carnosos. Eso no le quitaba que fuera un chico, y este lo miraba interrogante. Siwon no supo que hacer más que llevarse el café a la boca con el rostro desencajado.

Sí, Siwon era homofóbico.

- ¿Es de su agrado señor? – preguntó el chico de lo más sonriente y amable, si hasta su voz era linda.

El café era un asco, pero Siwon no respondió, se calló lo que pensaba de ese café y del lugar. En seguida miro hacia otro lado, una arruga surcaba su frente, había sido una mala elección ir a ese café. Ya no deseaba estar ahí. Siwon metió la mano en su abrigo y sacó un billete el cual puso sobre la mesa, tomo su café y después su portafolios, disponiendo irse de ese lugar sin mirar atrás.

- ¿Cómo pude ser tan estúpido? Mira que confundir una bella mujer con un chico. – se recriminaba Siwon mientras se alejaba del lugar.

Algo extrañado, Heechul recogió el billete de la mesa, buscando el cambio en las bolsas de su abrigo, pero Siwon ya se alejaba.

- Señor su cambio. – gritaba Heechul agitando sus manos tratando de alcanzarlo. Obviamente no lo alcanzo, además no podía alejarse mucho de su puesto -. Se olvidó de su cambio. – dijo tristemente.

Aquel hombre había llamado su atención, Heechul sentía como si lo conociera de algún lugar, como si antes se hubieran encontrado pero no recordaba bien. Guardo resignado el billete en su abrigo y volvió a su trabajo.

Desde que su abuela enfermó, Heechul tuvo que hacerse cargo de su café ambulante, pues era el único sustento que tenían. No se quejaba, le gustaba ayudar a su familia y sobre todo, que el trabajo le permitía estudiar por las mañanas y trabajar por las tardes. Cuando no había muchos clientes, Heechul hacia sus deberes y le agradaba conocer a las personas que asistían al café. Todas ellas peculiares y con una historia que contar.

Lo único malo es que su café no era muy bueno, todavía desconocía algunas cosas y sus peleas con la cafetera eran más cortas que en sus comienzos.

De nuevo una sonrisa invadió sus labios cuando recordó al hombre que había olvidado su cambio.

- Lo guardare, quizás vuelva a venir un día de estos.

Y con ese pensamiento continuó su trabajo.


Incluso no sabía que estaba lastimado,
Mi corazón se siente vacío,
Mis lágrimas continúan cayendo.

- Dios, me estaba fijando en un chico. – murmuraba Siwon mientras le daba otro trago a su café haciendo gestos -. ¡Que terrible café!

¿Homofóbico? No es que los odiara, mucho menos estaba en contra de ellos, simplemente no los soportaba. Era algo que nacía de él sin siquiera proponérselo, que lo ponía nervioso y lo desubicaba. Como las fobias terribles que hasta te cortan la respiración. Así se sentía Siwon cuando se encontraba con ese tipo de personas.

Después de perdida su tarde y del mal café que aun daba mal sabor a su boca, decidió ir a casa. Justo en la esquina y sobre una barda dejo el vaso de café, pues por nada del mundo lo volvería a probar.

Un vagabundo bastante limpio y con cara de ángel, se acercaba por detrás con un carrito de supermercado mientras Siwon veía su reloj esperando que un taxi pasara para ir a casa.

- ¡Hey! Debes tomar tu vaso antes de irte… - le dijo el vagabundo mientras señalaba el vaso que Siwon había dejado sobre la barda.

Es horrible que las personas dejen su basura donde sea en las calles, ¿Por qué hacer algo que nos molesta a todos? Además, da un mal aspecto a las ciudades y también de la persona que lo deja ahí. ¿No hay un bote de basura cerca?

- ¿Te refieres al café? – pregunto Siwon algo choqueado.
- Uh, uh… – el vagabundo asintió.
- Puedes quedártelo abuelo. – y dicho esto se retiró.
- ¿Abuelo? ¡Abuelo! - estaba tratando de controlar su desconcierto, pues jamás le habían dicho abuelo.

Si bien tenía sus cientos de años encima, en el cielo tan solo era un joven ángel, casi un bebe. Decirle abuelo había tocado una fibra en él, algo que les pasaba a los ángeles cuando pasaban mucho tiempo en la tierra. Lo que le decía a Leeteuk que su tiempo en la tierra estaba por terminar, ya que para protegerlos, solo debían permanecer cierto tiempo y volver al cielo para purificarse de nuevo.

- Pero antes, le daré una bendición a esta pobre alma descarriada.


Quizás por eso es que podría dejarte
Debo de ser el mejor siendo tonto.
Incluso no sabía que estaba lastimado,
Mi corazón se siente vacío,
Mis lágrimas continúan cayendo.

Siwon continuo su camino, necesitaba un taxi y en ese lugar parecía que ni uno podría pasar. Opto por caminar unas calles más abajo, despreocupado y tranquilo, cuando esta vez el vagabundo se cruzó en su camino. Siwon se detuvo al instante observando aquella persona, ¿Por qué lo había seguido? Pensó que quizás le echaría en cara el mal café que le regaló.

Un poco harto, pues todo lo que le había pasado parecía ser una broma.

- Mire abuelo, lo siento. No debí haberle dado un café tan malo…
- Sshhhh… - dijo el vagabundo, salió detrás de su coche y comenzó a realizar una danza extraña alrededor de él.

De pronto la calle quedo sin gente, los autos dejaron de pasar, Siwon observaba a su alrededor asombrado, todo era muy raro.

Las ropas del vagabundo comenzaron a desaparecer mientras giraba a su alrededor, hasta que una luz cegadora salió de su cuerpo impidiendo a Siwon continuar viendo. Cuando por fin sus ojos se acostumbraron, pudo ver delante de él a un hermoso joven, si, con cara de ángel y lindos hoyuelos completamente vestido de blanco, se quedó estático delante de él.

- ¿Qué eres? – preguntaba algo asustado Siwon.
- Soy… el abuelo no ves… - y una leve sonrisa adornó sus labios.

El ángel comenzó a danzar, algo parecido a un break dance, movía sus manos, giraba de cabeza y hacia todos los pasos más extraños que Siwon jamás había visto.

- Te será concedido un milagro, podrás ver las cosas hermosas que te rodean, aquellas que tus ojos no deseaban ver. – comenzó a decir el ángel sin dejar de danzar, eso tenía un poco mareado a Siwon, que comenzaba acerrar sus ojos de vez en cuando -. Lo que hay en el fondo de tu corazón, aquellas cosas que lo oscurecen no existirán más. Yo te concedo este milagro para que encuentres de nuevo por el camino del bien y te encamines a la felicidad.

El ángel, Leeteuk, comenzó hacer extraños movimientos con su mano frente a Siwon, este comenzó a sentir su cuerpo pesado y sus ojos comenzaron a cerrarse. Cuando el ángel hizo un chasquido con sus dedos, Siwon cayó sobre el asfalto como si hubiera sido noqueado.

Leeteuk ni se inmuto, parecía ser una reacción normal a su magia. Sacudió sus manos satisfecho.

- Y será mejor que aproveches este milagro que se te concede, para regresar tú camino y componer tu vida. – dijo Leeteuk con las manos en la cintura, hablándole a un Siwon tendido inconsciente en el suelo -. Dale buen uso, que solo pocos afortunados son bendecidos con un milagro de navidad, tu café te salvo. Sabía muy feo pero pude notar que fue hecho con el corazón. – Leeteuk se inclinó un poco para ver el rostro de Siwon -. Tan guapo y tan babo, espero para antes de navidad hayas regresado al buen camino, ahí se acabara el encanto.

El ángel se apartó para continuar su camino, mientras se alejaba, unas bellas alas salieron de su espalda. Miles de luces lo envolvieron, sus alas se extendieron y desapareció. Su tiempo en la tierra acabó. Siwon había sido su último milagro.


Te extraño tanto que creo que voy a morir.
No fue hasta ahora que me di cuenta
Tu eres lo mejor que tengo
Lo mejor de todo en mi vida.

Siwon se despertó algo desconcertado, no recordaba nada y no sabía porque termino en el suelo. Pensó que quizás hubiera tropezado y golpeado en la cabeza.

- Sí, eso fue. – dijo sobando su nuca. Obviamente el golpe al caer desmayado si se lo había llevado.

Esa noche, Siwon volvió a soñar con la chica, la misma que tenía dibujada y la que se parecía al chico aquel. El sueño era distinto, pues esta vez, la chica y el chico del café caminaban hacia él, uniéndose en uno al final del camino. El chico sonreía frente a él, le daba la mano y ante la duda de Siwon, el rostro del chico se entristeció.

A Siwon se le estrujo el corazón al no ver más aquella sonrisa y entonces, tomo su mano. La sonrisa del chico volvió y el corazón de Siwon se llenó de calidez, se sentía ¿Feliz?

No sabía que significaba su sueño, pero en toda la mañana no pudo apartarlo de su mente, mucho más fuerte que otros días. Donde la chica para recordarla, bastaba con mirar su retrato colgado de aquella pared. Si eran muy parecidos, pero el chico permanecía en su mente.

Algo había cambiado en él definitivamente.

Al salir de su trabajo, los pasos de Siwon lo llevaron de nuevo hacia aquella cafetería ambulante y ahí estaba, al borde de la calle observando. Ni siquiera recordaba porque había salido corriendo la última vez al ver al chico, porque ahora no podía despegar sus ojos de él, moviéndose grácil por entre las mesas, mostrando una sonrisa a cada cliente.

Uno de los chicos que salían de la cafetería, golpeo el hombro de Siwon.

- Lo siento. – dijo el chico dispuesto a continuar su camino -. Su café es tan malo, si no fuera tan lindo, créeme que no vendría. – decía el chico a su acompañante.
- Si es lindo Kangin, pero un día de estos terminara envenenándote.
- Cállate la boca Kyuhyun.

A Siwon no le pasaron desapercibidas sus palabras, girando su rostro hasta perderlos de vista con su ceño fruncido, cosa que se le borro cuando de nuevo su vista se dirigía al chico que batallaba con su cafetera. Por instinto, sus pies lo llevaron a su lado y ante el asombro de Heechul, tomo el filtro de entre sus manos para ayudarle.

El pequeño contacto con su piel, fue suficiente para que Siwon notara la suavidad y delgadez de las manos de Heechul, a su vez, un aleteo comenzaba a alborotarse en su estómago. Mucho más al comprobar el rostro sonrojado de Heechul y su mirada penetrante sorprendido.

Con toda la facilidad del mundo, Heechul observo como Siwon coloco el filtro con café en la odiosa cafetera que no se dejaba manejar por él. Los movimientos elegantes y sencillos, echó a andar la cafetera en menor tiempo, sin pelar con ella y por supuesto, sin insultos hacia la pobre máquina que no le daba por obedecer.

Lo único que esperaba es que el café fuera bueno, últimamente sus ventas estaban algo bajas.

- ¡Gracias! – pronuncio débilmente Heechul, acomodando un mechón de cabello que se negaba apartarse de su rostro, poniéndolo detrás de su oreja izquierda.

Siwon se perdió en su mirada y en esas pequeñas luces que parecían estrellas en ellos, recorrió sus bellas facciones cálidas, para finalmente posar sus ojos en sus labios. Esos labios que se abrían y cerraban nerviosos sin saber que decir, lo que a Siwon le pareció adorable.

Ya ni siquiera pensaba porque no debía acercarse al chico, mucho menos recordaba que había salido huyendo de Heechul el día anterior. Solo sabía que estaba ahí, que deseaba saber más de él y no apartarse nunca más.

- Eres tan lindo… - dijo Siwon con su boca abierta.
- Yo… ¿yo?


Debo haber estado ciego,
Debo haber perdido la cabeza
¿Por qué no me di cuenta que eras tú?

En serio, Heechul había recibido cientos de veces piropos como ese en su vida, de hombres que lo devoraban con la mirada y eso que, él no era gay. Pero la mirada del hombre que tenía enfrente, era tan diferente, no es como si quisiera desnudarlo o violarlo como los otros, no. La mirada que se posaba en él era cálida, curiosa, ávida de saber más de él y de algo más que en ese momento no supo describir.

No era gay, sin embargo el chico frente a él era tan guapo, tenía unos brazos fuertes y unas hábiles manos que lo habían sacado del apuro del filtro. Lo mejor era que lo estaba tratando con respeto, todo eso hizo que Heechul se sonrojara y no quisiera apartarse de esos bellos ojos que lo miraban casi con adoración.

Podría sentirse protegido con alguien así, ya hasta se sentía alagado que una persona como Siwon, se fijara en alguien como él. Se veía exitoso, como alguien que podría tener a quien quisiera y sobre todo, ese hombre se veía capaz de todo con tal de defender lo que ama. Pero ahí estaba, admirándolo bobamente con su boca abierta, como si no creyera lo que ve, como si fuera un sueño.

¿Podría ser Heechul el sueño de esa persona?

Sí, todo eso vio Heechul, era buen observador y de patanes que se le acercaban queriendo conseguir algo sin preguntar ya estaba harto.

Heechul lo volvió a mirar tratando de ocultar su sonrojo, pestañeo varias veces y lo recordó.

- ¡Oh! Yo te recuerdo, eres el chico que olvido el cambio el otro día.
- ¿Me recuerdas? – y Siwon sonrió más embobado.


Yo dije que no me importaba
Me arriesgue y dije que podría dejarte
Para saber solo ahora que eres demasiado bueno para mi
Tu eres lo mejor que tengo.

Siwon no podía creer que el chico lo recordara, era más de lo que habría esperado, en verdad no espero haber causado una buena impresión al principio, por lo que haría cualquier cosa por borrar esa fea primera impresión que le dejo.

- Hola, mi nombre es Siwon. – saludo extendiendo su mano hasta alcanzar la de Heechul.
- Hola, yo soy Heechul. – dijo apretando su mano un poco nervioso, ese hombre le imponía, le sonrojaba con tan solo mirarle.

Se quedaron observando largos momentos hasta que el ruido de la cafetera los saco de su trance.

- Cierto, tu cambio. – dijo Heechul comenzando a buscar en las bolsas de su abrigo.
- No, déjalo. Mejor dame un café. – y un sonriente Siwon fue a sentarse en una de las mesas.

¿Cómo es que puedo sentirme así con un hombre? Pensaba Heechul mientras llevaba el café a Siwon. La gente de un momento a otro había dejado vacío el lugar, así que solo estaban ellos dos, lo que lo ponía más ansioso. ¿Qué hacer? ¿Qué decir? No lo sabía, por lo que decidió simplemente se dejaría llevar por el otro.

Algo había en Siwon que confiaba.

- Aquí está tu café. – poniendo el pequeño vaso frente a él para retirarse.
- Gracias. – Siwon sostuvo su mano, no dejándolo ir -. Ya no hay gente, te gustaría acompañarme.
- … - Heechul asintió con la cabeza, mudo por aquellos ojos que lo cohibían.

Y es que no podía creer que fuera tan importante como para que alguien lo mirara con tal adoración. Se sentó a su lado, dejando la charola sobre la mesa, cruzando sus manos encima de esta. Observo como Siwon se llevaba el café a su boca y lo probaba, Heechul esperaba que su café hubiera mejorado.

No era tonto, sabía que su café era un asco.

- Es el mejor café que haya probado en mi vida. – dijo Siwon nada más retirar el vaso de su boca.
- ¿En serio? – preguntaba un sorprendido Heechul, pues estaba seguro de no haber hecho nada diferente esta vez. Solo que Siwon le ayudo a poner el filtro. “Si, eso debió ser” pensaba Heechul.
- Si, de ahora en más será mi favorito. – Siwon le sonrió dulcemente y Heechul le creyó -. ¿podría invitarte a cenar?


No hay nada tan bueno acerca de mí
Pero ¿de dónde conseguí la seguridad?
Para tratarte de esa manera
Para ser capaz de rechazarte.

Heechul podría haber estado preparado para cualquier cosa, menos para eso. Una invitación a cena, con un hombre y no con cualquiera, sino con Siwon. El hombre que lo miraba como si fuera la cosa más preciosa que existiera en el mundo.

¿Podría llegar a verlo de la misma forma? Heechul sacudió esos pensamientos de su mente. Era solo una cena, tal y como le había dicho Siwon para calmar lo un poco.

- ¿Una cena? ¿Nosotros? Somos hombres… - murmuro tan bajito esto último bajando su mirada hacia la mesa, pero Siwon si lo escucho.
- Es solo una cena. – Siwon había tomado una de sus manos para hacerle levantar la mirada -. Yo podría cenar con alguien tan lindo como tú.

Y esas simples palabras, lo volvieron a sonrojar, sin darle otra oportunidad más que aceptar.

No entendía que había visto Siwon en él, tampoco él porque es que se sentía tan cómodo con su presencia, nervioso pero cómodo. Heechul sabía que podía confiar en Siwon ciegamente, su mirada no le mentía.

Era tan poquita cosa, que aún no entendía que es lo que Siwon había visto en él. Y no es porque no supiera lo hermoso que era, esa parte de él se la recordaban los chicos que lo piropeaban o acosaban a cada rato e incluso, las chicas que lo llenaban con cartitas en la universidad.

Se sentía de aquella forma porque Siwon parecía hombre de mundo, estudiado, con un buen trabajo y muchas aspiraciones. ¿Qué podía Heechul ofrecerle a una persona así? Ni siquiera tenía algo decente que ponerse, su vida iba de la universidad a su trabajo en la cafetería. ¿Qué podría hablar con Siwon? Se pondría en vergüenza él solo, es algo que a Heechul le aterraba.

Y sin embargo ahí estaba, con sus mejores ropas y esperando a que Siwon lo recogiera para ir a cenar. Supo que no deseaba dejarlo botado, había sido muy amable en invitarlo, si hasta le pregunto si deseaba ir. No se impuso, él lo aceptó. Y eso le hacia sonreír y sentirse especial, nunca se había sentido especial para nadie.

Y entonces Heechul decidió, que daría lo mejor de él, quizás un gran hombre de mundo como Siwon, lo que necesitaba era compañía. Se lo veía muy solo.


Debes ser lo mejor que jamás haya considerado
¿No se ha enojado conmigo al menos una vez?
Amándome solo a mí
Preocupándose por mi antes que por él mismo.

Hizo bien en ponerse su mejor ropa, al menos fue lo que pensó Heechul al estar fuera del restaurante al que Siwon lo había llevado. Dios, era muy elegante, situado en la mejor zona de Seúl, él ni siquiera se atrevía a caminar por esa zona. Bueno, no es que tuviera mucho tiempo para andar por ahí solo mirando, su tiempo libre era bien invertido siempre en los estudios.

Se sintió pequeñito. Sus mejores jeans oscuros, el suéter de rayas negro con rojo más calientito y nuevo que tenía, mismo que su abuela le había hecho antes de caer enferma y sus zapatos limpios, no los sentía apropiados para aquel lugar. ¡Rayos! Incluso se había peinado y ahora deseaba traer su cabello suelto para cubrir su rostro.

Siwon pareció darse cuenta, pues llego, lo tomó del brazo e hizo que entrara a su lado aquel restaurante.

La recepcionista no dio cuenta de su vestimenta, pues prestaba más atención a ser agradable a Siwon mientras los guiaba a una mesa algo alejada. Fue como Heechul pudo darse cuenta que la mayoría de las personas en aquel bellísimo lugar eran parejas.

Mujeres con hombres, ¿Qué hacia Siwon con un chico como él? Que a estas alturas Heechul ya no se cuestionaba que hacia el con un hombre, en una cena, con sus mejores ropas e intentando ser agradable para él, lo que sonaba como una cita. Heechul estaba teniendo una cita con un hombre y eso no le parecía ya importar, más preocupado por otras cosas.

Tan preocupado de agradar, como de la fila de cubiertos y tenedores que se extendían sobre la mesa, ¿Cómo es que había tantos? ¿Qué comerían? Heechul los miraba con horror, pues no quería avergonzarse frente a Siwon.


Esa persona que es demasiado buena para mí,
No se sino hasta ahora que comienzo a extrañarlo
Tu eres lo mejor que tengo,
Lo mejor de todo en mi vida.


C o n t i n u a r a . . .

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1 Comentarios

  1. ooohhhhhhhhhhh tan lindo jejejej
    aunque no pareciera heechul tan timido pero puede verse bien jejejejej

    ese abuelito teeuk loco que los junto
    pero algo bueno saldra de esto jejejej

    feliz navidad , que sea todo felicidad es este dia

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